"Just between us, did the love affair maim you, too?"
Remus Lupin
24 de junio, 1981
Decidí tomar un baño para despejar mi mente. El agua caliente y el jabón de vainilla de Meredith, que seguiría comprando muchos años después, hicieron que mis inquietos pensamientos se calmaran un poco. No sabía de dónde había salido ese instinto extraño, no me había ocurrido ni cuando Meredith salía a misiones. Me preocupaba, claro, pero sabía que ella era buena, confiaba en eso, en su habilidad natural de ser la mejor.
Cuando Meredith no preparaba el desayuno, tenía que conformarme con unos simples cereales, era una suerte para mí que a ella le encantara cocinar y, además, lo hiciera bien. Aún tenía mucho tiempo para que Sirius llegara a ayudarme con la mudanza, por lo que con un movimiento de varita saqué largos pedazos de tela que puse sobre los muebles para evitar que se empolvaran, así como quitar la decoración de los objetos y paredes. Al ver el apartamento así, tan simple, fue como si nadie viviese ahí.
Quería ir a comprar algo para cenar, pero me di cuenta de que era mejor esperar a que Meredith y yo estuviésemos solos para decidir cómo celebraríamos el inicio de la nueva etapa de nuestras vidas. Estaba emocionado. Muy emocionado. Era como si las piezas del rompecabezas que era mi vida se estuviesen acomodando sin forzarse; podría haberme parecido sospechoso si no hubiese estado tan feliz en aquel momento.
Después de unas cuantas horas por fin Sirius entró al apartamento. Nunca tocaba la puerta, pero tampoco me importaba mucho, tenía una habilidad especial para saber cuándo aparecerse.
—¡Lunático! —exclamó al llegar a la sala— Veo que has comenzado sin mí.
—Solo guardé las cosas de la sala y la cocina —respondí, él entró directo en la habitación y lo seguí con cautela. El objetivo principal de su visita era ayudarme a decidir con qué cosas valía la pena quedarse y cuáles podríamos donar, y por donar se refería a quedárselas él mismo.
—Padgy me dio esto para que lo guardes —informó, extendiéndome la cámara de Meredith—, admito que estuve tentado a quedármela.
—Como si no la tomaras cada vez que quieres —respondí negando con la cabeza. Guardé la cámara en una caja junto al álbum de fotos que Meredith había estado juntando desde que comenzó con su pequeño pasatiempo de retratarlo todo.
—Ya ha durado mucho esa cosa —comentó Sirius mientras curioseaba entre nuestras pertenencias.
—Al menos uno de los dos la cuida —respondí sonriendo. Con un movimiento de varita saqué toda la ropa de Meredith, no me había dicho qué quería o no guardar, por lo que empaqué todo, ya podría desechar algo después.
—Me ofende muchísimo no haber visto aun la susodicha casa perfecta —dijo Sirius mientras movía su varita para vaciar los cajones—. Guardas muchísima basura, Lunático.
—Como sea —lo miré para asegurarme de que no se deshiciera de algo importante, aunque los objetos nunca me habían importado demasiado, estaba más aferrado a las personas que a las cosas—. Puedes venir a verla esta noche —propuse, de repente emocionado por compartir ese momento no solo con Meredith, sino con el resto de mi familia, que eran ellos.
—¿De verdad?
—Claro, podemos invitar a Peter también —me encogí de hombros—. Seguramente Marlene y Dorcas vendrán también.
—Oh, como una gran familia feliz —exclamó en tono meloso, pasó su brazo alrededor de mis hombros y sonrió con actitud infantil.
—¿No eres feliz conmigo? —imité su tono y parpadeé rápidamente frente a su cara. Sirius soltó una carcajada y me dio un abrazo antes de seguir curioseando entre mis cosas.
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Viejos amigos | Remus Lupin | Merodeadores
Fanfiction-Parecen muy cómodos juntos -respondió Remus encogiéndose de hombros. Fruncí el ceño. -No hablas en serio -alcé una ceja-. No me gusta Sirius. -¿Qué? -parecía desconcertado, lo cual, por alguna razón, hizo que me molestara aún más- ¿Por qué no? -¡Po...