Mi profesora es mi esclava - Scarletwidow Wandanat

Haré lo que me pidas

Cuando nos quedamos solas en la clase, Natasha cerró la puerta y se giró hacia mí.

-Tú dirás, Wanda...

Suspiré hondo y me levanté de mi asiento. Me temblaban las piernas. -Natasha, escucha... Debes entender que lo que has hecho es un delito muy grave. Lo mejor que puedes hacer es borrar esas fotos, y yo te garantizo que no te denunciaré...

-No, escúchame tú a mí, profe. Ya has visto que no te miento. Tengo tus fotos, todas, las he guardado en mi ordenador, y si no haces todo lo que te diga, se las enviaré a todo el mundo. ¿Quieres que la directora te vea así, desnuda, dándote gusto con el dedito? ¿Quieres que te vean todas mis compañeras?

Me sonrojé intensamente.

-Claro que no... Pero ¿Qué quieres de mí? ¿Dinero? ¿Mejorar tus notas?

-¡Por favor!-resopló- ¡Mi padre tiene más dinero del que podré gastar en toda mi vida! Y para sacar buenas notas no necesito tu ayuda, soy lo bastante lista...

-Pues entonces, ¿Qué quieres de mí? ¿Qué quieres que haga? - dije, desesperada. Por primera vez, Natasha dudó antes de responder.

-Yo...lo quiero todo de ti. Escucha, Wanda, tú...me gustas.

-¡¿Qué?!- exclamé.

-Sí, me gustas desde que te vi. Eres una mujer, una mujer de verdad, no una niñata como las payasas de mis compañeras...y estás muy buena.

-¿Y crees que esta es la forma correcta de actuar? ¡Haciéndome chantaje! ¿Así esperas seducirme?

-No lo entiendes... No quiero ligar contigo, quiero poseerte. Es mi fantasía desde que te conozco, y ahora voy a hacerla realidad. - Lo dijo con tanta firmeza, con tanta convicción, que supe que nunca podría hacerla cambiar de idea. Fue en ese instante cuando comencé a rendirme.

-Vale, entonces... si juego contigo...si hago realidad tus fantasías, y te obedezco... ¿no publicarás mis fotos?

-Eso es.

-¿Y cómo sé que no me traicionaras?

-Tendrás que confiar en mí. - dijo encogiéndose de hombros, con su sonrisa maliciosa. En ese momento supe que no tenía alternativa. Yo, una mujer adulta, tendría que someterme a las fantasías de mi alumna, una adolescente caprichosa.

-De acuerdo, haré lo que me pidas ...- dije, suspirando- ¿Qué quieres que haga?

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No se olviden de dejar su estrella porfavor.
- Jat