Muchas veces nos aferramos a relaciones que nos hacen daño, simplemente decidimos quedarnos por miedo a estar solos o volver a empezar con alguien más. Porque la verdad, el amor es complicado, pero nunca es tarde para un nuevo comienzo.. .
Liz Torre...
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Andrea nos miraba con dolor y se notaba que contenía las lágrimas frente nosotros.
¿Qué ocurrió aquí?
Si anoche ella estaba tan feliz con Aaron por su compromiso.
No entiendo como se enteró de la verdad, porque dudo mucho que Aaron se lo contara.
-Andi calma si -intenté acercarme pero se alejó con rapidez.
-Tú ni me hables, que te prestaras para esta mentira me dolió Raell -escupió llena de dolor.
Me sentí miserable. Porque no tenía justificación lo sé.
-Los dos me vieron la cara de estúpida -se cubrió el rostro con ambas manos frustrada-. A ti te veía como una amiga Liz y resulta que eras la otra de Aaron -negó la cabeza como si esto la torturara.
Y la verdad es que esto está torturando a todo el mundo.
-Andrea no tengo perdón lo sé -comenzó Liz-, yo sabía que Aaron tenía novia y aún así me arriesgué por egoísta.
Admitió su culpa.
-¡Y no sólo eso! Te hiciste mi amiga y la novia ficticia de su mejor amigo ¡eres tremenda ah!
Liz negó la cabeza, -Yo no planifique esto, Aaron inventó todo cuando llegaste al restaurante aquel día -se defendió.
-Chicas, creo que deberíamos hablar esto dentro de la oficina.
Les sugerí al ver que estábamos llamando un poco la atención, estábamos en un pasillo poco concurrido pero igual las oficinas vecinas nos podían escuchar.
Ellas no dijeron nada así que yo mismo las guíe adentro del cubículo de diseño, allí estaba Andrew concentrado en la computadora y cuando nos vio entrar frunció el ceño. Le hice seña negando la cabeza para que no preguntara nada y asintió confundido.
-¿Desde cuando tú y Aaron se revuelcan? -Andrea preguntó con una crudeza fatal.
Estaba enojada, ella era muy pacífica y el qué esté hablando así demuestra que está perdiendo los estribos.
-Tenemos casi un año de novios -confesó Liz.
Andrea levantó las cejas, impresionada de la hostia.
-¡Madre mía! -soltó un jadeo histérico-, con razón todo empezó a ir mal desde entonces, si ya me tenía reemplazo -ató cabos sueltos.
-Andrea yo...
-Te vas a sentar y me vas a contar todo, porque necesito cerrar este capítulo de mi vida hoy mismo -demandó ella sin dejar terminar a Liz.
Se sentó en una de las sillas y Liz suspiró cansada.
-Tienes razón, hay que terminar con este drama de una vez.
