Tanaka Akane, una joven de 16 años conocida por ser despistada pero a la vez una de las mentes más brillantes de su clase, pero una vida completamente desastrosa.
Baji Keisuke, un joven de 17 años que repitió de curso y era conocido por ser un "del...
Sus delgados dedos apretaban ligeramente su chaleco en busca de conseguir un poco más de calor en la helada mañana, tenía una bufanda de color rojo sobre su cuello mientras que un café descansaba en su mano libre.
Sus apresurados pasos resonaban en las calles y atraían más de una mirada de las personas a su alrededor, su respiración se comenzó a agitar y su mente se enfocó en no tirar el vaso de su mano y hacer un desastre cuando ya iba tarde a su primera clase.
matemáticas era una tortura.
Akane no le iba mal en la escuela, de hecho era todo lo contrario, sobresalía con sus altas calificaciones y en múltiples concursos que solía ir en representación de la escuela, sin embargo la chica era un caso perdido con respecto a puntualidad o asistencia. La única razón por la que la escuela no la había expulsado era por la cantidad de premios que ganaron gracias a ella y porque el director simpatizaba bastante con la situación de la joven.
Pero que le fuera bien en la escuela no implicaba que realmente le gustara lo que estaba viendo.
Finalmente se encontró frente a las puertas de la escuela y como todos los días el guardia la dejó pasar, no sin antes negar ligeramente en señal de decepción como cada vez que la veía llegar tarde y desarreglada. Como pudo tomó el café que tenía en sus manos, el cual ya se encontraba completamente helado, y comenzó a caminar en dirección a su salón con la esperanza de no haber llegado tan tarde... pero la campana sonó.
"mierda" maldijo en su mente al ver a los alumnos salir al pequeño break antes de la siguiente clase.
se encogió de hombros restándole importancia y simplemente se dirigió a su próximo salón, en el camino logró ver a Matsuno, uno de los pandilleros más conocidos de su escuela. Le agradaba que el chico finalmente había decidido dejar ese horrible peinado que tenía hace un año y ahora lucía más como un adolescente normal. A su lado iba un chico de lentes y atuendo pulcro que le hizo a Akane preguntarse si quizás Matsuno lo estaba intimidando, pero quito ese pensamiento de su mente cuando los vio reír juntos y entrar al salón contrario.
en la escuela se solía dividir los cursos por nivel de "aprendizaje" algo que Akane la verdad encontraba completamente estupido ya que solo lo medían por conocimientos de las ciencias básicas ignorando completamente el talento hacia otras ramas. A pesar de ser una chica inteligente, Akane fallo aproposito su prueba ya que no pensaba quedar en una clase donde las personas se creian mejores por el simple hecho de tener un poco más de conocimientos en algunas áreas, y a pesar de las múltiples quejas de sus profesores y del director ella estaba decidida a quedar en la clase del medio.
Además así también podría ayudar a sus compañeros.
Una vez ingresó a su salón acomodó las cosas en su pequeño pupitre y dejó caer su cabeza sobre él para poder ganar un poco de energía y sueño que perdió la noche anterior. Su pie como siempre comenzó a moverse en su lugar y el sonido de su estomago rugir se escuchó en el salón, su ceño se frunció ligeramente ante el olor a comida que llegó a sus fosas nasales y su vista se dirigió a la persona frente a ella que comía lo que parecía ser una comida casera.
"afortunado" pensó para luego volver a esconder su rostro entre sus manos.
el sonido de la campana esta vez hizo que se enderezada con pereza y pusiera su mejor cara para comenzar con el espectáculo del día, donde la Akane amable y siempre dispuesta a ayudar se hacía presente y la chica que estaba roto y sola en su interior desaparecia por un par de horas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
