¡No Sólo Te Lo Tragues, Saborealo!

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Sinopsis: Todo por nosotros. Todo por amor.

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Katsuki miraba con atención el cuadro colgado, en la pintura se podía reconocer a la señora Inko, a Yagi, Tenko, e Izuku.

Suspiro, sobando su cuello ante la anticipación. Lo que haría era una locura pero era lo único que podía hacer para ayudar a sus padres y hermanos, debía hacer este sacrificio por ellos.

Volteo cuando sintió la pesada presencia de Izuku tras él, aún le parecía sorprendente como era capaz de sentir a Izuku en donde sea, de sentir su presencia y llegar a donde él está.

— ¿Estas listo? — preguntó, a lo que asintió nervioso.

Esa noche había tenido su última comida como un humano, había comido el mejor curry picante del mundo y bebió vino por cortesía de Izuku. Duró también horas viendo su reflejo en el espejo, consciente de que nunca más volveria a ver a verlo y que sus ojos dejarían de ser castaños como los de su padre para pasar a ser de un color rojo intenso como los de Izuku.

Siguió a Izuku hasta su recamara y se recostó, cerró los ojos y trato de relajar su cuerpo. Pronto sintió un peso sobre él y cuando abrió los ojos se tomó con la mirada depredadora de Izuku y tuvo un escalofríos cuando sintió la respiración pesada en su cuello.

Varios besos fueron dejados a modo de distractor mientras sentía las manos de Izuku acariciar su cintura en movimientos círculares. Se concentró en otra cosa que no fueran los afilados dientes del hombre sobre él. Pensó en su madre enferma, en su padre que se había Endeudado para costear los tratamientos de su esposa, en Himiko su pequeña hermana y en Denki, su hermano de apenas once años.

Una última lágrima rodó por su mejilla, porque mañana no sería un humano, sería un vampiro que estaría atado para toda la eternidad a Izuku.

Sintió los colmillos clavarse con fuerza y gimió de dolor cuando sintió el veneno correr lentamente por su sangre, apretó los dientes y chillo, viendo todo borroso a su alrededor.

...

Caminaba entre los altos árboles con tranquilidad, se sentía liviano, como si flotara, unas ramas detrás de él se oyeron al romperse y sonrió con diversión, corriendo aún sabiendo que Izuku lo alcanzaría.

No sabía cómo llegó a ese lugar, que hacía allí y quien era antes de despertar. Solo sabe que se llama Katsuki y que es un vampiro que está atado a Izuku, pero no le molesta, es dulce con él, juegan en el bosque cuando el sol se oculta, lo lleva de caza y lo alimenta a diario.

No tiene idea de quien era antes de saber que era un vampiro, pero eso ya no le importa.

No cuando está entre los brazos de Izuku cuando lo atrapa, no cuando lo besa de esa manera alucinante.

Piropos y Coqueteo | BakudekubakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora