4. El primer llamado

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La selección final por fin había terminado, y con ello tambien mi entrenamiento para esta, al regresar de la selección final a la finca del señor Rengoku, termine por desplomarme en el suelo una vez pude verlo, no recuerdo cuando mi cuerpo se sintió tan cansado, pero cuando abrí los ojos, ya me encontraba sobre mi cama, mi cuerpo dolía y el cansancio eran mas grandes que cuando llegue, pero lo que mas me pareció raro, fue ver que mi cuerpo estaba cubierto por vendas.

La puerta de mi habitación fue abierta y pude ver al señor Rengoku entrar, este me dio una sonrisa que de alguna forma logro relajarme, este traía consigo un plato con comida y té, en una bandeja, este las coloco en frente de mi y me ayudo a sentar para que pudiera comer sin muchos problemas.

– Es bueno que despertaras, estuviste inconsiente alrededor de cuatro dias, tu cuerpo necesitaba descansar mas de lo que tenia previsto, tuve que pedirle ayuda a alguien para revisarte.

Dijo mientras comía lentamente, no conozco mucho a las personas que están detrás del señor Rengoku, o a sus compañeros mas confiables, como para encargarles a un chico que acababa de terminar la selección final, el señor Rengoku siguió contándome varias cosas que ignoraba momentáneamente mientras comía, seguimos así hasta que un pequeño ruido comenzo a ser escuchado, este venia desde mi ventana, la cual se encontraba cerraba, el señor Rengoku se levanto y fue hasta esta, abriéndola y quedándose en silencio, este dio media vuelta mientras una sonrisa se asomaba en su rostro.

– Parece que tienes una visita.

Dijo a lo que lo vi con duda, se movió un poco, dejando ver a un cuervo, me sorprendí un poco ya que pensé que se trataba del cuervo del señor Rengoku, pero cuando comenzo a volar por mi habitación y se posaba en mi cabeza, recordé que me habían dado un cuervo al final de la selección final, lo que significaba que este era mi cuervo. El señor Rengoku se acerco de nuevo y acaricio la cabeza del cuervo, este pareció justarle esa acción, ya que sonaba como si estuviera feliz al ser acariciado.

– Así que tu serás el compañero de Kessho, espero puedas cuidarlo en mi lugar.

El señor Rengoku tenia una sonrisa triste en su rostro, algo que nunca había visto de el, se levanto y salió de mi habitación, dejándome completamente confundido. El resto de la tarde la pase con mi cuervo sobre mi cabeza, al parecer a este se le hacia cómoda, poco a poco los dias fueron pasando hasta que el lapso de diez dias había concluido, lo que significaba que pronto llegaría mi katana, estaba sentado en el jardín de la finca del señor Rengoku, no hace mucho que había salido de la cama y mi cuervo se encontraba quieto mientras le colocaba un collar que hice con los restos de mi pendiente, dejando que la piedra morada quedara frente a su cuello, este grazno y despues comenzo a alejarse.

Mire como este se alejaba y escuche como la puerta que dividía la finca con el jardín era abierta, el señor Rengoku tenia una sonrisa cuando gire a verlo pero mi atención se fue a una persona que se encontraba detrás de este, me levante rápido y camine hasta estar dentro de la finca, siguiendo al hombre hasta la sala de la finca, la cual era una gran habitación que pocas veces usábamos, tanto el señor Rengoku como el hombre se sentaron frente a una pequeña mesa, por lo que me senté al lado del señor Rengoku, el cual miraba directamente al hombre y note que este tenia puesta una extraña mascara que asemejaba un rostro.

– Lamento la intromisión, déjenme presentarme, soy Yoyu Kinzoku, soy el herrero que se encargo de forjar la Katana de Rengoku Kessho.

Dijo el hombre, a lo que asentí, no estoy muy acostumbrado a que se refieran a mi como Rengoku, pero lo deje pasar.

– Soy yo, espero que su viaje no haya sido muy difícil.

Dije a lo que este negó, Yoyu puso una especie de tela sobre la mesa y comenzo a moverla, mostrando una caja bastante larga de madera, este quito la tapa de la caja, lo primero que vi de esta, fue la saya donde esta estaba guardada, la tsuka y el tsuka-ito que parecia estar cubiertos por vendas y la tsuba que era idéntica a la del el señor Rengoku

Fuerza del corazón (Genya x Malereader, Maleoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora