El hombre empezó a hablar:
-Natasha es mi única hija, mi heredera, y también mi mayor preocupación. Hace varios años que hace gala de un comportamiento antisocial tan tópico como fastidioso. Quizás si su madre siguiera viva, ella sería diferente, no lo sé.
En todo caso, su rebeldía me parece un cliché, una pose, una farsa que está durando demasiado.
-Bueno, hasta cierto punto, es algo normal a su edad, actuar así...- traté de justificarla.
-No.- me atajó.- Según los informes, no es normal. Tengo decenas de perfiles psicológicos realizados por los mejores expertos. Hablan de crueldad, narcisismo, trastorno límite de la personalidad, falta de empatía... Personalmente me parecen tonterías. Presentan esos rasgos de mi hija como algo negativo que hay que corregir...
-¿Y no está de acuerdo?
-No. En el mundo que le espera, en la vida que está destinada a vivir, ella tendrá que ser así. Cruel. Sin empatía. Sino no podrá sobrevivir.- miré con los ojos muy abiertos al hombre que tenía delante.
-No son esos rasgos suyos los que me me preocupan, sino sus estupideces, su inmadurez... Lo que quiero es que estudie, y que se prepare como es debido. He invertido mucho dinero en ella para que se convierta en la persona que necesito que sea, sin obtener resultados hasta ahora.
-¿Y no has pensado en invertir amor en ella, capullo?- pensé. Me escandalizaba oír hablar así de Natasha, como si fuera una máquina estropeada y no un ser humano.
El hombre siguió con su monólogo:
-Este año, al empezar el curso, Natasha me dijo que iba a hacer todo lo posible por suspender todas las asignaturas. Por fracasar. Puede que me aprueben, me dijo, pero será por el dinero que les pagas, no porque yo lo merezca.-
Eso me parecía muy propio de ella-
En fin, su forma de atacarme siempre ha sido boicotearse a si misma. Tirar su talento al barro.
-No supe que responder, así que permanecí escuchando, en silencio.
-Y ha sido así durante todo el año. Un desastre. El caso es que al llegar el final del curso, de repente aprueba todo. Y con buenas notas. Por supuesto, pensé que esas calificaciones eran injustas. Inmerecidas. Yo no le pago a la directora de su Instituto para que me tenga contento, sino para que eduquen a mi hija correctamente. Así que investigo, y descubro que Natasha ha cambiado, que se esfuerza, estudia, y se ha ganado sus calificaciones.
¿Y quién es el responsable de ese cambio?- se preguntó retóricamente.
-¿Quién?
-Usted.
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Su papá me recuerda a mi mamá cuando habla okno
Gracias por los saludos de ayer, lo del bloqueo era broma, no se pq sentí que algunos lo tomaron enserio xd
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Mi profesora es mi esclava - Scarletwidow Wandanat
Hayran KurguMe llamo Wanda, tengo 32 años, y trabajo como profesora en un prestigioso instituto privado para señoritas en Madrid. Soy una persona seria, discreta y trabajadora. Desde hace dos meses, también soy la esclava sexual de mi alumna, Natasha. ¿Cómo he...
