Capítulo Cinco: Nuestro Problema

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Al dejar dormir nuevamente a Alejandra, Jongsuk se dirigió a la oficina del señor Lee dispuesto a arrodillarse y suplicar, si fuese necesario, para que la dejara permanecer en Seúl. No deseaba perderla por nada del mundo, no ahora que ella más lo necesitaba.

Ya era el día siguiente y Vero se había ido a descansar al saber que su hermana estaba bien y también a contarle a Francis lo sucedido y lo que su padre había decidido.

Al llegar y tocar el Doctor Lee lo invitó a pasar. Jongsuk hizo una reverencia y tomó asiento frente al escritorio donde él se encontraba.

—Dime, para que querías verme —comenzó el Doctor.

—Es sobre Alejandra —dijo ocultando su nerviosismo.

—Te escucho —lo invitó a proseguir.

—Entiendo el motivo que lo orilla a tomar tal decisión de llevársela —comenzó rogando por ser lo suficiente convencible—, pero no creo que esa sea buena idea. Perdón si sueno altanero pero creo que Alejandra necesita permanecer aquí para superar el dolor. Le prometo que no estará sola, estaré con ella y la protegeré, no importa si mi vida depende de ello.

—Estás interesado en ella ¿cierto? —lo miró directo a los ojos.

—Y-Yo...

—Es evidente, muchacho —sonrió—. Y también sé que cuidarías de ella —volvió a su rostro serio—. Así que deberíamos empezar por esto.

Le mostró un periódico del día, en la primera plana venía una noticia con el título: "¿La famosa modelo Alejandra Lee intenta suicidarse?". El rostro de Jongsuk cambió, se sorprendió, no por lo rápido que vuelan las noticias o rumores, si no por semejante nombre de la noticia.

—Yo me encargaré, señor.

—Lo sé. Por eso mismo le pedí al doctor que la atendió que mantuviera esto en secreto —informó—. No sabemos cómo se reveló el incidente pero hacemos lo posible por negarlo. Corrimos otro rumor de que mi hija estaba aquí por demasiado estrés y cansancio.

—Comprendo y por mí no se preocupe.

—Eso espero. Alejandra saldrá hoy mismo, así que no dudo que los periodistas estén desde ahora en la entrada para lanzarse sobre ella.

Como lo dijo el Doctor Lee, Alejandra fue dada de alta. Su padre le propuso salir por la puerta trasera y evitar la lluvia de preguntas pero ella no aceptó. Daría la cara, aunque no la verdad. El médico que la atendió había elaborado una receta médica en la que le recetaba medicamentos para el estrés y un poco de descanso. Todo por petición de su padre.

Se sentía mal por orillarlo a tomar esas medidas y las mentiras, pero agradecida al mismo tiempo de poder contar con él y con Jongsuk. Gracias a su esfuerzo su Padre había prometido no llevárselas, siempre y cuando ella ya no le diera motivos de volver a pensarlo.

Al salir del hospital una ola de reporteros se acercaron a ella. Los flashes de las cámaras segaban sus ojos ayudados por el sol que todavía no calentaba. Inhaló y exhaló para preparase a responder.

—¿Es verdad que el motivo que te trajo aquí fue una ruptura amorosa? —detonó una mujer reportera.

—¿Quién es esa persona? —le siguió otro reportero pegándole el micrófono en la boca.

—Solo vine por un cuadro de estrés —dijo firme mirando a las cámaras—. Las filmaciones del Drama han sido algo largas y pesadas. Pero ya me encuentro mejor y volveré a las grabaciones.

—¿Entonces porque surgió el rumor de un suicidio? —continuaban tratando de sacar la verdad.

—Como lo dicen, es solo eso, un rumor —respondió sin dudar.

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