Circus ◆ Treasure

-7- Espectáculo (2/3)

Todos los del público aplaudieron con ánimo.

El peliverde sin darse cuenta siquiera sonrió, y saludó al público, como si fuera la estrella de un espectáculo.

Para ser justos, realmente es: La estrella de un espectáculo.

—Algún voluntario?—. Preguntó el presentador.

Un ligero silencio se hizo presente, claro, algunos les daba algo de miedo el ser el centro de atención en un acto de circo, pero siempre hay valientes.

—Yo quiero— Como él. Aquel chico se levantó de su asiento para ir hacia el escenario.

—Maravilloso, ahora que comienze el espectáculo, pero antes, todos, cierren los ojos—. Eso le recordó la primera vez que vino al circo, vió como todos hacían lo que él decía, se veía emoción en sus rostros, no pudo evitar sentir lástima.

El presentador, al terminar se verificar que todos tuvieran los ojos cerrados le dió una pequeña señal a Hyunsuk, este giró su vista a la del chico y lo miró a los ojos directamente.

Entonces de la nada, el chico comenzó a llorar fuertemente, gritos, llantos, pedidos de auxilio, todo sorprendió al público, quienes al mismo tiempo, comenzaron a llorar y a intentar levantarse.

Pero al igual que Hyunsuk y sus amigos, no pudieron.

Hyunsuk solo miraba chico, el peliverde tenía una mirada seria, mientras el chico se retorcida de dolor en el piso.

De repente, el chico comenzó a reír, más que a reír, a volverse loco.

Reía descontroladamente.

Lloraba al mismo tiempo.

Hasta que las lágrimas dejaron de ser lágrimas.

Para convertirse en sangre.

Aquel líquido rojo salió de sus ojos igual que si estuviera llorando.

Sus gritos se hicieron más fuertes al igual que los del público.

Hyunsuk sabía perfectamente que así se sintió él la primera vez que se sentó en una de esas gradas. Pero desde su ahora nuevo punto de vista todo era completamente diferente.

Se sentía mucho más placentero, y hasta divertido.

O así lo veía Hyunsuk.

La expresión seria del peliverde se transformó en una de burla.

Mientras el público lloraba pidiendo piedad, el sonreía con sorna sin parar de torturar al chico, quién ya estaba hasta convulsionando.

Pero la diversión no dura para siempre, llegó el momento en que el chico dejó de llorar, dejó de gritar, dejó de moverse, dejó de respirar.

Aquel chico ya estaba muerto.

Hyunsuk achicó su sonrisa al ya no poder continuar lo que hacía.

El presentador no paraba de reír, pero tuvo que hacerlo para poder seguir hablando.

—Ahora tenemos, como segundo acto otro maravilloso monstruo, creado por el mismo Diablo, un rostro de Ángel con el corazón de un Demonio, Kim Doyoung!—. Cerró los ojos casi por inercia, al volver a abrirlos, se encontró de nuevo con aquel hermoso cuarto, acostado en la cómoda y limpia cama.

Se levantó, caminó por el cuarto, inspeccionándolo.

No había nada especial, lo único que resaltaba eran la araña de cristal en el techo y un librero mediano repleto de libros.