Capítulo 16

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 OTRO DÍA MÁS

Mientras Aren seguía luchando por abrir los ojos cada vez que podía sentir su cuerpo, su amada iba en caballo hacia tierras altas a quien solo le faltaban un par de horas para pasar por el clan MacLennan.

–Cariño, ayer una joven llegó a la habitación de Aren con la excusa de que le ordenaron bañarlo– le comento Sigrid a su marido.

–Cariño nadie mandó a bañar a nuestro hijo– comentó extrañado sin entender a su esposa.

Sigrid rodó los ojos mientras una sonrisa quería escapar de sus labios al ver que su esposo seguía igual de despistado como cuando se conocieron.

–Hans, esa chica tiene intenciones ocultas con nuestro hijo y recuerda que él está comprometido.

Hans asintió entendiendo lo que quería decir su esposa luego de un rato conversando con ella se despidió de un beso para buscar a su amigo, decidió pasar por la cocina primero en caso de encontrar a la esposa de este.

–¿Beatriz has visto a Arthur? – preguntó Hans a la cocinera.

–Estaba en el despacho con su hijo.

Hans le agradeció y siguió su camino hacia el despacho de su amigo para conversar sobre esa chica que le contó su esposa.

¨tok tok¨

–adelante.

Hans se adentra al despacho viendo a su amigo revisando unos papeles.

–¿Qué sucede Hans? –preguntó Arthur.

–Hoy mi esposa me contó que una chica entró a la habitación de Aren con la excusa de bañarlo, ella está un poco desconfiada y no quiere a ninguna joven tras Aren él ya está comprometido, no sabemos quién es la joven por eso necesito tu ayuda.

Arthur se sorprendió un poco por el atrevimiento de esa joven, pero mayor fue su sorpresa al escuchar que él MacWilliams salvaje como era llamado Aren estaba próximo a casarse.

–Bueno amigo yo buscaré a la joven para advertirle porque desobedeció una orden directa porque todos tenían prohibido entrar sin autorización a la habitación de Aren– comentó con una sonrisa para no preocupar más a su viejo amigo.

Ambos Laird estuvieron horas conversando en ese antiguo despacho recordando anécdotas, guerras y risas compartidas muchos los ven como guerreros fríos y sin escrúpulos, pero era solo una fachada en este mundo donde a veces el que es débil tiende a ser el más pisoteado.

***

Él Laird Arthur caminaba a paso seguro y fuerte por su castillo buscando a quien osaba desobedecer sus órdenes mientras que su mirada fría hacía tragar grueso y temblar hasta los guerreros más fuertes.

–¿Quién fue la joven que entró a la habitación del Laird Aren MacWilliams? –preguntó con voz fuerte.

Todas las jóvenes que trabajaban en el castillo estaban reunidas en el salón por orden del Laird, al escuchar la pregunta todas se miraban unas a otras sin entender nada.

–Disculpe Laird, pero no entendemos su pregunta usted dio una orden y nosotras la cumplimos– habló una de las jóvenes más adultas quien era amiga del hijo del Laird.

Arthur miraba sin emoción a todas las jóvenes hasta que en el fondo vio una que no reaccionó con sorpresa por lo dicho.

–Joven Inés pase adelante– exigió demandante.

Inés quien seguía igual de osada que antes avanzó con el mentón en alto y coquetería haciéndose notar entre las demás jóvenes.

–¿Qué sucede Laird? – preguntó con lentitud mientras batía sus pestañas.

La princesa del escocésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora