Estaré allí en un par de horas- me respondió.
Suspiré, pensando en todas las cosas que tenía que preparar todavía, antes de que llegara mi alumna, mi Ama.
Natasha me había dado una serie de instrucciones muy detalladas acerca de lo que debía hacer, de cómo debía comportarme e incluso de cómo debía vestir.
Me había convertido en una actriz, dispuesta a interpretar una fantasía ajena. Era algo excitante e inquietante a la vez.
Pensé que tendría tiempo de sobra, sin embargo las dos horas pasaron con rapidez y cuando el móvil sonó con un nuevo mensaje yo aún estaba acabando de arreglarme ante el espejo del baño.
-Ya estoy aquí, ven a abrirme.
Respiré hondo, y miré mi reflejo por última vez.
Que empiece el espectáculo, susurré.
Bajé a la planta baja y me dirigí a la puerta lateral de emergencia, la más discreta de todas las entradas del instituto.
La recibí con una sonrisa tímida, murmurando:
-Bienvenida, Natasha.
Ella me miró de arriba abajo y una gran sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro.
-Así sí, profe... Así sí.
Siguiendo sus instrucciones, había cambiado radicalmente mi vestuario para la ocasión.
Unas horas antes me había presentado en el Instituto vestida con mi habitual combinación de blusa blanca y falda gris.
Ahora, sin embargo, llevaba una camisa blanca de manga corta mucho más pequeña, de una talla menor que la mía, anudada por debajo de mi pecho (sin sujetador, por supuesto) que dejaba al descubierto mi ombligo. También había cambiado la aburrida falda gris, larga hasta los tobillos, por una cortísima minifalda de cuadros escoceses rojos.
Había añadido a mi look unas medias rojas de rejilla, y por último, había sustituido mis zapatos negros planos por otros de color rojo brillante y tacón afilado.
En resumen, ahora parecía una stripper disfrazada de colegiala sexy a punto de salir a escena.
La verdad es que me sentía avergonzada y algo ridícula vestida así, y más en mi centro de trabajo, el lugar donde había pasado tantas horas de mi vida. Sin embargo, al ver la forma en que me miraba Nat, al percibir su deseo, mi propia actitud empezó a cambiar.
-¿Te gusta?
En lugar de responder al instante, Nat me escudriñó detenidamente, para comprobar que todo estaba en orden.
-Salta.
-¿Qué?
-Que saltes, vamos.
Di unos saltitos delante suyo, sintiéndome algo estúpida al hacerlo. Nat observó hipnotizada el movimiento de mi pecho.
-Sin sujetador, muy bien. Ahora date la vuelta. - Obedecí al instante.
-Inclínate. - Eso hice, apoyando las palmas de las manos en las rodillas. Me levantó la falda, dejando al descubierto mis nalgas desnudas.
-Ni bragas ni sujetador. Muy bien, profe...ya veo que esta vez me has hecho caso.
-Sí, Ama.
-¡De acuerdo, vamos a clase!- exclamó, dándome un azote en el culo que me hizo dar un respingo.
Caminamos en silencio por los pasillos en penumbra del Instituto.
Aproveché para mirar a Natasha de reojo mientras tanto. En lugar del tradicional uniforme que llevaba por obligación durante todo el año, se había puesto unos pantalones vaqueros bastante cortos y una camiseta negra de tirantes que realzaba su piel. Me pareció que estaba muy guapa.
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Mi profesora es mi esclava - Scarletwidow Wandanat
FanfictionMe llamo Wanda, tengo 32 años, y trabajo como profesora en un prestigioso instituto privado para señoritas en Madrid. Soy una persona seria, discreta y trabajadora. Desde hace dos meses, también soy la esclava sexual de mi alumna, Natasha. ¿Cómo he...