Capítulo 27

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- Entonces, qué bueno que dejamos ese lugar - Dororo suspira aliviada.

Habíamos pasado la noche en una posada y ahora por fin estábamos siguiendo con nuestro recorrido en busca de un herrero que pudiera reparar las katanas de Hyakkimaru.

Él caminaba tranquilo como si no fuera que en la noche anterior no me hubiera... me hubiera...

- Onēchan... onēchan... ¡Onēchan! -

- ¿Eh? - Dororo se coloca frente a mi con las manos en la cintura mirándome con el ceño fruncido.

- ¿Me estás escuchando? -

- Si... No... - Me sinceré.

- Hm... eso pensé... - Se cruzó de brazos, Hyakkimaru siguió caminando y Dororo se me acerca - ¿Estás así por el beso, cierto? -

Me sobresalté y enrojecí completamente pero suspiré.

- ¿Cuándo... aprendió eso? -

- Cuando fuimos a buscarte, vió que una pareja estaba haciendo algo extraño y tuve que describirselo -

Comprendí, resoplé profundo pero entonces continué caminando.

- Mejor dejemos el tema, vamos que nos deja atrás -

- ¡¿Eh?! ¡Aniki! -

***

***

- Ese vendedor dijo que estaba justo detrás de ese paso de montaña. Eran como tres montañas - Se queja Dororo.

Me reí un poco pero escuchamos el sonido de un caballo y al mirar vimos a Hyakkimaru frotando su cabeza con el caballo.

- Y ahora él tiene un hábito raro -

Me hizo lo mismo a mi... ¿Dónde lo aprendió? Por favor que no sea de ese lugar al que me llevaron.

- Dororo, _____, un caballo - El caballo pareció sonreír.

- Si, hubiéramos conseguido uno si hubiésemos sabido que era tan lejos -

- Vamos, seguro que ya estamos cerca - Apoyé mi mano en su cabeza pero ella la quita como de costumbre.

- No voy a caminar más, incluso si ese fabricante de armas no está aquí -

- No, necesito esto - Hyakkimaru saca su katana rota - Si no está aquí, caminaremos más -

- Lo sé, lo sé, no hablaba en serio -

- Ya veo -

- Creo que dijo que el herrero se llamaba Munetsuna. Bien, vamos, Aniki, Onēchan -

- Vamos -

Seguimos caminando hasta acercarnos a un pueblo y encontrar a un hombre al cual le preguntamos por Munetsuna y dijo que vivía en las afueras del pueblo.

- Pero no le pedirán que forje una katana ¿Verdad? -

- Es un herrero habilidoso ¿Verdad? -

- No, él no es nada de eso -

- Espera, eso no fue lo que nos dijeron - Miré a Dororo algo confundida.

- Él forjó ese hecha para mí, pero no estoy impresionado en absoluto -

Yo me acerqué al hacha mientras él hablaba de la hija fea y con mala personalidad de Munetsuna. Agarré el hacha y de una corté la madera que estaba allí.

- ¿No es la gran cosa? - Murmuré viendo el hacha, era realmente buena y afilada.

¿De qué hablaba ese hombre?

***

***

Toqué la puerta un par de veces y al instante se escuchó la voz de una chica.

- ¡Si! Si, si ¿Vienen con quejas a mi papá de nuevo? - Abre la puerta y mira a Hyakkimaru - ¿Quién eres? -

Esta chica no se ve fea como aquel hombre había dicho... realmente es linda.

- ¿Esta es la casa de Munetsuna? - Pregunté captando su atención.

- Sí, ese es mi padre -

- Entonces ¿Eres Okowa? - Pregunta Dororo.

- Así es - Hace una mueca desconfiada.

- Estamos viajando y escuchamos que tu papá forjó grandes katanas -

- Oh, clientes. Sí, mi papá es el mejor fabricante de katanas en la tierra -

- Si, pero bueno... los aldeanos... -

- Los aldeanos dijeron lo contrario - Terminé por Dororo, yo también quería saber.

- Cielos, la gente de aquí siempre miente así, pero siguen viniendo con mi papá por ayuda -

- Entonces ¿Realmente es bueno? -

- Por supuesto -

- Entonces ¿Puede reforjar estas para nosotros? - Dororo agarra las katanas de Hyakkimaru y las muestra.

- Vaya, parece que realmente han pasado por mucho -

Cuando nos dimos cuenta, Hyakkimaru agarró el rostro de Okowa y frotó su frente con la de ella.

- ¡Oh! ¡Aniki! -

- Okowa... -

¿Es normal sentir como si se te quebrara el pecho? ¿Qué significa esto?

Okowa aparta a Hyakkimaru rápidamente.

- ¡¿Qué estás haciendo?! -

- ¡Aniki, te dije que no hicieras eso! -

- ¿Por qué no? -

- Como sea, no puedes hacerlo -

Miré a Dororo sin decir nada. Entonces... ¿Ya había hecho esto además de a mi y al caballo... ? Wau...

¿Y lo del beso... ? ¿Lo hizo también por haber aprendido algo nuevo? Wau... ¿Por qué me sentí especial? Que tonta.

Miré a un lado, hacia Okowa, y abrí más los ojos al ver que estaba mirando a Hyakkimaru como si fuera un ser perfecto y amoroso.

¿Otra vez esa molestia en el pecho... ? Que fastidio.

NO TE DEJARÉ || Hyakkimaru x tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora