Luna Fría (Reyes Volturi)

Capítulo Ciento Veinticuatro || Almuerzo

Fue la siguiente tarde nublada cuando Alessia se encontró parada frente a Canis mientras agarraba un papel. Alice, Bella, Esme y Rosalie se pararon a cada lado de ella mientras tomaba una respiración nerviosa. Después de que todos se fueron ayer, ella y sus compañeros hicieron algunos avances en la planificación. Habían podido reducir los colores a tres combinaciones. Rosa polvorienta y verde salvia, burdeos y gris, o azul marino y dorado. Si era tan difícil decidirse por los colores, no podía imaginarse cómo sería ir de compras. La idea hizo que se le revolviera el estómago.

"¿Estás bien, Lissie?" El sonido de la voz de Rose llamó su atención.

"Oh, sí, estoy genial". Respondió la niña.

Una leve sonrisa se formó en los labios de Bella cuando fue a abrir la puerta. "No mientas." Dijo la hermana mayor de Swan.

Lis puso los ojos en blanco mientras ella y las otras mujeres entraban. Lo primero que notó Alessia fue toda la gente. A diferencia del restaurante vacío de la vez anterior, el edificio estaba lleno de clientes. La recién nacida rápidamente fijó su mirada errante en la anfitriona. Una cálida sonrisa se extendió por sus labios mientras saludaba a la mujer. "Hola, somos parte del grupo Volturi."

"Por aquí." Dijo la mujer mientras las conducía a un área privada en la parte trasera del restaurante. Tan pronto como las mujeres entraron y se unieron a las demás en la mesa fue cuando decidió preguntar si necesitaban algo. "¿Hay algo que pueda ofrecerles, señoras?"

"Ya ordenamos, gracias." Athenodora le dijo a la mujer, despidiéndola rápidamente en el proceso.

"Por supuesto." Respondió la anfitriona. "Si necesitáis algo, no dudéis en preguntar". La mujer salió rápidamente de la habitación, dejando a las mujeres charlando antes de que llegara su almuerzo.

Una vez que estuvieron solas, Athenodora juntó las manos y se inclinó hacia la mesa. "Te ves absolutamente encantadora, Alessia." Su amiga llevaba un vestido bajo de color rubor, hecho de hermosos encajes. Un par de tacones de tiras blancas adornaban sus pies, mientras que un pequeño collar de perlas y aretes a juego remataban el atuendo. Su cabello caía en cascada alrededor de sus hombros y usaba suficiente maquillaje para realzar sus rasgos. En opinión de Athenodora, era mucho más hermosa que Bella. Sin embargo, su punto de vista era ciertamente unilateral. "¿Pudiste hacer algún plan con los hermanos?"

Alessia le pasó el papel que había estado sosteniendo al vampiro. "Redujimos los colores a tres combinaciones". La recién nacida les explicó a sus amigas. "No me dieron mucho de qué pensar".

Corin trató de no reír. "Están tratando de facilitarte el proceso. Me contaron esta mañana lo que sucedió ayer".

"La comodidad de nuestra Ama no es algo de lo que reírse, Corin". Jane le reprendió con una mirada de disgusto. Nunca entendería cómo los demás podían hablar tan a la ligera cuando se trataba de su Reina. Eran demasiado casuales cuando se trataba de hablar con Alessia.

"Jane, puedes llamarme Lis. No tienes que llamarme Ama todo el tiempo."

La vampira más joven frunció los labios. "¿Sería suficiente si me refiero a ti como Alessia?"

"Lo que sea que te haga sentir cómoda. Simplemente no quiero que te sientas obligada a llamarme Ama." Lis intentó explicar su razonamiento. "Vamos a ser una familia. Me gustaría que pudiéramos ser más informales la una con la otra".

"Como desees, Alessia." Jane dijo con un leve asentimiento. Iba a tomar bastante tiempo antes de que se sintiera cómoda refiriéndose a su Reina como Alessia. Sin embargo, si era algo que ella quería, haría todo lo posible por dárselo.

"Volvamos a escoger los colores". Dora intervino. "Creo que Burdeos y Gris se verían hermosos". Dijo el vampiro mientras le pasaba el papel a Sul.

La joven miró los colores del papel. "Todos son hermosos. Creo que azul y dorado quedarían mejor. Sin embargo, no importa lo que pensemos, es decisión de Lis. ¿Qué prefieres, Alessia?" Preguntó Sulpicia mientras le entregaba el papel a Chelsea.