Luna Fría (Reyes Volturi)

Capítulo Ciento Dos || Siete años

Tan pronto como Embry llegó a casa, saltó a la ducha. Cerró los ojos y dejó que el agua fría lo bañara mientras trataba de aclararse la cabeza. Todo en lo que podía pensar era en Alessia. Sus pensamientos eran principalmente sobre su relación y el hecho de que ella era un vampiro. Quería que las cosas fueran iguales a como eran antes, pero el hecho es que no era así. A partir de ese día en el campo, su mundo comenzó a desmoronarse. Todo lo que podía sentir era ira, dolor y tristeza. Incluso cuando estaba cerca de Alessia, el dolor y la tristeza se convirtieron en ira. Se sentía como si hubiera un gran agujero donde solía estar su corazón.

Un suspiro de frustración salió de sus labios. Quería reunir lo que quedaba de su relación. Quería que todo volviera a la normalidad, pero no estaba seguro de que pudiera hacerlo. Embry hizo todo lo posible por dejar los pensamientos a un lado mientras comenzaba a lavarse el cabello. Sin embargo, sólo parecieron volver a entrar. No podía sacar de su mente la imagen de Alessia en el barco cuando casi ataca al hombre. Sabía que ella quería alimentarse de animales, pero el camino por delante sería difícil. No era como con los Cullen, donde se apoyaban mutuamente en el estilo de vida. En los Volturi, ella era la única que optaba por alimentarse de animales. Ella no tenía el mejor sistema de apoyo. Incluso en el barco era como si Aro estuviera tratando de sabotearla. Le preocupaba que ella terminara como el resto de los Volturi.

Cuando llegara ese día, ¿qué haría? ¿Continuaría e intentaría tener una relación con ella o la dejaría para vivir su nueva vida con los Volturi? No podía imaginar su vida sin ella, pero al mismo tiempo no estaba seguro de poder seguir siendo amigo de ella si terminaba en ese camino. No creía que pudiera ser amigo de alguien que matara humanos. Embry sabía que Alessia no había elegido esta vida por sí misma, sabía que si podía volvería a ser humana en un santiamén. Sin embargo, eso nunca sucedería.

Maldiciendo entre dientes, se lavó el jabón del cabello y se apresuró a limpiar su cuerpo. Una vez que estuvo todo limpio, cerró la ducha y agarró una toalla, secándose antes de salir de la bañera. El joven se puso rápidamente un pantalón de pijama y se sentó en su cama mientras arrojaba la toalla mojada al suelo. Miró hacia su escritorio y vio la foto de Lis y él besándose. Ese día le había estado haciendo cosquillas intentando ganar la pelea para tomarles una foto a los dos. Finalmente ganó y pudo tomar una foto. La había besado mientras ella intentaba no reírse. Eso había sucedido unos meses antes de que Bella y Edward se casaran.

Embry se obligó a mirar hacia otro lado y se recostó en su cama mirando al techo. No podía creer lo diferente que era su vida hace solo seis meses. Nunca se hubiera imaginado que esto era lo que le llevaría. El cambiaformas dejó escapar un suspiro mientras cerraba los ojos. En el fondo sabía que no podía arreglar las cosas, sabía que las cosas nunca volverían a ser como eran. Embry odiaba admitirlo, pero iba a tener que aprender a vivir sin Alessia. Ahora, antes de que las cosas empeoraran, necesitaba descubrir cómo estar sin ella. Necesitaba poner distancia entre ellos, será mejor para los dos. Se quedó allí durante algún tiempo mientras intentaba aclarar su mente, y finalmente se quedó dormido.

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A la mañana siguiente, Embry se despertó con el sonido de la alarma de su madre. El cambiaformas gimió y se tapó la cabeza con la manta. Quería volver a dormir, sin embargo, el sonido de su madre moviéndose mantuvo su atención. Después de que pasaron unos minutos y no volvió a dormirse, un gemido de frustración abandonó sus labios mientras se quitaba las mantas del cuerpo. El joven se levantó de la cama a regañadientes y se dirigió a la cocina. Tan pronto como salió de su habitación, vio a su madre en el mostrador preparándose el café de la mañana.

"Buenos días mamá". Embry dijo mientras tomaba asiento en el mostrador.

"Buenos días, Em." Dijo la mujer mientras vertía su café en la taza. "¿Cuando llegaste a casa?"