Circus ◆ Treasure

-12- Voz • Parte 1

Limpió su labio, del cuál un líquido rojo caía, embarrando su barbilla.

Ya estaba lleno.

Lo había hecho, había matado a esa mujer, esa mujer que lo ayudó, y lo peor de todo es que mientras lo hacía sonreía, sintiéndose feliz.

Pero aún así no lo aceptaba.

No aceptaba la realidad.

Eres un monstruo, eso es lo que eres.

Recordaba, lo sabía, lo sabe.

Pero no lo acepta.

No acepta su realidad.

Paseó por la casa, limpiando sus labios, hechando un vistazo en la cocina, por la sala, el baño y el cuarto de la mujer.

No había nada muy interesante, pero podría pasar la noche aquí, hay agua y comida en el refrigerador, aunque sinceramente...

Dudaba mucho que cualquiera de esas cosas lo llenara.

«Que se supone que debo hacer ahora?»

Tal vez quedarse en esa casa, a lo mejor ya no tiene que volver a ese estúpido circo, ahora es libre.

Libre de ellos, pero no de su realidad.

Pero su lado estúpido siempre está en funcionamiento.

«Ya no volveré al Circo, o eso creo, de cualquier manera, como salí? Creía que no podría salir de ahí nunca.»

Quería volver a caso?

Porque eso era a lo que su lado estúpido trataba de incentivarle.

Salió de la casa, caminando por las calles, admirando el cielo, las estrellas y la blanquecina Luna, hacía mucho que no miraba el cielo normal, tranquilamente.

Desvió su mirada a dónde los niños jugaban, notando algo un poco raro.

Porqué ese niño tenía el cabello morado?

Porqué ese otro niño tenía un lunar debajo de su ojo?

Porqué ese niño tenía el cabello blanco y la mirada fría?

Se acercó, pero no tanto, para que no lo notarán y pudo escucharlos jugar y correr, uno detrás de otro. Gritándose amistosamente entre ellos.

—Atrápame si puedes Jeongwoo!—. Le gritaba un niño muy similar a Jihoon. Que corría mientras el niño de piel morena trataba de atraparlo mientras ambos sonreían.

Como si no supieran lo que en realidad son.

«Que mierda está pasando?»

—Asahi! No seas aburrido! Ven aquí!—. Le gritaba un pequeño de ojos grandes y pelo morado, juraba que era la versión mini de Mashiho.

El peliblanco negó.

—No quiero—. Habló con voz aniñada pero fría —Haruto se está burlando de mi diciendo que corro lento.

El alto chico se ríe de la actitud de su amigo.

—Yo no dije eso, solo dije que yo corría más que tú.

—Es lo mismo.

Burlas de los dos chicos japoneses llegaron a Asahi, haciendo que él chico intentara atraparlos y riera junto a ellos.

—Juguemos al escondite!—. Propuso un niño con una voz melodiosa y dulce.

—Pero Doyoung, es tarde—. Habló un chico de cabello castaño de aspecto cansado —Tu mami no se enfada?