-Soy la reencarnación de tu madre.
Me quedo quieta, muy quieta. Mis pulmones no vuelven a coger aire, no pestañeo ni una vez, mi boca se queda abierta debido a la conmoción; pero al mismo tiempo, ya lo sabia. Y entonces el aire entra y vuelvo a parpadear y consigo recuperar el control de mi cuerpo.
-Eso...¿tiene sentido? Creo que si...- comienzo a murmurar para mi misma. Pero hay una cosa de la que aún no me he dado cuenta. Para ser su reencarnación, tiene que haber muerto, y no mucho después de haberme dejado donde Sokka y Katara.
-Perdone señora, pero tiene algún aperitivo o...? Esto esta mejor que los dramas de mi pueblo.- le dice Hiro, creo que pretendía que fuera un susurro pero llegó a mis oídos.
-Niño, te pareces mucho a Katalina, una mujer que vivió por aquí,
¿la conoces?-Ehh- el pánico le atacó esta vez a él, y decidí centrarme en ello para retrasar lo máximo posible hablar con mi supuesta "madre"- Menos mal, no. no. Mi madre no se llamaba así- suspira el con alivio.
-¿Vas a ignorarme Zuzu?- pregunta la niña- Eso es de muy mala educación- retoma- yo no te eduqué así.
-Tu no me educaste, prácticamente- en seguida me siento mal por echárselo en cara.
-Entonces, ¿si me crees? Con todo este rollo de haberme encarnado en una niñita y eso.
-Soy...soy el Avatar, o uno de los dos que somos, o la mitad, como lo quieras ver. Me estoy empezando a acostumbrar a todo esto de los espíritus- le digo bajando cada vez más la voz.
Una tristeza enorme me llega como una gran avalancha, y lo único que puedo pensar, es que al menos no soy huérfana, como pensaba hace tan solo un año. Pero en seguida niego, he abandonado a mi padre, y estoy evitando la mirada de una niña que dice ser mi madre. Pienso si en algún momento llegaré a tener una familia normal, o más convencional. No, imposible, pero tengo a mi familia elegida, a mis amigos. Así que pongo mi mejor sonrisa y miro a la niña.
-Bien, creo que debería dejar a esta niña en paz de una vez por todas, ¿me acompañas?- pregunta.
-¿A donde?- le pregunto de vuelta yo confundida.
Me ofrece su mano y yo la acepto, sin saber que después de eso vería oscuridad y sentiría como mi cuerpo cae el suelo, justo antes de que recupere la conciencia ahora en un lugar diferente. Frente a mi ya no tengo aquel derruido y mal hecho cementerio, ni a Hiro, ni a aquella mujer, ni a la niña.
Me levanto con cuidado, y miro a mi alrededor, donde una especie de selva me envuelve. Justo ante mis ojos encuentro a la que sí parece mi madre. Una señora de mediana edad que tiene rasgos parecidos a los míos, y una gran sonrisa en su rostro.
-He evitado que tu novio el avatar venga con nosotras, pero es probable que se halla desmayado por unos instantes, esto del alma entrelazada hace complicado lo de venir al mundo espiritual, ¿eh?
-No es mi novio- es lo único que digo con seguridad- todavía- digo ahora con un tono juguetón y a broma. Me moriré si es que me está oyendo, pero eso más tarde.- Si que eres mamá.
-Claro que sí, y siento lo de tu padre, siempre ha sido un poco tozudo, pero no creo que el piense que tu le has abandonado. Por cierto, siempre tuve el presentimiento de que eras alguien importante, tu padre decía que serías la futura mujer del príncipe Zuko o algo así, pero sabia que tu podías ser alguien, no la mujer de. En eso tu padre fallaba.
-¿Estabas esperándome?
-Claro. Tenemos poco tiempo, cuéntame todo rápidamente, pero no te dejes detalle- dice con una sonrisa aún más grande.
Hago como cuando mi padre, le resumo lo que ha sido mi vida, como todo ha cambiado, y como nunca llegué a estar sola en el mundo, y lo agradecida de ello que estoy. Así pasan segundos minutos, no llegamos a la hora, pero realmente no se como pasa el tiempo aquí.
"¿Que pasó? Antes caí al suelo y casi me desmayo, y acaba de llegar Hiro contigo en brazos. ¿Me oyes?"
La voz de Aang resuena en mi cabeza. Si se supone que estoy desmayada, ¿Cómo es que puede hablarme de esta manera? Me hago un recordatorio de preguntarle más tarde por ello.
-Te tienes que ir- dice la mujer antes de que yo pueda decir nada.
Me acerca hacia ella y me abraza, y en algún momento de ese instante ella y todo a mi alrededor vuelven a desvanecerse.
Abro los ojos con una bocanada de aire y la luz hace que vuelva a cerrarlos casi inmediatamente.
-Por fin, no me puedo creer que hayas decidido dar una sistesita por que te aburrías- me reclama Sokka como si realmente supiera algo de lo que acaba de pasar.
Una lagrima solitaria cae por mi mejilla, la cual es limpiada por Katara con su agua control.
-¿Ha sido bonito o doloroso?- pregunta ella.
Hiro debe de haberles contado todo de lo que se enteró.
-Ambas- le respondo tras unos segundos y sonrío de nuevo.
-¿Me llegaste a escuchar?- pregunta Aang, recibiendo miradas de confusión de todos- me costó mucho más que de costumbre.
-Te escuché.- Afirmo- ¿Qué me he perdido?
-Encerraron a Aang, se sometió a un juicio, queríamos limpiar su honor así que Katara y yo nos convertimos en detectives para averiguar la verdad sobre un crimen que ocurrió hace más de trescientos años en la que se acusa que vuestra antecesora Kyoshi había...matado a alguien. Todo esto es muy confuso pero en resumen yo os he salvado a todos.
Sokka "resume" todo lo que ha pasado hasta ahora.
-Bueno, ahora íbamos de camino a travestir a Aang para que pareciera Kyoshi, pero será mucho mejor si tu lo haces. Tengo que presentarte no como testigo si no como la persona acusada- dice Katara orgullosa- Y todavía esto no ha acabado Sokka, aún no has salvado a nadie.
-Entonces llego en el momento justo.
Llego tarde, sí. Estoy estresada, también. Os debía esto, definitivamente. AQUI ESTA EL NUEVO CAPITULOOO. Espero que lo disfruten, creo que en este no hacen falta pañuelos, y solo quiero añadir que yo soy Hiro en la vida JAJAJAJA.
BESOS A MIS BELLOS LECTORES. Voy a decir algo, y es que según las graficas de wattpad un pequeño porcentaje de mis lectores son hombres, asi que os invoco! No me dejeis en en visto porfa :(
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¿Somos Dos?- Avatar La Leyenda De Aang/ AangxOc
FanfikceExiste una leyenda, que pocos conocen, dice la profecía que el dios Yuleao dividirá un alma en dos, separadas del cuerpo como almas gemelas destinadas a encontrarse, sin embargo, esta profecía indica que por un despiste divide el alma del siguiente...