Capítulo Cuatro: Será nuestro secreto

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Tras observar la imagen que hizo quedar en shock a Alejandra. Jongsuk lo único que pudo hacer fue colocarse frente a ella y evitar, si se podía, no siguiera viendo lo que, obviamente, le estaba lastimando de sobremanera. 

El dolor que ella sentía se pudo ver pintado en su rostro, lagrimas aparecieron en el de inmediato. Él levantó su mano para limpiarlas de sus mejillas pero ella se le adelantó. Las removió con la parte superior de sus manos mientras observaba a otro sitio evitando verle.

Jongsuk sentía un fuerte dolor en su pecho, por ella. Deseaba decirle algo pero las palabras se le atoraban en la garganta, la boca la sentía seca. Era una mala jugada, ahora que ella más le necesitaba, no podía hacer nada.

El celular de Alejandra sonó y ella respondió.

—Lo siento. Sí, ya voy —contestó a quien le llamaba mientras comenzaba a caminar hacia el elevador—, por favor espérenme en la entrada, saldré en un momento.

Seunghyun y Shinhye ya estaban en el interior. No se percataron que tanto Alejandra como Jongsuk los habían observado. Shinhye entró primero al no saber que decir o como responder por el acto que la dejó sin aliento y, si se podía agregar, demasiado feliz y desconcertada.

Seunghyun tampoco dijo nada. Lo que hizo fue en un momento de locura. Sí, ella lo estaba volviendo loco. Desde que comenzaron a conocerse sintió cierta atracción hacia ella, no podía evitarlo. Para él, ella era una chica linda, simpática, con quien podía charlar horas y horas y no aburrirse. Los ocasionales abrazos que se daban en las sesiones fueron un punto más para hacer crecer en él esos sentimientos.

Sabía que eso estaba mal porque tenía a su lado a Alejandra, pero ni siquiera lograba comprender que le estaba sucediendo. El beso con Shinhye lo tenía más confundido, más aun cuando ella le respondió, pero todo terminó cuando el elevador se abrió.

Ambos guardaban silencio mientras las puertas del elevador se cerraban. Justo antes de hacerlo, entraron Alejandra y Jongsuk. Seunghyun abrió los ojos muy grande al verlos, pero los dos no cruzaron palabra alguna y ella ni siquiera le dirigió la mirada. Él creyó que se debía a que estaban en un lugar en donde debían esconder su relación, pero aun así se sintió incómodo. Nunca le pasó por la mente que ella los hubiera visto.

Alejandra se colocó en una de las paredes del elevador y Jongsuk a su lado, quedando a un costado de Shinhye y de ella, Seunghyun. 

Jongsuk guardó silencio, le pareció lo mejor que podía hacer. Se limitó a observar a Alejandra de reojo. La vio cerrar su mano sujetando el vestido que llevaba de las grabaciones y que por la prisa no se quitó. Apretó su mano imprimiendo gran fuerza, él no la quería ver así. También empuñó su mano para controlar el rencor que tenía dentro. Deseaba tomar por el cuello a Seunghyun y gritarle que no debió de hacer eso, pero sabía que no podía entrometerse en ello.

Los minutos que tardó el elevador en bajar parecían una eternidad. El ambiente ahí dentro se sentía denso e incómodo para los cuatro. Alejandra no creía poder soportar un segundo más. Sentía la necesidad de gritarle miles de cosas a Seunghyun, pero a pesar de todo sabía que no era el lugar indicado.

Al detenerse y abrirse las puertas, Alejandra se apresuró a salir no sin antes soltar unas palabras que a todos dejó boquiabiertos.

—Esto es demasiado para mí. 

Seunghyun cayó en la conclusión de que sí los había visto. Ahora que lo pensó bien, era evidente, ellos dos subieron casi enseguida que él y Shinhye. Definitivamente si los observaron. 

Segundos después se dispuso a seguirla y conversar, o al menos tratar de hacerlo. 

—No creo que sea buen momento —dijo Shinhye deteniéndolo del brazo.

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