Piropos y Coqueteo | Bakudekubaku

Y El Viejo Seguía Y Seguía

Su cuerpo sudaba y la tela del vestido se pegaba a su piel causándole piquiña y cierta incómodidad que no sentía casi por el calor del momento y el alcohol que recorría en sus venas.

Sentía su cabello estar pegado en su cara, revoltoso y enmarañado como siempre, con sus naturales rulos verdosos.

Sus piernas dolían por los tacones que lleva horas usando, y la botella de Vodka en su mano se Movía en todas las direcciones en las que Movía su cuerpo.

Ah, hace tanto tiempo que no se divertia de esa forma.

— ¡Hey, Todoroki! ¿¡Quieres mas!? —

Pronto mi amiga bicolor se acercó a mí, abriendo la boca mientras inclina su cabeza hacia atrás, yo destapó la botella y hecho un trago largo en su boca que ella toma sin dudar.

Hace tanto tiempo que no salía a divertirme con mis amigos.

Ochaco me hace señas para que me acerque, a lo que voy hacia donde él me llama.

— ¿Sucede algo? — le pregunte de cerca para que me escuchara por sobre la música.

— ¿Bailamos un poco? No se a donde se fue Tenya — asiento mareada, pegandome a él para comenzar a bailar al ritmo de la música que sale de los altavoces.

Estaba disfrutando del momento con mis amigos, hasta que sentí un toque en mi brazo izquierdo que me sacó de la pista de baile.

— ¿Qué demonio se supone que haces, Deku? — volteo a verla. Ja, esta molesta

Me suelto de su agarre de un jalón — ¿Qué te parece que hago, Katsuki? — inquiero altanera, no vendrá a joderme la noche —. Estoy divirtiendome. — le respondo, estoy tan ebria que se arrastran las palabras, aun así camino hacia la barra y me montón en ella.

Voy a darle un show para que recuerde quien era cuando me conoció, así que comienzo a bailar sobre la barra, con mi corto vestido moviéndose al son de mis caderas. Puedo sentir un montón de ojos sobre mi, pero más importante: Ella está viéndome, y a de estar muriendose de la ira en estos momentos.

Sigo bailando, escuchando los piropos y silvidos hacia mi. Todo iba bien hasta que alguien decidió que era buena idea tocar un poco de mi piel. Y luego se desató el caos.

Incluso mi ebria mente pudo distinguir el momento en el que comenzó la mini masacre. Solo tuvieron que pasar dos segundos para que el tipo que me tocó terminará en el piso por un fuerte puñetazo de mi novia.

Katsuki es demasiado celosa, y posesiva. Algo desesperante pero que también me encanta de ella.

— Nos vamos — en seguida soy tomada en sus brazos como si fuese un simple saco de papas.

Empiezo a golpear su fuerte y ancha espalda para que me baje ¡Quiero seguir festejando!

— ¡Bajame, Katsuki, dejame ya! — replique, el aire frío de afuera tocando mi rostro y eliminando algunos rastros de mi ebriedad.

— No, voy a llevarte a casa —

— No quiero — refunfuñe —. ¡Bajame, Bakugou, quiero seguir festejando con mis amigos!

Ella me baja de golpe, arrinconandome contra la puerta de un auto, volteo a ver de reojo si se trata del de ella y, lo confirmó al ver una foto de ambas pegada en el vidrio.

Ahora tengo ganas de llorar.

— ¿Porqué te estas comportando tan necia? — me preguntó, podía notar su exasperación y cansancio.

— Oh vamos... — susurre agotada, con unas irrefrenables ganas de llorar —, no todos los días tu novia se casara con alguien más... — y sin más mis lágrimas salieron. Sentía un frío congelarme, así que me abrace a mi misma para quitar el frío de mis brazos.

Ella seguía en silencio, con sus brazos aprisionandome contra el auto para que no escapara, no la entendio, dice que me ama, que soy lo mejor que le ha pasado, pero esta comprometida.

Lo está desde mucho antes de conocerme.

— Cariño — me llama de manera, con su mano derecha acariciando mi mejilla, la veo a los ojos —, lamento no haberte contado de eso antes.

Mi corazón se aprieta dentro de mi pecho. Ni siquiera lo ha negado.

— Dejame ir, Katsuki

— No quiero, Izuku

— ¿Porqué? — pregunto con la voz Rota — ¿Porqué te empeñas en esto, en no dejarme ir?

— Porque te amo a ti, Deku — besa fugazmente mis labios —, no hay nadie más a quien pudiera querer. Y todo ese asunto del compromiso lo estoy solucionando.

— ¿Lo dices en serio? — pregunto ilusionada.

— En serio, mi amor

Sin más, me lance a sus brazos, quiere abrazarla, amarla, sentirla. Quiero que sea solo mía.