Fuerza del corazón (Genya x Malereader, Maleoc)

26. Amanecer

Las incontables noches en las cual se sentía solo y devastado por no poder conseguir estar al nivel mínimo de un usuario de la respiración de la flama lo hacían querer dejar todo y lo aprendido y así evitar decepcionar al señor Rengoku por tener un sucesor tan patético. Aunque al pasar los días sentía como sus propios miedos lo hacían perder el rumbo de sus movimientos y retrocedía lo poco que ya había avanzado.

Cuando quiso dejar de intentar dominar la respiración de la flama, el señor Rengoku no hizo mucho para evitar que se fuera, mas cuando entendió la razón de eso se sintió mal por pensar que su maestro lo estaba abandonando por pensar que era débil, por lo que al volver a la finca del señor Rengoku, lo primero que hizo fue disculparse y también le mostro lo que había prendido, sorprendiéndolo al mostrarle una respiración totalmente distinta a la suya.

– "Kessho, dominar una sola respiración es difícil, pero tu lograste dominar una segunda sin tener que crear una".

Recordar como el rostro de su maestro se encontraba totalmente impresionado lo hizo sentir de manera diferente, pero saber que ha logrado dominar ocho de las nueve posturas lo ha hecho querer mejorar y poder aceptar el titulo de tsugoku.

Por lo que apenas tuvo permiso del doctor de la mansión en la que se encontraban, comenzó a practicar, teniendo el mayor cuidado posible para evitar que sus heridas se abrieran y terminara en peor estado.

– Acaso no puedes evitar hacer ruido mientras practicas tus molestas poses?.

Genya no tardo mucho en despertar, pero le agrado ver que este ya se encontrara mejor de sus heridas, por lo que apenas lo vio le dio una sonrisa.

– Genya, no sabia que ya estabas despierto.

saludo apenas lo vio, Genya dejo escapar un bostezo mientras comenzaba a estirar sus músculos para despertarlos.

– Con todo el ruido que haces, es imposible permanecer dormido, además estar todo el dia en una cama no es la mejor manera de pasar el tiempo, incluso un idiota como tu debería de saberlo.

Kessho solo sonrió ante el insulto de Genya, los pocos días que llevaban de conocerse mientras eran sometidos a los entrenamientos exagerados de sus maestros, lo habían hecho darse cuenta que Genya se esforzaba de mas, por lo que sabia que también estaba harto de no poder entrenar, aunque ahora que lo pensaba, Genya no usaba ninguna respiración no nada por el estilo, el usaba un arma más parecida a una pequeña escopeta.

– Genya, el arma qué usaste en nuestra misión, como es que la usas con tan poca luz?.

Kessho coloco su katana en el suelo y miro a Genya, este al escuchar la pregunta se puso de pie y camino por el jardín sin llegar a donde se encontraba Kessho, este se agachó y tomo unas cuantas piedras.

– No tengo el talento qué varios cazadores tienen, por lo que no puedo usar las respiraciónes, un cazador así es una burla para otros, por lo que tuve que buscar mi manera de luchar contra estos ... aunque descubrí algo impresionante de mi, no podía depender de eso.

Kessho miro atentamente a Genya, el viento qué había movía ligeramente su cabello, Genya levanto la mano y lanzó una de las piedras de su mano, dando a una hoja que caía junto al viento.

– No deje que las personas afectarán mi objetivo y practique con algunas armas de fuego, hasta que encontré mi estilo, el arma qué uso es una simple pistola, esta no es muy diferente a las katanas ninchiri, ya que esta hecha del mismo mineral qué mi espada, y la puedo usar sin mucho problema, casi siempre la uso cuando los demonios no se dan cuenta de mi presencia, pero cuando la luz es casi nula, uso el viento a mi favor para golpear a estos, mi cabello tiene esa función, así sabre en que dirección corre el viento.