9. Menguante

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La luz del sol siempre protegía a las personas, pero esto solo les daba algo de tiempo para poder recuperarse y poder seguir con sus actividades.

Incluso si estás no eran solo para uno, sino para poder proteger a aquellas personas que son importantes para ellos.

...

Se podía ver a dos personas luchar con katanas, estás sonaban y distintas figuras y formas se mostraban.

Uno de ellos era un chico de cabellos blancos griseasos, mientras el otro tenía el cabello de un intenso rojo.

Ambos mostraban cansancio, pero esto solo les indicaba que su oponente estaba igual o peor que ellos.

– Bien inútil veo que ya puedes usar bien tus posturas.

Dijo mientras levantaba su katana y la ponía junto a su hombro derecho.

Sin más este se lanzo a atacar al otro, el cual solo logro frenar su ataque al formar un tigre.

– Pero debo ser más fuerte.

Dijo mientras le daba una parada en el abdomen al otro chico, puso su katana mirando al suelo y se dispuso a   atacar al otro.

Una pequeña espiral de fuego logro aparecer, pero está solo era muy pequeña.

Sin más el chico peli-rojo calló al suelo por el cansancio.

– Dejemos el entrenamiento aquí, almenos puedes manifestar esa postura.

El otro solo se tiró al suelo para poder sentarse.

Gracias, pero no sirve de nada si no puedo realizar las demás posturas.

Dijo algo decaído, pero solo sentido la mano del otro en su cabello, pero no lo hizo para acariciarlo, si no más bien para jalar estos.

– Duele, Duele.

– Deja de quejarte, solo haces que me duela la cabeza, Ahg, cómo es que termine a tu cargo?.

– Bueno, el señor Rengoku salió a una misión con su aprendiz la cuál va por buen camino, apenas tiene cuatro meses como cazadora y ya ha superado varios problemas, y por lo que el cuervo de la señora Ubiyashiki me dijo, usted es el único pilar que está disponible y que debe de hacerlo según las órdenes de Oyakata.

– Claro que se el porque estoy aquí.

Dijo con un grito, parecía más molesto de lo habitual, algo que noto el peli-rojo.

– Disculpe señor Shinazugawa, el señor Rengoku es hijo de un pilar verdad, exactamente que son los pilares?, El señor Rengoku no me quiso decir mucho, solo me dijo que yo seré su sucesor, siempre y cuando su padre logré ver qué soy dignó.

El peli-rojo solo vio como el albino suspiro.

– Es el rango más alto que un cazador puede llegar a obtener, actualmente somos pocos pilares, sin contar al padre de tu encargado, seríamos unos cinco, verás cuando te conviertes en cazador no solo te dedicas a asesinar demonios, también a seguir las reglas y poder subir nuestro rango, hay un total de diez rangos y el título de pilar, para poder convertirte en un pilar tienes que cumplir varios requisitos, asesinar a más de cincuenta demonios y salir vivo o asesinar a una de las doce lunas.

Dijo ante la mirada de sorpresa del peli-rojo.

– Las doce lunas?.

– Si, verás existen doce demonios más fuertes que el restoz estos sirven específicamente a el rey de estos, Kibutsuyi Muzan, se dividen en dos grupos, las lunas crecientes y menguantes, para saber que un demonio pertenece a las doce lunas, sus ojos las distinguen, ellos tienen su número y rango escritos en sus ojos.

Fuerza del corazón (Genya x Malereader, Maleoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora