Capítulo 26

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NARRA AREN

Me levanto al alba para comenzar a planear todo lo que haré este día y mientras me visto con mi kilt y una simple camisa observo a mi esposa quien se encuentra dormida boca abajo con todo su cabello revuelto mostrando su hermosa silueta desnuda bajo las colcha.

Antes de abandonar la habitación voy hacia mi esposa y le beso la frente con cuidado de no despertarla luego de eso busco la habitación de William quien se encuentra dormido en una cama mediana pero lo que me hace fruncir el ceño es ver a una mujer joven completamente dormida al lado de él niño.

—¿Quién eres? —preguntó impasible.

—¡Señor! —grita asustada la chica.

Sigo esperando su respuesta mientras ella se levanta a tropezones de la cama despertando al niño el cual la mira asustado profundizando mi ceño por su rara actitud.

—¿Qué haces en la cama del príncipe? —pregunto siendo más claro esta vez.

—Yo... yo soy la niñera del príncipe —habla nerviosa.

La miró con frialdad para luego ignorarla y mirar a William el cual mira con miedo a la supuesta niñera.

—William —lo llamo —¿Tú la conoces? —apuntó a la supuesta niñera.

Espero paciente la respuesta del niño, pero al ver que no dice nada y solo mira asustado a la niñera contengo la furia y camino fuera de la habitación donde se encuentran unos guardias.

—Lleven al calabozo a la niñera, que nadie la vea y no le den comida yo con mi esposa verémos que hacer luego con ella —ordenó con el enojo a flor de piel.

Veo cómo los guardias asienten y rápidamente entran a la habitación tomando cada uno un brazo de la joven la cual se resiste, pero ellos a la fuerza la llevan fuera de la habitación.

—Yo no hice nada, ese mocoso es el demonio, todo es su culpa y de la madre quien no es más que una furcia que solo sirve para calentar su cama —grita con rabia mientras jalonea para librarse del agarre de mis hombres.

Al escuchar sus palabras siento la rabia estallar y gritó...

—Guardias, deténganse.

Sin importarme nada y con enojo llegó hasta donde está la joven, levantó la mano y con furia golpeó su rostro callando sus gritos.

—Jamás en tu maldita vida vuelvas a hablar sobre mi esposa y él príncipe o tu castigo será la muerte —digo sin inmutarme con sus lágrimas.

Camino hacia la habitación de William quien se encuentra con lágrimas en los ojos asustado por los gritos de la mujer quien me sigue insultando mientras se la llevan.

—Tranquilo ella no volverá jamás, yo te protegeré —le prometo mientras abro mis brazos para recibirlo.

—Ella me hacía ñañai —habla con dificultad sobre mi cuello.

Lo tranquilizo mientras analizo en sus palabras, si se atrevió a tocarlo sufrirá la peor tortura y no será por mi mano pienso.

—¿Dónde te duele? —preguntó con voz suave para no asustarlo.

Él se aleja de mí mientras se limpia sus lágrimas y me señala sus brazos y piernas los cuales están cubiertos por su camisa de dormir.

—¿Puedo ver? —pido su permiso y cuando asiente me acerco y con cuidado levantó un poco su camisa para ver sus piernas.

—Oh por Odín ¿Quién te hizo eso? —pregunto exaltado al ver unos moretones recientes en sus piernas.

—Fue ella —apunta a la puerta haciendo mención a la mujer que dijo ser su niñera.

La princesa del escocésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora