El día después de haber salido con Max y verlo manejar fuera de las carreras de la formula 1, Isabella despertó con Max desnudo y muy adormilado, a un lado de ella. Ella no quería despertarlo, por lo que decidió acercarse a él y abrazarlo levemente por su cintura.
Cuando de repente, sintió él brazo de Max rodeando su cintura, para acercarla más a él. Eso la asombro, pues pensaba que él estaba durmiendo muy a gusto, lo que no sabía era que él tenía un sueño ligero y podía despertar fácilmente. Ya estando ambos despiertos, ella comenzó a hablar.
Isabella – Lindo día, dormilón ¿dormiste bien?
Max – Bastante bien, recupere las horas de sueño. ¿Qué tal te sientes tú?
Isabella – Yo igual, me siento muy bien. Ayer me la pase bien en el drift
Max - ¿Solo en el drift? Dijo mientras miraba a Isabella
Isabella – En todo el tiempo que estuvimos juntos, incluso ahora me siento muy bien. Me gusto lo de ayer.
Max – Si, igual a mí. Desde que comencé a manejar ayer, me gustó mucho hacerlo en un lugar que no fuera en competencia. Por la noche todo estuvo incluso mejor. Dijo antes de besar a Isabella
Isabella – Si, la pasamos bien. Pero tenemos que levantarnos y hacer las cosas que tengamos pendientes. ¿No crees?
Max – No tenemos que hacerlo, podemos repetir lo de ayer por la noche. Y dejar los pendientes para después. Dijo mientras se posicionaba sobre Isabella.
Isabella – Me encantaría, pero por la tarde debo ir a entregar presentar algunos proyectos, no puedo no hacerlo. Dijo mientras intentaba evadir a Max, que se encontraba sobre ella, besando su cuello.
Max – Podemos hacerlo ahora, después bañarnos juntos y te prometo que te llevo a tu trabajo. Dijo mientras separaba las piernas de Isabella y se situaba entre ellas.
Isabella - Está bien, solo por esta vez. Dijo al levantar sus brazos y sostener por el cuello a Max para acercarlo y poder besarlo. - Confiare en que cumplas con llevarme a tiempo.
Y fue así que después de entregarse el uno al otro en esa habitación, en donde solo se podían escuchar gemidos y ligeros gritos, que terminaron de la mejor forma con toda la excitación y deseo que tenían. A pesar de terminar en la cama, en donde se encontraban principalmente, Max sujeto de los glúteos a Isabella, que se encontraba con ambas piernas y brazos abrazando a Max, él la llevo de esa forma a la regadera.
En donde seguirían teniendo sexo, expresando todo el placer y ganas que se tenían el uno al otro. Ninguno de los dos parecía querer parar, pero estaban agotados por su rutina matutina, que debido al cansancio pararon, no sin antes terminar primero con su actuación en la regadera.
Al terminar de bañarse juntos, decidieron comenzar a arreglarse para ir al trabajo de Isabella, ya estando ambos en el carro de Max, acordaron que, al salir Isabella de su presentación, Se verían de nuevo, para poder estar juntos antes de que Max se tuviera que ir de nuevo.
Ya que tenía que ir a su próxima carrera, la cual se llevaría a cabo en Bélgica y debía prepararse para poder obtener un buen puesto.
Al llegar al lugar en donde trabajaba Isabella, Max la acompaño a la entrada para poder despedirla e irse del lugar. La besó dulcemente, le dijo que después pasaría por ella y se fue a casa. Ella le respondió que lo vería después, mientras ingresaba a su lugar de trabajo.
En donde se encontraba su amiga Gemma, esperándola con un par de cafés en sus manos y con un rostro feliz.
Gemma – Te vi, no puedes mentirme. Con toda honestidad, puedes contarme que es lo que está pasando. ¿Cómo es que te veo besándote con Max? Se ve seria esa situación. Cuéntame todo. Dijo al entregarle un café a Isabella
Isabella – Hola Gemma, a mí también me da un gusto verte. Dijo en un tono sarcástico. Puedo decir que desde ayer estuvimos juntos, dormimos juntos y ahora me acompaño al trabajo. Tratando de sonar lo más tranquila posible
Gemma – Ya sabes que me da gusto igual, pero es más importante tú respuesta. Con dormir juntos te refieres a que ¿Tuvieron sexo? ¡No puedo creerlo! ¿Te gustó? ¿Qué tal estuvo? Pregunto casi gritando, de lo emocionada que estaba.
Isabella – Si, me refiero a eso. Me encanto estar con él, fue realmente bueno, desde ayer en la noche a lo que hicimos por la mañana. Me gusta mucho estar con él.
Gemma – Te ha cambiado, de verdad te gusta. Normalmente no te lograrían sorprender, pero se puede ver que tienen algo diferente. Me asombra que estés con él, desde ayer por la noche.
Isabella – Si, de verdad me gusta. Es sin duda diferente, ayer me la pase muy bien con él y hoy en la mañana también.
Gemma – Me alegro mucho por ti, me gusta verte así de feliz y que sea con él. Dijo mientras abrazaba a Isabella. - No dudes, en contar conmigo para cualquier cosa, somos amigas y estaré para ti.
Isabella – Gracias, sé que puedo contar contigo y tu conmigo, eso lo sabes. Puede que le diga a Max, que te presente con sus amigos pilotos. Puede que estés igual que yo.
Gemma – Eso me encantaría, es lo menos que puedes hacer por los años de amistad. Sería lindo.
Isabella – Si, estaría muy bien. Dijo mientras caminaba junto a Gemma, a la sala de reuniones.
Al finalizar la reunión, Isabella salió junto a su amiga Gemma de la empresa en donde ambas trabajaban. Al salir, se encontraron con Max recargado en su carro, esperando por Isabella.
Cuando estaban cerca de él, Max abrazó a Isabella, después de eso, ambos se separaron y él saludó a Gemma, que ya la había conocido en el GP de Francia.
Cuando terminaron de saludarse, Isabella invitó a Gemma a cenar con ellos, ella se negó, pero Max también insistía en que los acompañara, para poder conocerla un poco más, Gemma aceptó y los tres se dirigieron a un restaurante, para cenar y hablar un poco.
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Race Heart -Max Verstappen-
أدب الهواةVernos una sola vez fue suficiente para no dejar de pensar en ella, es todo lo que deseo y pienso cada día y en cada carrera.