Las cenas en familia siempre se mantendrían como parte de la monotonía del día a día en la familia Madrigal. Ese mismo día, la familia reunida conversaba de lo más ordinario, casi unos encima de otros. Todo era mucho mejor que antes, cuando no hacían más que comer y escuchar los anuncios de recitaba la Abuela; aparentando ser perfectos.
Ahora, los cambios luego de la reconstrucción de la casita se sentían mucho más notorios cuando en medio de la cena se tenía que alzar la voz para tener la atención de todos.
-¡Adivinen qué! Si la vela aún estuviera aquí de seguro haría arder la casa por la tremenda improvisación que se mandaron Bruno y Camilo en el escenario -presumió la prima menor.
-¿En serio? Oh, me hubiese gustado mucho verlo -lagrimeó Pepa.
-Pepita, hay lloviznas -dijo Felix posando su mano en el hombro de su esposa-. Pero es cierto, Camilo, hace tiempo que no realizamos un show para el pueblo, ¿Por qué no organizamos otro? ¿No quieres volver al escenario en frente de toda la audiencia?
-Me... gustaría, sí.
Bruno notó como su sobrino no apartaba su vista del plato aún lleno de comida, se preguntaba si realmente quería hacer el show para el pueblo o solo dijo que sí para no seguir la charla.
-Podría hacer un show con el tío Bruno, y así la gente del pueblo no le tendrá más miedo.
La propuesta de Camilo realmente le llegó por sorpresa, ¿Él? ¿En un escenario? Recordaba que la última vez que hizo un show fue al rededor de sus 11 años, haciéndose el payaso frente a los otros niños para que se rieran, ya sea cruelmente, de él. No es que esa idea de agradaba, pero prefería causar risas antes de ser excluido y conocido como "el niño que maldice tu futuro".
La sola idea de tener a todo el pueblo sentado juzgandolo entre miradas y mormuros lo dejaba helado.
-No creo que sea mucha gente la que piense eso, pero no hay problema siempre y cuando Bruno acepte -aludió Pepa-, ¿Qué dices, Bruno?
Bruno tosió un poco antes de responder.
-Bueno, creo que tendría que pensarlo antes, no acotumbro a estar en frente con la atención de muchas personas, je, je -rió nervioso.
-¡Por favor, tío Bruno! Eres genial actuando -pausó su oración para bajarle a su entusiasmo-. Y la improvisación de hace rato, aunque fue algo bastante básico, lo hiciste espectacular.
Recibir elogios de su sobrino era de lo que se acostumbró más rápido, comenzaba a apreciar su mirada sobre él, y sólo él.
-Supongo... puedo intentarlo.
Inconscientemente había aceptado por todo ese tiempo que la pasarían a solas ensayando en lo que sea que organizarían, así tal vez luego se cancele dicha función, habrá valido la pena, pues habría pasado tanto tiempo con su sobrino Camilo.
Al día siguiente ambos se reunieron en el teatro junto a Mirabel pensando en ideas para la obra.
-¿Un drama clásico? Me parece algo trillado -opinó Mirabel y ambos chicos coincidieron.
-Algo que caracterizan a mis espectáculos son la principal obra, ensayada con guión, y para el final un show de baile acorde al tema del guión -dijo Camilo.
-Entonces primero tenemos que escribir un guión... ¿Sabes cómo? -cuestionó Bruno.
-No es mi parte favorita del teatro -Camilo hizo una mueca.
-¿No tendrás por casualidad alguno guardado?
Bruno sabía lo que decía, y se confirmó a sí mismo cuando vió el rostro de Camilo alzarse como si un recuerdo importante chocara contra su mente.
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Condenados [Bruno x Camilo]
FanfictionCamilo sufre ligeros episodios de depresión. Mirabel creyó que motivarlo a continuar con uno de sus hobbies favoritos lo ayudaría, y que con Bruno acompañándolos harían un trabajo espectacular. Pero tanto Bruno como Camilo confiesan sentirse condena...