Olvídate De La Sangre-(Hermione Granger y tú G!P)

Capítulo 4: Her.

____ Malfoy:

Estaba caminando hacia la siguiente clase con Harry y Ron, hablábamos de Quidditch.

-¿En serio?, Pero los de primer año, jamás entran en un equipo, ustedes deben ser los jugadores de Quidditch más jóvenes-dijo Ron con sorpresa.

-En un siglo... Según Mcgonagall-dije.

Por detrás vino uno de los gemelos Weasley.

-Felicidades chicos, Wood nos contó.

-Fred y George están en el equipo; Golpeadores.-dijo Ron.

-Nuestro trabajo es asegurarnos de que no te lastimes demasiado, pero... no te prometemos nada, es un juego muy rudo.-dijo ¿Fred? O ¿George?, No lo sé.

Me quedé en mí cabeza pensando y no me di cuenta que Hermione se sumó a nuestra charla.

-Pero... ¿Qué pasa si hago el ridículo?-dijo algo temeroso Harry.

-No temas a hacer el ridículo, está en tus venas- dijo Hermione.

Ron y yo nos miramos algo extrañados.

-Bueno, siganme así les muestro algo-dijo Hermione y comenzó a caminar rápido.

-Wow, Harry, nunca me dijiste que tu padre también fue un buscador-digo viendo una medalla.

-Yo tampoco lo sabía-me respondió.

Luego fuimos a subir las escaleras pero se movieron girando hacía la izquierda.

-Vayamos allí antes de que las escaleras se muevan de nuevo-digo Harry.

-N-no tienen la sensación de que no deberíamos estar aquí-preguntó Ron con su voz temblorosa.

-No debemos estar aquí, es el tercer piso, está prohibido-dijo Hermione.

Me le quedé viendo por un momento.

-¡Retirada!-dijo Harry.

Los cuatro nos dimos vuelta y vimos a un gato.

-¡El gato de Filch!-dije yo-¡corran!.

Llegamos a una puerta la cual intenté abrir, pero estaba cerrada.

-¿Qué haremos?-digo un poco agitada.

-Fuera de mí camino-dijo Hermione tirando de mí brazo.- ¡Alohomora!.-pronunció y se abrió la puerta.

-Bien hecho, Granger-dije.

Entramos y yo cerré la puerta.

-¿Alohomora?-preguntó Ron.

-El libro de hechizos, capítulo siete-dijo Hermione.

Por fuera se escuchó la voz del profesor Filch, pero luego se fue.

-Pensó que estaba cerrada-dijo el pelirrojo.

-Estaba cerrada-afirmó Hermione.

-Y miren la razón-dijo el pelinegro.

No lo podía creer, había un perro gigante con tres cabezas al frente de nosotros durmiendo. Aunque luego se levantó.

-¡AAHHHHH!-gritamos los cuatro.

Salimos corriendo de allí pero uno de los perros  había logrado meter un poco el hocico haciendo que tengamos que hacer fuerza entre los cuatro para poder cerrar la puerta y ahora sí, por fin, irnos de ese lugar.

-¡Qué creen que hacen!, ¿Cómo pueden tener algo así en la escuela?-dijo Ron.

-No se dieron cuenta, ¿Verdad?-digo yo agitada.