Red Gate [NamJin]

Especial Navideño

2 años después 

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-¿Hola?... Namjoon hay un repartidor en recepción, dice que tiene un encargo para usted.

Namjoon movió su silla de ruedas hacia el citófono

-Hola, si, déjelo subir

El repartidor tomó el elevador hacia el piso 3, al llegar golpeó la puerta

-Hola - Saludó Namjoon desde su silla

-Hola señor, ¿Dónde dejo su encargo?

Namjoon señaló un espacio entre un sillón viejo y una pequeña mesita de centro

-Puede dejar las cajas allí si no es mucha molestia, Gracias

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Namjoon observó las cajas, movió su silla y abrió las persianas. Un día gris y frio cubría Seúl, el recuerdo de los eventos ocurridos en la prisión aún le causaban pesadillas por las noches, se encontraba ahora viviendo en ese departamento de bajo costo, con escasos muebles y el ruido infernal del tren que pasaba cada 5 minutos cerca... Una lagrima cayó por su mejilla.

El sonido de las llaves tras la puerta lo hizo limpiarse rápido y voltearse de la ventana

-Hola cariño - Afirmó con voz dulce

Seokjin cerró la puerta y le dedicó una tierna sonrisa

-Pensé que estarías en el Dojo, hoy tienen actividades ¿No?

Seokjin se acercó a el y le besó la frente

-Si, es que estaba esperando algo antes de irme para allá 

Jin miró las cajas y frunció el ceño acompañado de un suspiro

-Te dije que no gastaras dinero en regalos Namjoon, apenas nos alcanza el dinero para pagar el alquiler, no es necesario que me regales nada

-Solo son cajas vacías que me regalaron del almacén - Mintió -  Además... si fuera un regalo no seria para ti - Masculló 

Seokjin se volteó intrigado

-¿Ah no?, y ¿Para quien seria?, ¿Me estas engañando desgraciado? 

Namjoon soltó una risa y agarro a Jin del brazo acercándolo a el.

-Nunca - Concluyó besándolo intensamente.

Seokjin se arrodilló aún sonrojado intentando ponerse serio

-Aunque me beses te lo diré otra vez, no necesito regalos, estamos cortos de dinero, al restaurante le va bien pero debemos pagar muchas cosas Nam...

Namjoon colocó su dedo índice en los labios rosas de Seokjin

-Shhh , acompáñame al dojo mejor, ¿Puedes?

Ambos chicos se dirigían al Dojo, la entrada se hallaba llena de niños pequeños haciendo una fila en las afueras, al llegar vieron a un chico vestido de Santa

-Hola JK, ¿Cómo va todo?

-Hola señor, va muy bien, los niños están muy contentos, no esperábamos recibir tantas donaciones de juguetes este año pero ha alcanzado para todos... solo que este traje es algo incomodo - El chico rió mientras entregaba otro juguete