Tanaka Akane, una joven de 16 años conocida por ser despistada pero a la vez una de las mentes más brillantes de su clase, pero una vida completamente desastrosa.
Baji Keisuke, un joven de 17 años que repitió de curso y era conocido por ser un "del...
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"Siempre encuentras la manera de hacer que mis emociones se descontrolen"
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•Akane•
Sentía que mi corazón estaba corriendo alguna clase de interminable maratón.
Las enfermeras no habían tardado en llegar a la habitación después de mi llamado, la mirada de Kei aún seguía grabada en mi mente... se veía tan confundido que solo deseaba quedarme a su lado y no soltar su mano pero una de las enfermeras me obligó a abandonar la sala con la excusa de que tenían que revisarlo. No perdí el tiempo y le avise a Kushina y a Chifuyu inmediatamente por teléfono, las voces de felicidad de ambos solo hicieron que más lágrimas cayeran por mis mejillas.
Pero una parte de mi tenia miedo ¿Qué tal si la posibilidad que el no me recordará fuera cierta? Nosotros nos conocemos hace relativamente poco, por lo que quizás no haya un lazo tan fuerte que lo haga recordarme a diferencia de Chifuyu o el resto de Touman.
Sacudí mi cabeza intentando quitar esos pensamientos negativos y enfocarme en que el estaba vivo y despierto que era lo único que importaba en estos momentos.
-¡Akane!- el grito de una voz femenina me sobresalto.
Me gire sobre mi lugar encontrándome a Kushina caminar a paso apresurado hasta mi para luego rodear mi cuerpo con cuidado de no lastimarme ya que aún mi herida seguía reciente. No podía llegar a imaginar la angustia que sintió su madre estos días al ver a su hijo en una cama de hospital con la incertidumbre de si iba a despertar o no, después de todo eran solo ellos dos y era consciente de lo mucho que se querían.
Sus lágrimas empaparon mi camiseta de hospital pero una sonrisa se formo en mi rostro mientras apoyaba mis manos en su espalda.
-ay lo siento querida, perdí la compostura- rió separándose del abrazo.
-no se preocupe Kushina-san, la entiendo- le sonreí amablemente.
-¿como esta mi hijo? ¿Pudiste hablar con él? ¿Que paso?- preguntó rápidamente.
-Aun sigue con el doctor en la habitación, estaba visitándolo y sentí el agarre sobre mi mano y luego sus ojos se abrieron. No me dejaron hablar con él- comente con una pequeña mueca.
- pronto podrás verlo- me sonrió tiernamente - puedo asegurar que fue por ti que mi hijo desperto, así que... de corazón realmente te lo agradezco Akane- dijo la mujer tomando mis manos mientras sus ojos se cristalizaban.
