Piropos y Coqueteo | Bakudekubaku

A Lo Fleur

Sinopsis: La única alternativa para alguien que no pudo cumplir sus sueños, son la ingeniería y el estudio de componentes altamente peligrosos pero funcionales.

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Katsuki se reía de si mismo, claro que sí, y su yo de cuando dieciséis también lo haría, no, en realidad no se reiria, esta seguro que haría un berrinche y se comportaria como un niño mimado al que le quitaron su juguete favorito, y luego explotaria todo, sin falta.

Da gracias que no sucedió esa mierda cuando era un adolescente de mierda, porque entonces los héroes hubieran tenido que clamar a Dios por alguna fuerza que lo detuviera de quemar.

Da gracias, nuevamente, de que cuando ocurrió ya se había graduado y podía presumir de su título, que reposa ahora en su gran departamento junto al de su especialización en Química General en la mejor Universidad de Japón, que también reposaba al lado de su título de especialista en ciencias Naturales y Biológicas de un post grado que hizo en Honk Kong.

Claro, si el hubiera podido elegir que carrera ejercer hubiera elegido mil veces seguir siendo un héroe profesional, pero por culpa de un accidente durante una misión no podía hacerlo, él consideraba una nimiedad que lo hubieran puesto de reposo por tanto tiempo, pero al final tuvo que adaptarse a su nueva vida, y vaya que lo hizo, porque él no sería Katsuki Bakugo si no hiciera a la perfección todo lo que se propusiera.

Se había vuelto reconocido en el mundo de la Ciencia y la tecnología a favor de los héroes gracias a un pequeño prototipo que hizo que funcionó a la perfección en el traje de un pro héroe. El aparato era pequeño, y sólo estaba en fase de pruebas por lo que utilizarlo para una misión era riesgoso, y sim embargo funcionó — cuando él héroe que lo estaba probando salió de emergencia a una misión —. Consistía en brazalete que se conectaba a los visores de las mascaras de aquellos héroes — como Uravity — cuya finalidad era evitar que la tierra y escombros pequeños entrarán en sus ojos.

Bueno, El invento de él hacía que en la superficie de la máscara se mostrará una pantalla con pequeños equipamentos que funcionaban con comando de voz con la finalidad de mejorar el trabajo de los héroes en caso de contar con la ayuda requerida. Contenia visión nocturna, rastreador, un sensor de comunicación en caso de emergencia, un sensor de reconocimiento facial, lector de signos vitales y otra infinidad de herramientas que eran de mucha utilidad. Además de que el brazalete tenía un micro sensor de partículas de vidrio que formaban un escudo protector, que funcionaba para aquellos cuya particularidad era de corto alcance y no contaban con que protegerse de los golpes bajos.

Un invento que si bien fue hecho pensando en sus deseos egoístas de querer volver al trabajo de héroe, lo mandó a la cima, a la cúspide de la tecnología de avanze mundial como un recomendado por varios héroes de excelencia.

Y ahora se encontraba en I-Island, recostado en una suave cama en una muy espaciosa habitación, con su maleta a un lado abierta y mirando el techo. Ciertamente no era lo que planeaba con su invento, pero mierda, estaría mintiendo si dijera que no se sentía orgulloso de sí mismo.

Lo único malo para Katsuki, fue descubrir que su compañero trabajo – porque tenía uno, y era un ratón de biblioteca por lo que dijo Melissa –, era el misterioso inventor estrella que creó los ductos de transporte bajo el mar, el favorito de los Shield, no, no sólo eso. La verdadera putada fue descubrir que se trataba de su amigo de la infancia y a quien no había visto desde los doce años cuando se mudo a EEUU con su padre – obviamente Inko también se fue con él, pese a que ella prefería el estilo de vida que llevaba en Japón –. Ellos habían sido buenos amigos, pero cuando Izuku se fue no volvió a saber de él y eso desencadenó que su humor fuera una mierda, porque sólo días antes de irse Deku y él habían estado haciendo que sólo podía clasificar como vergonzosas, pero era un chico enamorado que se sentía traicionado por no haber sido avisado de su partida a EEUU.

Sin embargo lo aceptó, y aunque siguió perdidamente enamorado nunca habló con nadie del tema, y encontrarlo de repente en I-Island fue indescriptible, porque ver de nuevo sus verdosos rizos y sus pecas era una sensación indescriptible.

Izuku parecía sólo concentrarse en el trabajo, manteniendo el profesionalismo durante la creación de planos, borradores de ideas e inventos. Lo había visto empapado en aceite tantas veces que ya se había hecho a la común imagen de verlo con marchitas negras en sus manos y mejillas. Pero cuando no estaban en horario laboral, y cohabitanban el mismo espacio el pecoso se ponía tan colorado como una fresa.

Él no desaprovechaba la ocasión para molestar al pecoso, siendo coqueto, sensual y lanzando pequeñas indirectas que eran captadas después de cierto tiempo que duraba pensándolo, y verlo sonrojado era un deleite.

Y la verdad es que siempre se había imaginado a Izuku con el pasivo, sus fantasías lo evocaban de esa forma, y quiso comprobarlo un día, cuando después de un año de trabajo juntos recibió una respuesta a sus indirectas.

Sin embargo...

— Has estado provocandome desde que llegaste, ahora no abra poder que pueda detenerme de comerte entero — dijo con voz ronca, sintiendo el ligero olor al alcohol. —. Voy a romperte entero, y gemiras mi nombre toda la noche.

— I-Izuku, ¡Ah, mierda! — exclamó cuando el pecoso mordió su pezon.

¡NUNCA SE IMAGINO QUE DEKU SERÍA EL ACTIVO! Por dios, si cuando eran unos pubertos Deku era quien iba abajo, y ahora todo era al revés.

Y había amacenido con un mierdero dolor de caderas.