Última Oportunidad

Capítulo Diecinueve: "DanBi: Dulce lluvia"

Enseguida que Seungri entró al elevador Francis recordó que debía encontrarse con Woobin. Miró su celular para verificar la hora y se sorprendió al saber que ya estaba retrasada.

Se apresuró rumbo al elevador mientras marcaba en el móvil el número de Woobin. Esperó unos segundos hasta que escuchó a la operadora.

Volvió a marcar y se detuvo mientras las puertas se abrían. Volvió escuchar la voz de la operadora y comenzó a preocuparse. Al abrirse las puertas dio un paso al frente cuando sintió que había pisado algo con una de sus zapatillas.

Bajó la vista para saber de lo que se trataba y se llevó una gran sorpresa al ver que era un dije. Y más sorpresa tuvo al tomarlo y verlo más de cerca. Era el dije que había visto en aquel aparador la noche anterior al accidente.

¿Qué estaba haciendo tirado en el suelo? ¿Alguien lo tiraría por descuido?

Las preguntas surgieron pero antes de poder encontrar una respuesta se percató que las puertas estaban por cerrarse. Dio grandes zancadas para poder entrar antes de que lo hicieran.

En el interior y después de oprimir el primer piso intentó de nuevo llamando al móvil de Woobin. Sucedió lo mismo.

Ya fuera de edificio se colocó unas gafas de sol y una gorra. Segundos después detuvo un taxi y le pidió la llevara a una dirección en particular.

Al llegar a El Gran Parque de Seúl, donde se suponía se encontraría con Woobin, no lo encontró. El lugar era muy extenso pero habían acordado verse cerca del parque forestal que en esa temporada tenía muy poca concurrencia.

Volvió a marcar y está vez si atendió.

—¡Gracias al cielo! —expresó con aliviada —. Creí que había pasado algo. ¿Dónde estás?

—A unos metros detrás de ti.

Francis se giró y lo vio a un costado de un árbol. Sonrió y se apresuró hacia él.

Seguía con esa sonrisa en sus labios, la misma que al estar cerca se fue desvaneciendo al notar que estuvo llorando.

—¿Sucedió algo? —indagó preocupada.

—No —respondió rápidamente, intentando ocultar su pesar—. Vamos.

Caminó primero tomándole unos pasos de ventaja a Francis quien no estaba conforme con su respuesta. Era obvio que algo le pasaba pero esperaría a que él se lo contara.

Se dispuso a seguirlo caminando justo atrás suyo; observando su espalda ancha y, sin penarlo, revivió aquella pesadilla que tuvo el día del accidente. Como se soltó de su mano y se perdió en la oscuridad.

Sin duda no deseaba volver a sentir ese pesar.

Colocó sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo y sintió en uno de ellos el dije que encontró fuera del elevador.

Fue entonces que algo vino a su mente. Aquella noche no solo ella vio el dije, también su hermana, su cuñado y él, Woobin.

—Espera —gritó para que él la escuchara y al ver que se detuvo sin girarse se apresuró hasta donde estaba—. Encontré esto cerca de mi departamento.

Le mostró el dije sosteniéndolo con su mano hacia arriba muy cerca del rostro de Woobin. No perdió ve vista sus ojos para descifrar cada emoción en ellos. Lo primero que notó fue sorpresa. Lo segundo fue nerviosismo al desviar su vista hacia un lado.

—N-No —dijo nervioso.

Francis no le creía, era evidente por su actuar que él sabía algo del dije. Así que posó sus manos sobre las mejillas de Woobin haciendo que él regresara su mirada hacia el frente. Sus ojos se encontraron y se perdieron el uno en el otro durante algunos segundos, que parecieron eternos.