Tanaka Akane, una joven de 16 años conocida por ser despistada pero a la vez una de las mentes más brillantes de su clase, pero una vida completamente desastrosa.
Baji Keisuke, un joven de 17 años que repitió de curso y era conocido por ser un "del...
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"No puedo prometerte que estaré bien en un futuro, pero quiero hacerte feliz mientras podamos estar juntos"
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•Baji•
El día de la cita había llegado.
Recuerdo exactamente como le pedí a casi todas las personas que conozco que me dieran ideas para hacer de esta cita un gran recuerdo para Akane.
Ella se merecía lo mejor, en especial con todo lo que había pasado las últimas semanas y mi manera de tratarla ya que es algo que creo que nunca podré perdonarme por completo.
Mi madre y Chifuyu fueron los primeros en decirme que no importaba el lugar, Akane estaría feliz donde sea con tal de estar conmigo pero aún así sentía que sin importar donde la llevara, nunca sería suficiente.
Tras una semana completa de pensar en algo finalmente me decidí y confirmé la fecha de nuestra cita. Claro esta que no había dejado de verla estos días ya que se me había hecho una costumbre estar con ella casi todos los días.
Y ahora que todo iba mejor en su vida era realmente hermoso verla con sus ojos brillando y disfrutando de Hiro sin problema alguno.
- ¿qué usarás hoy?- la voz de mi mamá me sacó de mis pensamientos.
-amm tenia pensado esto- dije señalando la ropa sobre la cama.
Era algo simple pero creía que iba perfecto con la ocasión. Una camisa blanca con unos pantalones oscuros y unas cadenas para hacer que se luzca más mi estilo, claro esta que tampoco dejaría de lado la pulsera que Akane me regalo en la fiesta.
- me gusta, te verás bien- sonrió para luego acercarse a mi - estas creciendo tan rápido - dijo acariciando mi mejilla.
Estaba al tanto que luego de lo sucedido en la pelea con Valhalla, mi mamá había quedado mal con mi estado y si antes se preocupaba ahora era el doble. Pero la entendía, después de todo yo había hecho que ella llorará nuevamente y jamás podría perdonármelo.
Pero verla ahora frente a mi con su mirada nostálgica era algo que hacía doler mi corazón, se que a cualquier madre le cuesta aceptar que su hijo esta creciendo por lo cual no dude en acercarme a ella y rodear su cuerpo en un reconfortante abrazo.
- lo lamento, lamento asustarte así- me disculpe nuevamente recibiendo sus caricias en mi cabello.
- esta bien cariño, todo esta bien - su dulce tono de voz hizo que mi agarre aumentará -estas aquí ahora y eso es lo que importa - sonrió besando mi frente.
- Gracias por todo Mamá- dije correspondiendo su sonrisa.
- no tienes nada que agradecer hijo, ahora anda a buscar Akane y hazla mi yerna antes que alguien más te la quite - se burló haciendo que él sonrojo creciera en mis mejillas.
