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Todo comenzó a cambiar desde que nos mudamos, por suerte todos en mi familia pudimos adaptarnos a nuestra vida eso me ponía demasiado contenta. Una vez más mientras me preparaba para ir a dar un paseo por el pueblo con mis hermanos tomé mi bolso metiendo algunas cosas necesarias para después cepillarme el cabello, mis hermano no tardaron en volver apurarme para irnos.
Creo que deberían calmarse un poco, la belleza cuesta. No nadamas pasa.
Antes de que vinieran a sacarme de mi habitación arrastrando tomé la tela en la que estuve trabajando durante algunas noches para convertirlo en un pañuelo y lo había bordado poniendo flores y la inicial de Mariano.
- ya, ya, ya.. ¡Ya estoy lista!. - frunci mis labios ya que mi hermano mayor me sacó de la habitación tomandome del brazo. - me tratas cómo una bebé, Alan.
- es que habiendo tantos idiomas solo entiendes cuando te jaloneo.
Rodee mis ojos divertida, tomé la mano de uno de mis hermanitos mientras los demás hacían lo mismo y comenzábamos a caminar por el pueblo; cumpliendo algunos antojos de mis hermanos comiendo alguna que otra chuchería. Mis hermanitos morían de ganas por conocer los dones de la familia Madrigal. De momento no los hemos podido conocer aún ya que supuestamente están teniendo algunos inconvenientes.
Por suerte somo muy pacientes.
Mis hermanos mayores me habían dejado con los niños para cuidarlos mientras jugaban en los columpios... ¿y los mayores dónde están? Hablando con chicas. Pfff. Ni están tan guapos, ni siquiera se han bañado en tres días y ya se creen muy galanes.
Mientras me perdía en mis pensamiento noté a Mariano que estaba cercas.
- no se vayan a mover de aquí, ya vuelvo enanos.
Fue lo que les dije antes de comenzar a caminar sacando de mi bolsa el pañuelo y el dibujo que de él que no le había podido entregar ya que teníamos mucho sin vernos y quería aprovechar la oportunidad, por andar distraída choque con una chica de cabello corto... noté que con su mano buscaba algo.. uy, sus lentes. Los tomé y se los di en la mano.
- lo lamento muchísimo, no te vi.
- ay, no te preocupes. Soy un desastre andante. - respondió ella con una sonrisa.
- oye, ¿eres Mirabel verdad?.
- y tú debes de ser parte de la familia nueva que se mudo ¿no es así?.
- así es, soy una de la familia. - reí un poco. - te reconocí por el mural, lo llegué a ver hace unos días.
- oh, ¿entonces ya conociste a mi demás familia?.
- no exactamente.
- pues puedo empezar si es lo que quieres. - dijo ella bastante alegré.
Antes de poder decir algo mis hermanitos llegaron hacia donde estábamos y comenzaron hacerle preguntas a la chica.
-Ok, ok. Hay muchos niños aquí. ¡Rompimos el hielo! Yo creo que es momento de... ot-tra ro-nda.
Mientras Mirabel hablaba con mis hermanitos aproveche la oportunidad para poder acerque a Mariano que se encontraba sentando en unas de las bancas sentadas. Con algo de vergüenza me senté en la misma banca estando un poco más alejado de él.
- hola Mariano. - le sonreí un poco.
- ah, hola... ¿_____, verdad?
Que gracioso, su actuación si que era buena.
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𝐌𝐢 𝐄𝐧𝐜𝐚𝐧𝐭𝐨 | Camilo Madrigal
FantasyCamilo, deja de cambiar tu apariencia ya noté que no eres Mariano.