Nadie podía creer que un niño haya nacido y crecido sin salir de cuatro paredes sin saber que es el mundo exterior.
¿Que clase de ser enfermo sería capaz de arrebatar la libertad a una alma inocente que nada le a echo?
Todo era un infierno hasta que...
Un nuevo día en el cual todo sería lo más normal posible para ellos.
-Cariño, ¿Desayunamos juntos?, Todos están abajo esperándote- informo Jimin moviendo un poco los hombros del contrario.
-¿M-mamá?- Pregunto entre sueños removiendose un poco.
Park sabía que aún era demasiado temprano para el menor pero no querían irse sin al menos convivir con él un poco aunque claro no lo obligarían.
-Si quieres seguir durmiendo esta bien, vendremos a despedirnos y hoy Jungkookie será el encargado de darte tus alimentos en la tarde, te amo mi pequeño- susurro lo último dándole un pequeño besito en la comisura de los labios.
<<Te Amo>>, ¿Realmente ese niño había invadido su corazón en tan poco tiempo al grado de amarlo?, Sí, definitivamente sí.
-Jiminie hyung...
-Si cariño- el menor se sentó en su cama tallando sus ojitos con una mueca ya que se había lastimado la rodilla. -¿Quieres ir a desayunar?- pregunto a lo que el blanquecino asintió. -esperame traeré una pijama limpia-
Hacia mucho frío a las cinco de la mañana (hora en la que despertaban para no llegar tarde al trabajo) por lo cual le emprestaria una nueva pijama y después saliendo del trabajo pasaría a comprarle algo.
Tomo una pijama mameluco color cremita y la llevo donde el niño cuando entró lo vio igual sentado a diferencia que está vez se cubría por completo con las sábanas luchando para no caer en los brazos de Morfeo.
-estoy aquí- aviso, -¿Necesitas ayuda para cambiarte o prefieres hacerlo solo?- pregunto mientras extendía el pijama.
Al no obtener respuesta se acercó a él tomándolo por los hombros y deshaciéndose de las sábanas.
-usted no m-me ara dañó, ¿verdad?- pregunto volviendo a tallar sus ojitos con el dorso de su mano.
-claro que no, solo cambiaré tu pijama, ¿Puedo?- el menor asintió y con mucho cuidado de no lastimarlo lo cambió.
-listo-
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-rico- sonrió ante la cálida sensación.
Park lo tomo en brazos para ir rumbo al comedor, el menor se acurruco en los brazos del contrario sintiéndose seguro pronto el ruido que hacía siempre en los desayunos, comidas o cenas cuando todos estaban juntos se hizo presente haciéndolo sonreír.
-pensé que no se despertaría el señor perezoso- bromeó Taehyung, -¿Cómo sigues?.
El menor solo sonrío apenado pues no había entendido lo que Tae quería decirle entonces no sabía cómo responder.
-tranquilo cachorro- Jin soltó una pequeña risita al darse cuenta de la duda del menor, -¿Tienes hambre?
A YoonGi le seguía dando mucho miedo admitir que tenía hambre o frío así como le seguía dando miedo descubrir cosas nuevas o hacer algo mal no podía evitarlo aunque sabía que ellos no podrían enojarse con él tenía miedo de su rechazo y de que lo llevaran de regreso a su mundo.
Extrañaba mucho a su tío Jay pero no quería volver, la herida de su pie debido a la cadena aún no sanaba pero estaba mejor, mucho mejor, tenía un cuadro agudo de anemia que sin duda poco a poco iba mejorando gracias a los tratamientos y comidas diarias.
Negó ante la pregunta de su mayor pues aunque si tenía hambre no quería admitirlo cosa que notaron todos.
-bueno pequeño murciélago siéntate por qué vas a desayunar- afirmó Namjoon, al blanquecino le causaban mucha desconfianza las sillas por lo cual tomo asiento en el regazo de Taehyung.
-murciegalo- repitió con una hermosa sonrisa a lo que todos rieron por la peculiar pronunciación.
Miro con duda y quizá miedo el vaso con leche tibia frente a él, no pudo evitar dudar entre sí tomarlo o no ya que él solo aceptaba la leche salada que le daba su tío en las mañanas o en las noches, la leche era demasiado salada y con un sabor extraño le caía mal al estómago al estar totalmente vacío pero poco a poco fue acostumbrándose... Era la única que no le hacia dormir y tener dolor al día siguiente.
Comenzó a comer solo las galletas con chispas de chocolate que estaba en un pequeño platito frente a él.
-Se enfriara tu leche si no la tomas- hablo Hoseok con una sonrisa.
-p-perdón- un nerviosismo con unas inmensas ganas de llorar se alojaron en su cuerpo cosa que no pasó desapercibida en especial para Jungkook él cuál tomo de la leche del menor, la saboreo un poco y después regreso el baso a su anterior lugar frente a él, todo esto bajo la atenta mirada de todos sus amigos.
-no tiene nada, puedes tomarla sin preocupación- le hablo con una sonrisa evitando a toda costa las miradas que le daban Jimin y Hoseok.
Si la leche tuviera algo Jungkook ya se hubiera dormido ¿No?.
Con una encantadora sonrisita tomo la leche con anhelo casi de un sorbo provocando sonrisas en todos haciendo qué Jungkook mostrara su peculiar sonrisa de conejo, Jimin hiciera su tan característico eyesmile, Tae su hermosa sonrisa cuadrada, Nam y Hobi mostraran sus hermosos hoyuelos y Jin le sonriera con orgullo abultando sus mejillas.
-veo que te gustó, eso es bueno te serviré más ¿está bien?- el menor asintió ante la pregunta de Jin.
-no se preocupe Jin hyung yo se la daré- habló apresurado Jung levantándose de su asiento.
Un pequeño pitido en el reloj de mano de Namjoon les avisó a todos que debían salir de casa ya para llegar a tiempo a sus respectivos trabajos.
-es hora de irnos...
-Jimin no me siento bien hoy, ¿podrías hacerte cargo de las clases?- pregunto Hoseok algo aturdido.
Todos lo miraron con detenimiento ¿hace un minuto estaba bien que le había pasado? pero después Jimin asintió con un <<no te preocupes yo me hago cargo>> Todos caminaban hacia la entrada de la casa hasta que SeokJin se detuvo.
-¿Quieres que te haga un chequeo antes de irme?- preguntó el doctor.
-no se preocupe hyung, solo tomaré una ducha y estaré bien supongo que solo es mi estrés- se excuso, -por cierto ya no es necesario que Jungkook venga en la tarde yo lo alimentare bien no se preocupe.
Los chicos se despidieron de ambos para salir al trabajo.
-bien Yoonie, ¿Quieres más lechita?- el menor solo asintió con una sonrisa mientras devoraba la última galleta en su plato, -¡Eso es!
Unos minutos después el menor se encontraba tomando una vez más su lechita está sabía algo diferente pero lo dejó pasar... Lamentablemente.
El sueño y la pesadez invadió su pequeño cuerpecito dejándolo un poco atontado, respira con pesadez al no saber cómo sentirse pero sus músculos están completamente relajados y no puede hacer nada contra eso.
