Capítulo 3

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Tiré un palo al fuego luego de escuchar la historia del sacerdote mientras Hyakkimaru dormía a un lado.

- Entonces, si va matando monstruos ¿Recuperará su cuerpo? -

- Si, supongo que eso es lo que es. Alguien debe haber hecho un trato con los demonios hace mucho tiempo, a cambio del cuerpo de ese niño -

Me quedé en silencio mientras procesaba la información.

- ¡Eso es horrible! - Miré a Dororo - No sé que obtuvieron, pero sus ojos, nariz, boca... ¡Se lo dieron todo! -

- Uno debe estar preparado para ir al infierno para hacer tal cosa -

Apreté los dientes, me sentía impotente porque no podía hacer nada para que Hyakkimaru tuviera su cuerpo de regreso justo ahora.

- Que cruel - Lancé otra rama al fuego - No importa cual fuera la razón, esto es imperdonable... - Miré a Hyakkimaru - Una acción inhumana -

- ¿Para que los quieren estos monstruos? Un solo ojo no podría llenar sus estómagos -

- ¿Quién sabe? Tal vez llene sus almas -

- ¿Qué significa eso? - Preguntamos Dororo y yo al mismo tiempo y al darnos cuenta reímos leve pero ella vió tras de mi.

- Hyakkimaru, despertaste - Lo miramos pero él pasó de largo hasta casi poner su pie en el fuego pero pareció sentir el calor.

- Sentido del dolor - Murmuré pensando que eso fue lo que recuperó.

Hyakkimaru parecía confundido y entonces pisó con fuerza el fuego pero Dororo y yo actuamos rápido y lo apartamos.

- ¡Basta, te quemarás! -

- Idiota - Murmuré.

Dororo y Hyakkimaru se caen al suelo por el desequilibrio mientras yo me cruzo de brazos y los miro.

- Cielos ¿Qué crees que estás haciendo? -

Hyakkimaru hace muecas de dolor mientras su pie temblaba por la quemazón en este, yo suspiré y negué.

- Traeré agua, enseguida vuelvo y aléjenlo del fuego - Dije que mientras caminaba.

- ¡Si! -

Miré de reojo hacia Hyakkimaru pero entonces me concentré en el camino, escuchaba un río cerca así que fue fácil encontrarlo. Agarré mi botella de bambú que lo hice para guardar agua y lo tenía amarrado en mi cintura. Lo llené y le volví a colocar la tapa y así regresé con los otros.

- Listo -

Me acerqué a Hyakkimaru y le fui derramando de chorros finos en el pie y así calmar el ardor que por sus muecas seguía teniendo pero se calmó.

- Funcionó - Dice Dororo y luego me mira - Funcionó, gracias -

Guardé de nuevo mi botella de bambú.

- No es problema - Sonreí.

- Ne... _____... ¿Tienes a dónde ir? - Pregunta un poco apenada.

- ¿Eh? Bueno... en realidad no -

- ¿Entonces cómo vives? -

- Pues, viajo y ayudo a la gente por dinero, se encuentra mucho si sabes pelear - Expliqué mientras me sentaba - Aunque la mayoría no me crean por ser mujer pero bueno... así son los tiempos -

- Ya veo... - Bajó la mirada y parecía querer decir más, me di cuenta.

- Anda, dilo ya -

- ¿Eh? -

- Quieres decir algo ¿No? Que no te de vergüenza, dilo -

Se me queda mirando pero entonces asiente y se gira mejor hacia mi.

- ¿Puedes quedarte y viajar con nosotros? Por favor - Une las manos y cierra los ojos.

- ¿Huh? ¿Seguro? -

- Si, porque aunque no lo creas... Hyakkimaru no es un gran hablador - Lo susurra como si él fuera a oírla.

Miré al sacerdote y ambos nos reímos pero le seguí la corriente y le susurré igual.

- ¿En serio? No podría creerlo -

Dororo y yo nos reímos en susurros un momento pero entonces suspiré.

- Está bien, viajaré con ustedes si eso quieres -

- ¡Bien! -

- Pero ahora a dormir -

- ¿Qué? Pero... cuéntame más de ti -

- Buenas noches - Me acosté dándole la espalda.

- ¡Oye! ¡Si vamos a viajar juntos tienes que decir más de ti! - Sentí que se acercaba.

- Tengo sueño, tal vez mañana -

- ¿"Tal vez"? - Fingí roncar - ¡Oye! - Me comienza a zarandear mientras insiste y entonces abrí un ojo y la miré antes de resoplar y darme vuelta hacia ella.

- Mi mamá solía cantar una canción para que me duerma ¿Quieres oírla? -

Ella me mira y sonriendo ampliamente asiente repetidas veces.

- ¡Si! -

- Bien, acuéstate -

Ella me hizo caso y yo cerré los ojos mientras me mentalizaba para afinar mi voz.

- Uno, dos... Debajo de la ventana, donde los niños duermen. Flores blancas en la noche de una luna pálida - Dororo bosteza - Tres, cuatro, ¿dónde florezces? En el marco del espejo de mamá. Una pequeña flor azul florece... -


Al mirarla de nuevo ella ya estaba durmiendo profundamente, sonreí y me quité mi abrigo y se lo puse encima, se aferró a el y se acurrucó en el suelo.

Era tierna.

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N/A: Canción [Hanae Kazoe]

Pondría el video pero no encuentra.

NO TE DEJARÉ || Hyakkimaru x tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora