Luna Fría (Reyes Volturi)

Capítulo noventa y tres || Venganza

A la mañana siguiente, Alessia se encontró esperando a su padre en la cocina. Había pasado la mayor parte de la noche pensando en lo que había sucedido. Alessia entendió la posición de su padre sobre su relación con los reyes. Sin embargo, esta era su vida. Si iba a ver a sus compañeros pronto, necesitaba decir algo. Un suspiro salió de sus labios cuando comenzó a tamborilear con los dedos contra la mesa. Esto la sacaría de su zona de confort. En realidad, nunca se enfrentó a su papá. Por otra parte, nunca antes habían peleado.

El sonido de pasos bajando las escaleras llamó su atención. Tan pronto como su papá dobló la esquina, se detuvo en seco.

"Buenos días Lis." Charlie dijo mientras se iba a buscar un poco de café.

"Tenemos que hablar, papá." Dijo Alessia mientras se volvía para mirar a su padre. "Entiendo tu posición en esto, pero no puedes apartarme de mis compañeros". La joven le dijo con calma al hombre.

"Lo siento Lissie pero no puedes estar con ellos ahora." Charlie respondió mientras se servía un poco de café.

"Papá, los veré". Alessia informó a su padre. "Soy adulta, soy un vampiro, y aunque a ti no te guste, estoy emparejada con tres hombres. Dos de los cuales están casados ​​con mujeres a las que no aman. Te quiero, pero necesitas saber que no dejaré de verlos. Van a ser parte de mi vida. Estarán allí para Luci a medida que crezca ".

Suspirando, Charlie tomó un sorbo de su café mientras se volvía hacia su hija. "Lissie, esto es por tu propio bien. Sé lo difícil que es, pero están casados".

"¡No se aman! ¡Te lo dije!" Exclamó Alessia. "Soy amiga de sus esposas. Hablamos sobre mi relación con Aro y Caius. ¡Están bien con eso! ¿Por qué no puede estar bien contigo?" La recién nacida cuestionó mientras se ponía de pie. "Esta puede ser tu casa, pero ahora soy un adulto. Tienes que dejarme vivir mi vida, papá. Aunque no apruebes lo que estoy haciendo".

Charlie negó con la cabeza exasperado. Sabía que Lis no se rendiría hasta que se saliera con la suya. "Si dejo que te rodeen, tienes que prometerme que hablarás más con ellos sobre el divorcio".

"Prometo que lo hare." Lis respondió.

"Está bien, puedes verlos". Charlie dijo mientras tomaba otro sorbo de su café. "Pero si creo que algo anda mal, quiero que se vayan. ¿Entiendes?"

"Entiendo." Dijo Alessia mientras le daba un abrazo a su padre. "Gracias." El recién nacido le dijo a su padre mientras ella le daba un beso en la mejilla.

"Tengo que irme". Charlie dijo antes de terminar su café. "Te veré más tarde, Lis." El hombre se dirigió a la entrada de su casa.

"Que tengas un buen día, papá." Lis dijo mientras lo seguía hasta la puerta. Una vez que él estuvo afuera, ella cerró la puerta y respiró innecesariamente. No podía creer que realmente se enfrentara a su papá. Alessia se recompuso y fue a sentarse en el sofá a ver la televisión mientras esperaba que su hija se despertara.

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Aro se sentó en silencio en la habitación del hotel, mirando al suelo mientras trataba de averiguar qué hacer con los aliados opuestos. No estaba seguro de qué hacer. No podía preguntarle a Caius y Marcus porque salieron a alimentarse con Athenodora. "¿Qué tengo que hacer?" Aro le preguntó a su esposa.

"El problema se solucionaría si los mataras". Sulpicia le dijo a su esposo. "Sin embargo, eso puede causar algunos problemas con nuestros aliados".

"Lo sé, ese es el problema, Sulpicia. Si los mato, los demás también podrían ir tras nosotros. O por otro lado estarían demasiado asustados para oponerse a nosotros. Si no los castigo, los vampiros restantes pensarían que soy débil. Pensarían que está bien lo que hicieron los aliados de los Cullen".