Tanaka Akane, una joven de 16 años conocida por ser despistada pero a la vez una de las mentes más brillantes de su clase, pero una vida completamente desastrosa.
Baji Keisuke, un joven de 17 años que repitió de curso y era conocido por ser un "del...
Hola! Cambiaré el modo de narración ya que quiero intentar un estilo nuevo, espero les guste <3
___________________________
•Akane•
¿Alguna vez has sentido que tu vida escapa de tus manos?
Bueno así es como me siento ahora.
No sé exactamente lo que esta pasando, mi vista borrosa me impide tener una imagen clara de lo que esta sucediendo y mi cabeza palpita tanto que solo quiero presionarla fuerte entre mis manos para aligerar ese dolor.
Pero ni siquiera ese dolor podía compararse al que estaba sintiendo mi corazón en este momento.
Los gritos de las pandillas a mi alrededor y las manos que suponía eran de Chifuyu sobre mi abdomen era lo único que tenía claro, el grito de Takemichi retumbó sobre mis oídos y solo esperaba que alguien tomará mi mano para quitar esta abrumadora sensación de mi cuerpo.
Ansiaba que Keisuke estuviera a mi lado diciéndome que todo estaría bien y que no temiera porque el estaba a mi lado, pero ese escenario se veía cada vez más lejano mientras la sangre escurría en la suciedad del suelo en el que estoy tirada.
Como me gustaría ver a Hiro y abrazarlo como no pude hacerlo la última vez, o agradecerle a Benkei por aceptarme como parte de su familia y darme un techo para vivir.
Deseaba y me arrepentía de tantas cosas en mi vida mientras me desangraba, pero creo que esa es la lógica de estar muriendo ¿sabes? Replantarte cada elección y cada palabra que dijiste a lo largo de los años solamente para torturar tu mente. No sentía esa paz de la que todo el mundo habla, en absoluto porque solo ansiaba poder volver el tiempo atrás y atesorar los momentos con las personas que amaba.
Podía ver los labios de Chifuyu moverse pero mis oídos parecían no querer captar las palabras que salían de ellos, sus lágrimas mojaron mi rostro y mi corazón se oprimió por hacer llorar a mi mejor amigo.
Sabía que se estaba desesperando, sus dos amigos estaban tirados frente a él y ambos sangrando mientras esperábamos una ambulancia que no sabíamos si llegaría a tiempo.
Voltee mi mirada encontrándome con el chico de cabello negro que ahora estaba manchado con gotas de sangre y sus ojos dorados que tanto adoraba ver se encontraban cerrados en una expresión pacífica.
La mirada de Kisaki a la lejanía me sorprendió aún más y me hizo querer aferrarme a la vida para darle la paliza que me quedo pendiente.
Porque por primera vez quería ser egoísta e ignorar el llamado de mi padre frente a mi y aferrarme a las manos que me sostenían y me susurraban que todo estaría bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
