Viejos amigos | Remus Lupin | Merodeadores

6. Otra perspectiva

"You. That's what happened, you"

Remus Lupin

20 de septiembre, 1975

Sirius y James no paraban de reír mientras el profesor Flitwick nos hacía repasar el encantamiento incendio, pues uno de nuestros compañeros simplemente no podía hacerlo funcionar.

—Merlín, cómo llegaron tan lejos —dijo Meredith, me reí ante su descontento. James y Sirius eran bastante despreocupados, pero su extraña inteligencia los ayudaba bastante.

—No preguntes —respondí riendo. Aun no me acostumbraba a ver a Meredith tan cambiada. Como todos, había crecido un poco durante las vacaciones, pero noté de inmediato cuando la vi en el tren que su rostro y su cuerpo habían cambiado un poco también; además, peinaba su cabello de una forma diferente cada día y siempre llevaba colorete y algo que acentuaba sus pestañas. No podía negar que se veía hermosa.

Un grito interrumpió nuestra conversación. Charles había logrado completar su hechizo, pero comenzó a incendiar la barba de Flitwick. El profesor la apagó rápidamente.

—Pueden retirarse —pidió, aun con una cara de susto y golpeando su barba por si el fuego resurgía.

—Eso fue lo más idiota y a la vez más divertido que he visto —dijo Sirius una vez que llegamos al patio.

—No creo que el profesor Flitwick piense eso —comentó Meredith, sentándose a mi lado.

—Oh, vamos, Padgy, dime que no te pareció gracioso —él le dio un ligero golpe en el hombro y ella se lo devolvió.

—Está bien, sí fue un poco divertido —admitió.

James se aclaró la garganta con energía.

—Oye, Padgy —dijo—, ¿no tienes entrenamiento? —preguntó, no era para nada sutil. Meredith alzó una ceja.

—En un rato —respondió. Al ver que James no respondía, se puso de pie—. Supongo que los veré después.

Tomó sus libros y se fue, no sin antes darle un ligero golpe en la cabeza a Sirius, quien reía por lo bajo. Pensé en la posibilidad de él y Meredith como algo más que amigos, y no supe cómo sentirme. Si a ella le atraía Sirius, tal vez que estuviesen juntos me obligaría a dejar de pensar en ella como algo más.

—¿Qué fue eso? —pregunté. Sirius, James y Peter me dedicaron unas sonrisas radiantes.

—Hoy es un día histórico, mi amigo —anunció Potter.

—Hemos conseguido lo impensable, lo inimaginable, lo imposible, lo increíble —continuó Black con dramatismo.

—¡Lo inaudito! —concluyó Peter, alzando los brazos al cielo.

—¿De qué demonios están hablando? —pregunté por fin. Ellos no quitaban las sonrisas de sus caras. James se acercó a mí en tono confidencial.

—Se completó el plan con éxito —susurró.

Lo miré con los ojos muy abiertos. Por supuesto. No lo había tomado muy en serio cuando me lo dijeron, pero era obvio; no habían estado concentrado en clases desde que comenzó el curso, pero siempre estaban estudiando.

—No lo hicieron —respondí sorprendido, pero sus sonrisas no dejaban lugar a dudas.

—Lo verás esta noche —dijo Sirius. No podía creerlo. Animagos, mis amigos se habían convertido en animagos.

*****

29 de octubre, 1975

—¡Remus! —Meredith corrió hasta mí y me dio un fuerte abrazo— Te he estado buscando por todas partes.