La Gente Inventa Cada Pinché Perra Mamada

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Sinopsis: Verdad o Reto.

...

Katsuki se encontraba jugando con sus amigos durante el primer receso al antiguo juego de Verdad o Reto, le parecía algo infantil, pero vamos, están en secundaria, pueden darse el lujo de ser todo lo infantil que quieren.

— ¡Muy bien, Bakugou! — exclamó un chico gordo de cabellos marrones —. ¿Verdad o Reto?

Los demás en el grupo se veían emocionados, ya sabían que eligiera reto.

— ¿Qué crees, extra? Obvio que reto.

El chico sonrió maligno — ¡Te reto a que te le confieses a Midoriya! — los demás chicos miraron al peli marrón preocupados.

— ¿ah? ¿Quien es ese? — inquirió enarcando una ceja.

Los otros miraron sorprendidos a Katsuki.

— ¿cómo no sabes quién es? — preguntó uno de cabellos azules

— Cierto, Literalmente todos hablan de él — concordo otro

Katsuki se miró muy confundido — No tengo ni idea de quien es el imbecil que me dicen.

Kaminari, un chico de su grupo le miró ofendido — ¿Vives bajo una roca? ¡Es el capitán del equipo de fútbol! Gracias a él logramos pasar las finales interestatales — informó.

Katsuki alzó las cejas y los hombros desinterésado — En fin, no lo haré, no me gustan los chicos.

— ¡Solo es un reto, Bakugou! ¿O acaso te da miedo? — Katsuki miro enojado hacia el panson.

— ¿donde mierda lo encuentro? — preguntó con mucho dolor en su orgullo.

Kaminari sonrió divertido, había caído facilitó. — En los vestidores, o si no, prácticando con los demás.

...

Katsuki no podía creer que estaba haciendo esto en serio, ¡No podía creer que estaba a punto de declararsele a un chico que para colmo no conoce!.

Entró a los vestidores de golpe, viendo como el único que estaba allí era un pelinegro que se cubría los testículos con una toalla.

— ¿No sabes tocar? — preguntó indignado.

Paso de largo las palabras de su sempai — ¿Dónde está, Deku?

— ¿Deku? — preguntó confundido.

— ¡El jodido capitán del equipo de fútbol! —  explicó exasperado.

El pelinegro pego un brinco en su lugar ante el grito — ¡A-ah, ya se! Hablas de Midoriya Izuku, no Deku.

— Yo llamo a ese imbecil como se me de la gana — replicó ofuscado.

Que carácter. Pensó Kirishima — Él está terminando de guardar los balones en la cancha. — explicó, viendo al rubio chasquear la lengua e irse sin siquiera dar las gracias.

Cuando Katsuki llegó a la cancha vio a un chico de cabello verde que daba con la descripción de Kaminari.

Ojos verdes, pecas, cabello verde y revoltoso. Si, es a quien busco.

— ¡Hey tu! — le llamo, haciendo que el peliverde (que estaba tan concentrado en acomodar los balones que no noto la llegada de alguien) se le cayeran los balones de los nervios.

Volteo a buscar a la persona que le llamó, viendo curioso a un chico peliceniza que le miraba con el ceño fruncido y rojo (no sabía si de molestia o vergüenza).

Se señaló a sí mismo — ¿yo?

Katsuki rodó los ojos — No, imbecil, el balón detrás de ti ¡obvio que a ti, tarado! — Izuku pego un grito a la indiscriminada manera de gritar el rubio y de insultarlo. Se acercó a él y una vez estuvo frente a él rubio le sonrió incómodo.

— ¿Me llamabas?

— Si, así que será mejor que me escuches y lo hagas con atención porque no diré esta mierda de nuevo — le señaló.

— ehhh, esta bien, pero dejame de apuntarme con tu dedo por favor.

Katsuki respiro profundamente — Me gusta, chico con cabello de arbusto —

Un silencio se puso sobre ellos en ese momento.

Izuku sonrió más tranquilo, encontrando entonces la razón por la chico se mostraba tan rabioso.

Seguro lo retaron. Izuku no podía estar más en lo correcto.

Katsuki se sonrojo viendo la sonrisa del peliverde.

Es lindo...

— ¿Sabes? Cuando le dices a alguien que te gusta no lo insultas — comentó divertido.

Katsuki enrojecio aún más cuando el peliverde se empezó a reír.

— ¡No te burles, Deku!

— Ese no es mi nombre — corrigió.

Katsuki se cruzó de brazos — Es un apodo, y te queda de maravilla, ni siquiera me has dado una respuesta decente. — señaló, pensado en que estaba siendo ridículo.

¡Es solo un reto! No debería importarme...

El peliverde dejo de reír para mirar al rubio con amabilidad.

Katsuki ya sabía que le diría con esa mirada, es la misma que utiliza su madre cuando rechaza a alguna persona de su trabajo o de la calle.

— ¿Qué dices si antes te invito a salir? — Katsuki le miró sorprendido «pensé que me iba a rechazar» —. El sábado, te mandare la dirección en el transcurso de la semana.

Katsuki enrojecio (más si era posible) cuando Izuku le beso la frente antes de llevarlo a la salida de la cancha.

¡Se supone que no me gustan los hombres!. Pensó confundido.

Piropos y Coqueteo | BakudekubakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora