No Te Enamores De Ella.

Katniss

Dicen que nunca olvidas tu primer amor. Dicen que es una fiebre, un calor que consume todo, que quema en su camino a través de tu mente y cuerpo, sin dejar nada intacto. Para mí, el amor es una aflicción. Es una comezón inquebrantable. Es una garganta cruda de palabras ahogadas. Es un nudo en mi vientre que me mantiene despierta cuando lo veo debajo de su luz del pórtico con otras chicas. Ojos hinchados como resultado de sus opciones. Es el giro de un cuchillo en mi corazón, no poder decirle a mi mejor amiga que estoy enamorada de su hermano. Los poetas lo llaman no correspondido. Yo lo llamo infierno. He vivido al otro lado de la calle de Peeta por el tiempo que puedo recordar. Después de todo, mis padres vivían en su bungalow artesano desde mucho antes de mi nacimiento. Soy su única hija, y decir que me enamoré sería un eufemismo. Creciendo me proporcionaron todas las comodidades, incluyendo la proximidad más cercana a mi mejor amiga Sophie, imaginable. Había considerado esto una bendición hasta que me di cuenta de que significaba ser bombardeada constantemente con encuentros con Peeta. Sexy Peeta, con su abdomen cincelado y sus brazos definidos. Juro que el chico es alérgico a las camisas. Cortar el césped, limpiar las canaletas, la lluvia o el brillo, no importa. Mira lo suficiente, y lo verás sin camisa y sorprendente. Y lo veo a menudo. Estoy viendo incluso como un adulto. Me estoy dirigiendo a casa desde la universidad y todo lo que puedo hacer es estirar mi cuello, con la esperanza de que él esté en allí para las vacaciones de invierno. Suerte para mí, incluso con su horario de fútbol pesado, está en casa para las vacaciones. Su familiar marco muscular se extiende fuera de su casa, y casi me olvido de cómo conducir. Desafortunadamente para mí, temperaturas frígidas significa que está usando una camisa esta vez. Es de manga larga, pero ceñida. La tela empuña cada músculo en su espalda y brazos de la manera que desearía poder. Si intento lo suficiente, probablemente puedo contar el contorno de sus abdominales a través del material. Pero como lo último que necesito es golpear un buzón, me obligo a mirar de nuevo en el camino. Desde mis periféricos, puedo ver que tiene otro tipo con él, también preparándose para trabajar. ¿Tal vez su padre? No. De ninguna manera el Sr. Mellark saldría corriendo en medio del invierno. Sólo alguien tan dedicado al atletismo como Peeta se entrenaría en temperaturas heladas. Llevo mi Camry a la entrada de mi padre y lanzo una rápida mirada en mi espejo retrovisor. Peeta todavía se está calentando, pero ahora está orientado a encarar mi casa. Ojalá hubiera usado maquillaje. Si hubiera sabido que regresaba a casa, habría hecho más con mi cabello además de llevarlo hacia atrás con una diadema. Pero por supuesto he golpeado el botón de repetición cuatro veces en su lugar. No debo agredirme. ¿Cómo iba a saber que estaba en casa?Preguntar a Sophie sobre su hermano mayor era algo que aprendí desde el principio a NUNCA hacer. Mi mejor amiga estaba acostumbrada a que las chicas le hicieran amistad sólo para acercarse a él. En la escuela secundaria, fui testigo de muchas amistades estrellarse y quemarse por esa razón. Para ella, es una máxima traición. Por supuesto, hay maneras sutiles de seguirle la pista. Es más fácil ahora que está empezando de mariscal de campo para la universidad de nuestro estado. Este otoño había sido generoso, con un montón de artículos sobre sus estadísticas y actuaciones. Y oh Dios mío, las fotos y videos. Había pasado muchas noches, umm, investigando. Investigar cuántos músculos abdominales definidos tiene. Era un campo en el que yo me consideraría una experta. Lo había estado analizando desde que cumplí doce años. Acababa de comenzar la escuela secundaria. Nueva escuela, nuevos amigos, nuevas actividades. Ya no tenía tiempo para pasar el rato. Aun así, caminó con Sophie al otro lado de la calle hacia mi casa, presente en mano. Pero en lugar de quedarse en la fiesta como siempre había hecho antes, me entregó mi regalo y me dio un abrazo.

—Feliz cumpleaños, Katt —susurró su apodo para mí junto en mi oído antes de que se apartara. No podía quedarse. Practica de futbol. Fue entonces cuando la línea entre la infancia y la adolescencia se desdibujó, y nuestras interacciones se volvieron incómodas. Lo vi alejarse de mi porche y lo he estado observando desde entonces.Vi como lo hizo en el equipo universitario su año de estudiante de primer año. Yo estaba en las gradas cuando él rompió el récord nacional para la mayoría de los pases de aterrizaje como un junior QB1. Y una vez que empecé la misma escuela secundaria, vi cada chica en el pasillo suspirar 1 Quarterback (QB) es referido como mariscal de campo. mientras él pasaba. Tenía su selección de cualquiera, pero siempre escogió mal. Lo vi como fue reclutado en un programa de fútbol superior para la universidad, dejándome atrás para esforzarme en nuestro pequeño pueblo durante dos años hasta que también me gradué. Consideré fuertemente ir a su universidad. Lo soñé y me obsesioné. Pero sabía que sería como la escuela secundaria. Terminaría viéndolo con chicas que no lo merecen. Parece atraído por dos tipos de mujeres. El primero lo ve como un boleto de comida. Saben de su reputación en el campo de fútbol y escuchan que va a lugares. Escuchan que lo están examinando. Lo quieren por estatus y prestigio. El segundo tipo ve sus tatuajes y la actitud arrogante y saben que él es un buen momento. O tal vez escuchan de boca en boca que es tan talentoso entre las sábanas como en el campo. No es exactamente un secreto. Dios, incluso uno de los comentarios debajo de un artículo sobre su cuestionable conducta dijo: "Él rompe las reglas, los corazones y las camas". Ambos tipos no saben que, a pesar de su hoja de sus antecedentes y pasado turbulento, todavía se ofrece voluntariamente en el centro de la tercera edad donde fue sentenciado a servicio comunitario, a pesar de la sentencia que sirvió desde hace mucho tiempo. No tienen idea de cuánto ama a su hermana. No saben cómo manejó cuatro horas para recogerla de una fiesta que fue mal, sin hacer preguntas. No saben nada de él, además de sus estadísticas y reputación, y me mata. Así que no lo seguí. Esperando que darme una cierta distancia me ayudaría a seguir adelante, me inscribí en una universidad privada. Además, tiene el mejor programa de enfermería en el estado. No es que estuviera en el programa todavía. Lejos de ahí. Pero yo había terminado mi primer semestre de pre-requisitos con un 3.9 G.P.A2. Siempre me había ido bien en la escuela, pero me sorprendió la facilidad con la que me adapté en la universidad, sobre todo teniendo en cuenta lo autoconsciente que puedo ser. Irme me obligó a darme cuenta de cuánto confío en Sophie como un apoyo en situaciones sociales. Me aferré a la esperanza de que los chicos de la universidad pudieran competir con Peeta. Debería haber sabido mejor. Entre mis normas irracionales y mi timidez, me encontraba todavía soltera y todavía ensillada con mi virginidad. Cada año que pasa hace que las apuestas sean más altas. Ahora tengo esta enorme presión interna para encontrar a alguien merecedor. De una manera retorcida, se siente como cualquier cosa menos que será un desperdicio. Como si estuviera arrojando algo precioso. Y todos
los hombres que veo palidecen en comparación con Peeta. He sido arruinada por bíceps increíblemente esculpidos abultando hojas rastrilladas y antebrazos tatuados llevando comestibles para mi madre. Tenía mis fantasías, sin embargo. Y aparte de la celebridad ocasional o personaje de libro, Peeta siguió siendo la estrella. Echo un vistazo en mi espejo retrovisor, tratando de robar una última mirada antes de entrar. Él todavía es perfección. Alto, musculoso, con la mandíbula cuadrada y los ojos azules que usted esperaría del Hometown Hero. Lleva un gorro, escondiendo su largo cabello rubio. Pero por más que intente, incluso las ropas calientes no pueden esconder su cuerpo atlético.

—¡Katniss! —El chillido de mi madre rompe mi mirada. Está tocando mi ventana, llamando la atención sobre el hecho de que he estado sentada en mi auto aparcado Dios sabe cuánto tiempo.

—Hola mamá. —Mi voz se desvanece en un silbido mientras me aprieta a través de la puerta que abrió...

—¡Reggie, Katniss está en casa! —Llama hacia la casa, a pocos centímetros de mi oído. Mi papá sale de la casa, más grande que la vida. Si tuviera alguna esperanza de pasar inadvertida, ahora se desvanecieron. Todo el barrio probablemente sabe que estoy aquí. —¡Aquí está mi chica! —Sonreía, envolviendo sus brazos alrededor de mí. Actúan como si no estuviera aquí hace sólo unas semanas para el Día de Acción de Gracias. Pero a medida que me derrito en su gran cuerpo de osito de peluche, me doy cuenta de que no me importa. Sólo se siente bien estar en casa. Mi madre se queja de mí y agarra mi bolso de mi auto, como si mis dos horas de manejo me dejó demasiado agotada para levantar algunas libras. Mi papá abre el maletero para conseguir mi equipaje, pero mi maleta es interceptada por dos manos fuertes y cuadradas. Ni siquiera necesitaba mirar hacia arriba para saber de quién son.
Mis ojos son fijos, mirando y enfocados mientras él levanta mi equipaje fuera de la camioneta. Sus músculos están flexionando y apretados, como si estuviera haciendo un show sólo para mí. Sonríe con sus dientes rectos y blancos, y trato de recordar las costumbres básicas.

—Bienvenida a casa, Katt —dice, sus ojos azules brillantes—. ¿La maleta va a tu habitación? —Umm, sí. —Me las arreglo, mientras veo su marco alto y poderoso llevar mis pertenencias dentro. Una vez que desaparece, miro hacia atrás al otro lado de la carretera para ver a su amigo todavía calentándose.

—Gracias, Peeta. No tenías que hacer eso —dice mi papá una vez que estamos de pie en la sala de estar. —No hay problema, señor —responde respetuosamente Peeta—. Necesitamos ver esa rodilla tuya. —¿Qué le pasa a tu rodilla? —pregunto, tratando de mantener la súbita preocupación de mi voz. Mis padres intercambian miradas y Peeta parece como si quisiera encogerse en el suelo por traerlo.

—Tu papá se resbaló en el hielo el otro día. Sin embargo, Peeta paleó la nieve de la acera, así que ya no debería ser un problema —explica mi madre, agitando las manos como si no fuera un gran problema.

—¡Papi! ¡Tienes que tener cuidado! —exclamo, y de inmediato lamento hacerlo. Mi orgulloso padre mira a la puerta, sin mirarme a los ojos. Mis padres son mucho mayores que cualquiera de los padres de mis amigos. Habían luchado durante años por tener hijos, y sólo vine una vez que habían renunciado. Tener padres mayores es una bendición y una maldición. Ellos son capaces de darme todo lo que quiero, pero ahora que están mostrando signos de edad, me doy cuenta de lo espantoso que será enfrentar los próximos problemas solos.

—Fue sólo un pequeño desliz. Nada importante —dice papá, finalmente encontrando mis ojos. Las líneas de sonrisas profundas alrededor de su boca se arrugan aún más mientras me sonríe.
—¿Quieres comer algo, Peeta? —pregunta mi madre, intentando cambiar de tema.

—No, gracias, señora —dice educadamente—. Estoy a punto de ir a correr. Tengo que irme. Mi amigo está esperando para empezar. Ustedes vienen a la fiesta de Nochebuena que mis padres están realizando, ¿verdad? —Sus ojos están en mí mientras pregunta.

—Nunca no los perdemos.
—Mi madre sonríe. Mi respiración se contrae mientras me toca suavemente. El olor de su colonia sutil impregna el aire alrededor de mí, y todos los esfuerzos que he tomado para olvidarlo son ineficaces. Todavía lo adoro.

—Le diré a Sophie que estás aquí. —Se voltea para decirlo con una sonrisa encantadora—. Ha estado esperando por ti.

—Gracias —le digo, tratando desesperadamente de pensar en algo ingenioso para añadir. La caída de mi padre me tiene nerviosa, pero es más que eso. Cuando Peeta está por aquí, estoy asustada. Es como si mi mente redujera todos los atributos y cumplidos míos hasta que sólo soy una chica tonta con un enamoramiento en un hombre que puede tener a cualquiera que quiera.

Y él lo sabe.

2 G.P.A: Grade Point Average o en español Índice académico promedio.10

El titulo de la novela puede cambiar o no 😁