Tanaka Akane, una joven de 16 años conocida por ser despistada pero a la vez una de las mentes más brillantes de su clase, pero una vida completamente desastrosa.
Baji Keisuke, un joven de 17 años que repitió de curso y era conocido por ser un "del...
aclaro que todo es ficción, no se mucho de leyes ni nada de eso solo lo escribo para que calce con la historia :)
La sonrisa de baji era algo que no se podía borrar de su rostro e incluso llegó a asustar a más de una persona que lo veía caminando por las calles con su gran sonrisa y sus colmillos que siempre sobresalian dándole un toque algo travieso. La verdad es que en estas últimas horas su mente no paraba de viajar a su caminata junto a Akane y a lo distinto que se sentía con su presencia, parecía realmente que la chica tenía algún tipo de droga o sedante que lo hacía olvidar todos su problemas para solo enfocarse en su conversación con ella.
Desde hace unos días que venía sintiéndose afligido debido a los problemas que estaba enfrentando Touman últimamente. Por lo que se había enterado, algunos integrantes de la pandilla estaban haciendo peleas clandestinas y otros tipos de cosas que terminaban manchando el nombre que tanto les costó construir junto a sus amigos, claro que baji sabía que eso no terminaria ahi si no que los problemas solo comenzaban y la verdad temía por el futuro de la pandilla.
Su vida siempre se basó en cuidar de ellos y hacer que sus sueños se volvieran realidad, el cual era formar una nueva era en las pandillas de Tokyo, sin embargo aún no se perdonaba así mismo por el incidente de hace unos años....
Incluso llegaba a pensar que jamás podría hacerlo.
Su mente solía viajar a esos recuerdos casi todas las noches y muchas veces llegaba a sentirse poco digno de seguir junto a su grupo de amigos o temía conocer a nuevas personas que lo juzgaran por su pasado y terminaran alejándose de él.
Pero por primera vez en mucho tiempo, desde que conoció a Chifuyu específicamente, se sentía como alguien diferente. No tenía claro si podía asociar eso a la aparición de la nueva chica en su vida, pero sí sabía con certeza que le causaba una gran curiosidad y eso llevaba a distraer su mente de los malos pensamientos que a veces se le cruzaban. Por lo mismo, fue que le pidió ser su "tutora" cuando la verdad solo buscaba conocerla un poco más e integrar junto a él y Chifuyu ya que había visto lo solitaria que estaba la mayor parte del tiempo.
y baji realmente creía que la soledad era uno de los peores miedos y experiencias que puede pasar un ser humano, nadie merecía estar solo.
"¿puedes dejar de sonreír así? me das miedo" pidió Chifuyu a su lado ganándose una mala mirada por parte del mayor.
"a mi me daba miedo tu peinado hace un año y no te dije nada" molesto sin quitar su sonrisa para luego dirigirse a su clase, dejando a un indignado chifuyu atrás.
Se abrió paso entre los niños del salón y comenzó a buscar con la mirada el cabello de la castaña, pero solo se encontró con su asiento vacío haciendo que su sonrisa inmediatamente decayera. No podía decir que no se lo esperaba, pero la verdad es que tenía al menos un poco de fe en que la chica apareciera temprano y así pudieran acordar mejor lo que iban a hacer esta tarde.
solo esperaba que no se saltará todo el día.
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