A la hora del recreo, cuando me había quedado sola en clase y recogía mis papeles, Nat llamó suavemente a la puerta.
-Disculpa, profe, ¿Puedo hablar contigo un momento?-
-Claro, adelante. - Allá vamos, pensé.
Cerró la puerta de la clase y echó el pestillo, lo que ya me pareció alarmante.
-Vaya grito me has pegado antes, ¿No? - dijo en un tono totalmente distinto, indignada y dolida.
Mi primer impulso fue pedirle disculpas, y tuve que contenerme para no hacerlo.
-Natasha, sólo estoy haciendo mi trabajo, tienes que entenderlo. - respondí.
-¿Y tu trabajo consiste en humillar a tus alumnas en público?- Mira quién habla de humillaciones, pensé.
-En absoluto, pero si te doy un trato de favor, y permito que actúes de una forma distinta al resto de tus compañeras, la gente empezará a sospechar...Lo entiendes, ¿verdad?
-Así que lo has hecho por mi bien, ¿no? - dijo con sarcasmo.
-Pues... sí, así es. Por el bien de...nosotras dos.
Después de reflexionar un momento, dijo:
-De acuerdo, lo entiendo. Tienes que interpretar un papel, y lo haces.
-Sí, eso es. - dije aliviada.
-Antes me he portado mal, y merecía un castigo...-asentí- ...y de la misma forma, tú antes también te has portado mal conmigo, y también mereces un castigo.
- ¿Qué? - me alarmé.
-Sí, sí...- sonrió- no pasa nada, será solo un momento.
-Pero Natasha, yo no...
-Levántate.- dijo sonriendo. Me quedé sentada tras mi escritorio, dudando.
-Levántate.- repitió fríamente, dejando de sonreír. Algo en su tono me hizo cambiar de opinión.
Me puse en pie.
-Date la vuelta, y apoya las manos sobre la mesa.
-Natasha, ¿Qué vas a...?
-Hazlo.- la obedecí.
-Ahora, inclínate sobre la mesa. Eso es, más.- Eso hice, hasta acabar apoyando la cabeza sobre el escritorio.
-Levanta el culo, eso es.
Noté como Natasha subía mi falda, dejando mi trasero al descubierto.
Ahora estaba inclinada sobre la mesa, con la falda subida, el trasero al aire enseñando las bragas, y la cara apoyada en el escritorio. Comencé a sonrojarme, avergonzada, al verme sometida en esa posición tan humillante. Me temía lo que iba a ocurrir a continuación...
-Has sido una niña mala, y te mereces unos azotes
-Natasha, por favor, no...
-Chssst...Sin protestar, o será peor.
Noté como tiraba suavemente de mis bragas hacia abajo, dejando mis nalgas al descubierto.
Dios mío, pensé.
Me bajó las bragas hasta las rodillas, y me quedé así, con el culo al aire, la falda subida, esperando.
El corazón me iba a cien por hora.
-Te daré diez azotes. Ni uno más. ¿De acuerdo? - estaba sonriendo otra vez, lo notaba en su voz.
-De...de acuerdo.- yo estaba totalmente avergonzada. Nunca me había visto en una situación así. De repente...
¡PLAS!
- ¡Ay! - solté un respingo al sentir el azote.
-Vamos, vamos, no protestes. Tampoco es para tanto. - la verdad es que no me había hecho daño. Pero me sentía tan humillada...
Y de nuevo...
¡PLAS!¡PLAS!¡PLAS! Yo soltaba un quejido con cada azote. No me lo podía creer. Allí estaba yo, una mujer adulta, con las bragas bajadas por las rodillas, siendo azotada en el trasero por una niñata. Como el día anterior, pensé, si entra alguien ahora, y me ve así...
¡PLAS!
...y diez, ya está. - dijo por fin. Yo me quedé quieta, incapaz de reaccionar.
-Pobrecita, vaya culo te he dejado...lo tienes todo colorado.- no dije nada. Me acarició un poco la cabeza, como si fuera un perro.
- Tranquila, ya te doy un masaje para curarte. - yo me dejé hacer. Estaba tan avergonzada...Seguía en la misma postura, con la cabeza apoyada en el escritorio y el culo en pompa.
Empezó a acariciar suavemente mis nalgas. La verdad es que era placentero, después de los azotes....De pronto, metió su mano entre mis muslos y me tocó, justo allí. Se me escapó un gemido de placer, y levanté el trasero.
-¿Pero esto qué es?- dijo fingiendo estar sorprendida- ¡pero si estás empapada!
Yo no hacía nada, solo jadear, mientras ella acariciaba mi sexo con su mano, arriba y abajo. Luego me metió dos dedos...volví a gemir.
-¿Te ha gustado esto?¿Te gusta que te de azotes en el culo?
-Síí...-susurré.
-Dime que has sido una niña mala...Dime que no lo volverás a hacer.
-He...he sido una niña mala. No lo volveré a hacer...- dije. En ese momento, estaba muy caliente, más que nunca en mi vida. Me daba igual que fuera mi alumna, me daba igual que estuviéramos en clase... quería hacer de todo con ella. Sentía sus dedos entrando y saliendo de mi cuerpo. Me introdujo otro dedo más... Yo me movía a la vez, al ritmo que ella me penetraba, para ofrecerme mejor. No paraba de gemir, estaba a punto de llegar al orgasmo...
-¡Muy bien, eso es todo por hoy!- dijo de repente, apartando su mano.
-¿Qué?-
-¡Levanta, vamos!- me di la vuelta, confundida. Natasha se había alejado un par de pasos, y me miraba con los brazos cruzados. Me subí las bragas y me recoloqué la ropa como pude. Estaba ardiendo.
-Espero que hayas aprendido la lección, profe...-me dijo con su habitual sonrisa maliciosa -yo me portaré bien en clase...pero tú pórtate bien también.
Y se fue, dejándome así, mojada, confundida y con el trasero enrojecido.
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La generación de ahora castiga a sus profesores, en mis tiempos era al revés. Por eso tienen a Trump.
Este cap 🔥
Por cierto como están de salud?
-Jat
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Mi profesora es mi esclava - Scarletwidow Wandanat
FanficMe llamo Wanda, tengo 32 años, y trabajo como profesora en un prestigioso instituto privado para señoritas en Madrid. Soy una persona seria, discreta y trabajadora. Desde hace dos meses, también soy la esclava sexual de mi alumna, Natasha. ¿Cómo he...