Uy, Quieto

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Sinopsis: Bakugou esta loca, pero Izuku aún más

...

Había llegado tarde del trabajo, lo único que quería la fémina ahora, era dormir junto a la persona que más amaba en su vida.

Se quito los tacones, guindo su saco y dejó el maletin en el sofá. Camino por los pasillos de esa casa con tranquilidad, rozando las paredes con la yema de sus dedos. Cuando llegó a su habitación la puerta estaba abierta como esta mañana, y podía observar un bulto en la cama.

«Aún está aqui». Pensó con alegría, caminando hacia el bulto sobre la cama, trepando sobre esta hasta posicionarse al lado del tibio cuerpo de Zuku. Su Deku.

- Hola, mí amor - saludo contenta -. He vuelto ¿Me extrañaste hoy?

Izuku se removió en la cama, tratando de no tensar demasiado las sogas que lo mantenían atado a esa cama. Soltó un quejido por lo bajo, sus muñecas ardían y poseía unos cuantos moretones en su rostro de la última vez que intento escapar. Katsuki vio su rostro contraerse adolorido y lo acarició con suavidad.

Como si ella no hubiera provocado esas heridas.

- No tendríamos que haber hecho esto por las malas si no hubieras intentado escapar, amor - dijo triste, pero sin un ápice de culpabilidad. Quito La mordaza de la boca contraria.

Izuku comenzó a tocer desesperado de recibir más aire en su pulmones.

- Kacchan, por favor. Dejame ir - suplico

- No, Izuku. ¿A dónde iras? Solo quieres dejarme, y no voy a permitirlo

Izuku sollozo. Solo quería irse, no había esperado que la situación se desenvolviera así para él.

- Shhh, no llores - acarició su mejilla -, yo se que me amas, a pesar de todo

- Kacchan por favor, si me dejas ir prometo que no le diré a nadie sobre esto, por favor, Katsuki

- ¿Como me llamaste? - preguntó enojada, y un gran pavor se reflejo en el rostro pecoso - Que no se te olvide algo - tomó al peliverde fuertemente de sus mejillas -. Pará ti soy Kacchan, Deku ¿entendiste? - el pecoso asintió ferozmente.

La rubia sonrió complacida, soltando el rostro contrario y volviendo a acariciar el revuelto cabello, calmando los nervios de Izuku.

- No voy a dejarte ir... Tu nunca lo hiciste - Izuku desvío la mirada arrepentido -. Tu me hiciste así. Con tus golpes, tu admiración ciega, tus celos. Si hoy estás en esta posición es por ti mismo. Las sogas ni siquiera estaban bien amarradas, pudiste huir si querías

Katsuki tenía razón. Podía escapar, irse y nunca volver, pero...

- Preferiste quedarte aquí - sonrió cínica - ¿Quien de los dos es el más enfermo? ¿El victimario que se enamoro del papel de víctima, o la víctima que se vuelve víctimaria?

- Yo iba a dejarte ir - dijo con la voz rasposa -, tu me engañaste. Me decías que me amabas mientras te revolcabas con Todoroki, él era mi amigo - dijo resentido

- Y al final lo mataste, porque me elegiste a mí para pasar la prueba, pero olvidaste que yo se donde esta el cuerpo

- Me chantajeas, por eso no me ido

- Siempre puedes irte del país, cambiar tu nombre, pero no lo has hecho - susurro

- No podría

- ¿Porque? - cuestionó ella

- Por qué aunque me sienta culpable, así te amo - respondió.

La rubia sonrió - Buen chico - felicito, acercándose y dándole un suave beso. - Nunca se te ocurra huir de mi, Zuku~♡

Piropos y Coqueteo | BakudekubakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora