¿Somos Dos?- Avatar La Leyenda De Aang/ AangxOc

Capítulo 36

Comenzamos a ver humo de entre los árboles.

Estamos jodidos.

-El que logre aparecer mañana sin ojeras se lleva premio- anuncio yo con una sonrisa débil.

Ya desde el cielo todos miramos a la gran cosa mecánica que nos persigue.

-En serio, ¿Qué es esa cosa?-pregunta Katara.

-¡Y COMO NOS SIGUE MALDITO ENCONTRANDO A CADA MALDITO SEGUNDO QUE CADA MALDITO PASA!

-Hiro, guarda los insultos para cuando les veamos- le aconsejo yo, pensando exactamente lo mismo que él.

-No sé cómo nos encuentras, pero esta vez me aseguraré de despistarlos- nos dijo Aang mientras tomaba las riendas de Appa.

-¿Crees que tirarles piedras seriviria de algo?- Le pregunto a mi hermano en voz baja.

-¿Y de dóndevas a sacarlas?- antes de que él termine la frase yo ya tengo una bolsa bastante pesada en la mano.

-Hay que estar siempre preparados- le explico, mientras le tiendo la bolsa con una sonrisa que prácticamente es maniática,  la falta de sueño me afecta seriamente.

-Puede...

-No, nadie va a tirar piedras a nadie, ¡¿Y por qué tienes una bolsa repleta de piedras!?

-Hay que estar siempre preparados-repito mientras guardo la bolsa donde estaba escondida y seguidamente me tiro en el suelo, derrotada.

Después de lo que parecen horas, aunque probablemente no llegase a una, Aang dirige a Appa a un claro en la alto de una montaña. El animal casi no puede consigo mismo y prácticamente se cae al suelo en vez de reposarse delicadamente.

Debido a su caída brusca todos nos caímos de su espalda.

-Vale, olvidaos lo de acampar, solo voy a buscar el montón de tierra más blandito y a dormir.

-Haces bien por que Toph no pensaba ayudar- le contenta Katara a Sokka.

-Ohh, no sabía que la niñita todavía necesita que la arropen en la cama- le contesta aridamente la acusada.

Aang empieza a hablar y yo ya no puedo concentrarme en lo que dice, mis ojos se cierran si yo poder hacer nada al respecto. Tampoco es que quisiera seguir escuchando la discusión.

Mi tranquilidad no dura dos segundos.

-...puede que sea Zuko.

-¿Quien es Zuko?- oigo preguntar a Toph.

-Solo un maldito friki enfadado con cola de caballo y problemas con su padre que nos ha perseguido por todo el mundo- le contesta Hiro.

-Te gusta mucho maldecir- casi balbuceo, y me rio con desgana.

-Mi deporte favorito- me contesta.

-¿Que tienen de malo las colas de caballo, coletita?- Le fastidia Katara a su hermano.

-Esto es una cola de lobo, ¡de guerrero!

La conversación sigue pero yo no tengo más que aportar, por lo que desconecto.

Y vuelta.

Momo comienza a saltar encima de todos nosotros y de hacer ruidos, como advirtiendonos de algo.

-No puede seeeeer.

-Es imposible- intenta asegurarme Aang pero yo ya estoy levantándome para recoger las pocas cosas que sacamos.

-No pueden habernos seguido hasta aquí- continúa.

-Puedo sentirlos con los pies.

Y ahí están.