Tinky Winky. La la. Alberto

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Sinopsis: I could be a better boyfriend that him.

...

Las luces escasas del lugar iluminaban su rostro levemente. Estaba sentada en uno de los sofás mientras un trago descansaba a su lado, frente a ella la presencia de la dulce pecosa de sus sueños, usando un lindo vestido corto negro a medio muslo y de tirantes.

Izuku estaba con su novio muy tranquila, ella y Todoroki eran la denominada pareja perfecta de la universidad. ¿Y ella? Ella solo podía morir de celos de no poder ser Todoroki, él maldito tenía la suerte de poder recorrer el cuerpo de Izuku, de besarla y de llamarla cada día con algún mote cariñoso.

Suspiro y sintió el peso de Kirishima a su lado.

— Quiero irme a casa — le dijo, haciendo que Kirishima la mirara.

— ¿por? — Solo miró hacia dónde estaba la pareja, Kirishima lo entendío en ese momento, Katsuki ya no quería seguir viéndolos. — Esta bien, te llevaré a casa.

— ¿Ya se van? — pregunto Izuku, que se había acercado al ver a Katsuki levantarse del sofá.

— Me preguntaba si podrían llevar a Izuku a su casa, planeo quedarme un poco más pero ya Izuku debe dormir — hablo con voz monótona el bicolor.

Katsuki le miró asqueada, ¿acaso que él decidía lo que tenía que hacer la pecosa?

— Seguro, Katsuki ya se iba — dijo Kirishima sonriendo —, justo le iba a dar las llaves de la moto.

Katsuki miró al pelirrojo con intenciónes de asesinarlo.

— ¿En serio? — preguntó la pecosa —, no quiero ser una molestia, puedo tomar una taxi.

Katsuki chasqueo la lengua — No vas a tomar un mierdero taxi a esta hora, yo te llevo — dijo resignada.

Izuku salto rápidamente a los brazos de Katsuki para rodearle en un abrazo y agradecerle.

— Entonces me voy, tengan cuidado — dijo el medio albino antes de retirarse seguido del pelirrojo, que le guiño un ojo a Katsuki.

— Vámonos, Deku — ordenó, tomando a la chica de la mano para dirigirla hasta donde estaba la moto aparcada.

Ambas subieron y Katsuki arrancó.

— ¿en verdad quieres irte a casa? — pregunto mientras veía el camino.

La pecosa dudo un momento antes de responder.

— La verdad es que no...

Katsuki sonrió debajo del casco — ¿Te gustaría ir a una fiesta?

Sin pensar en consecuencias, Katsuki cambio la ruta destinada.

Cuando pararon, Izuku se dio cuenta que estaban en un club, no quiso pensar en lo que pasaría si su madre se enteraba que estaba allí y no con Todoroki como le había dicho, solo entró al lugar contaminado de gente de la mano de Katsuki para no perderse.

Llegaron a la barra donde Katsuki pidió un trago liviano para cada una y después de beberlo de un trago se dirigieron a la pista.

Izuku no podía negar que se estaba divirtiendo más con Katsuki en ese club que de lo que lo hacía con Todoroki, porque cada vez que salían ella siempre estaba sentada con una simple cerveza en la mano, y ahora había probado un trago de nombre raro que no sabía que existía. Por otro lado la rubia se sentía feliz, la euforia y adrenalina en sus venas era tanta que sentía que en cualquier momento se reirá como desquiciada.

Todo porque la pecosa estaba con ella.

Siguieron bailando un poco más, un poco más juntas, un poco más lento. La mano de Katsuki se situó en la cadera de la pecosita y la contraria se sintió tan cómoda que apoyo sutilmente su cuerpo contra el de Katsuki.

Se sentía también. La respiración de la rubia en su oreja y sus manos alrededor de su cuerpo y sutil estremecimiento en la piel.

Izuku miró de reojo a Katsuki, volteando la mirada y dándose cuenta de lo cercano que estaban sus rostros.

Podría besarla. Pensó, acercándose a la cara de la chica para rozar tímidamente sus labios, sintiendo el paraíso cuando al fin sus labios se unieron.

El destino tuvo que haber proclamado esto. Pensó Katsuki. La tomó de la mano para darle la vuelta y besarla con fuerza, siendo torpemente correspondida.

Izuku se separó un poco de la rubia para mirarla — Quiero ir a casa — dijo agitada.

Katsuki se sintió horrible, creyó que le había gustado al menos un poco, así por lo menos podría meterse bajo su piel y hacerla dudar.

Lo que Katsuki no sabía es que no necesitaba hacer dudar a la pecosa ni mucho menos intentar conquistarla.

La peliverde la tomó de la muñeca cuando la rubia se iba a dar la vuelta para salir, haciendo que Katsuki volteara a verla confundida — Quiero ir a tu casa — explicó.

Katsuki sintió su corazón acelerarse y sin perder tiempo jalo a la chica hacia la salida para que se pusiera el casco y subiera a la moto, manejando tan rápido que el recorrido de treinta minutos hasta su casa se convirtieron en diez.

Katsuki abrió la puerta para ella — Primero las damas, Deku — expresó con caballerosidad.

No habían entrado bien cuando ya Izuku estaba contra la pared.

...

Al otro día, cuando Todoroki se preparaba para salir a buscar a su novia e ir a la Universidad, un mensaje nuevo en su bandeja de entrada lo detuvo, apagando el auto para revisar la notificación.

Al leer el mensaje solo pudo suspirar aliviado y enviarle una felicitación a Izuku, luego de eso volvió a encender el auto para ir a buscar a Momo.

Mensaje de: Izu-Izu

Izu-Izu: ¡Si le gusto!

Piropos y Coqueteo | BakudekubakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora