Capitulo IX: ¡Raell Traidor!

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La noche llegó por fin y sinceramente fue el día más largo y lleno de tensión que tuve en mucho tiempo

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La noche llegó por fin y sinceramente fue el día más largo y lleno de tensión que tuve en mucho tiempo. Entre simular con mis amigos que soy novio de Liz y soportar las miradas de advertencia que me da Aaron cuando tengo mis impulsos cariñosos con ella, se me agota la calma.

Es que no puedo evitarlo, esa chica tiene algo que me tienta a protegerla y brindarle mi ayuda. Se me da natural ser bueno con ella, animarla, procurar que se sienta bien en todo momento. En realidad con toda persona soy servicial, amable y procuro brindar mi ayuda siempre que puedo, porque eso hace todo hijo de Dios, pero esa chica en especial logra sacar mi lado más humanitario.

Y no es compasión, es ternura lo que produce en mí. Me gusta su aura, es sencilla, humilde y bondadosa. Aunque aún así es determinada, testaruda y curiosa. Eso me descontrola un poco pero puedo vivir con ello.

La observé desde mi lugar en la terraza, estaba con las otras chicas cerca de la piscina fingiendo estar interesada de su conversación. Era muy parecida a mí, le gustaba hablar de todo, menos de dinero y posicion social. Quizás por eso logré apreciarla desde el primer momento, en mi mundo es muy difícil saber quien se te acerca de corazón o por algún interés y ella ha demostrado que es por lo primero.

—Te tiene flechado esa chica ah —Carlos hizo acto de presencia y logré aterrizar de mis divagaciones.

—Es una buena chica —admiti y él asintió.

—Debe serlo, tú no eliges a cualquier mujer.

Mis amigos me conocían bien, siempre he sido muy selectivo con quien salir. Aunque Liz no era el caso, porque ella no era mía. Y no lo negaré, es el prospecto de chica que cumple mis espectativas, pero su historia con mi amigo Aaron es un gran alto para mí, él es como mi hermano y le debo lealtad. Además; ellos se aman a su peculiar manera y con eso yo no podría nunca. Ni siquiera considero una posibilidad con esa chica, es prohibida en muchos sentidos.

Pero eso mis amigos no lo saben, así que debo seguir con mi actuación.

—Sea la razón que sea, espero ser alguien importante en su vida —le respondí a Carlos con sinceridad, sé muy bien que ella no es mía en sentido amoroso, pero como amiga si quisiera tenerla. Ese instinto de protegerla está en mí y no creo que se desprenda tan fácil.

Mucho menos conociendo su situación actual.

—Y yo espero de todo corazón que sepa corresponderte amigo, porque te mereces una buena mujer —me deseó Carlos, dándome una palmada amistosa en el hombro.

Le creí sus buenos deseos, a pesar de ser un capullo muchas veces, era sincero. Quizá por ser demasiado sincero, parecía ser un capullo siempre.

—¿Interrumpo?

Escuchamos de pronto a nuestra espalda la voz de Aaron, se acercó a nosotros en el balcón y se posó en medio de Carlos y yo. El silencio se hizo presente.

Arriésgate Liz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora