NO TE DEJARÉ || Hyakkimaru x tú ||

Capítulo 18

- Aniki... ¿De nuevo no puedes dormir? -

- Los demonios... -

- Ahora no, tienes que dormir un poco o te volverás loco ¿Eh? ¿A dónde vas? ¡Onēchan, dile algo! -

Bufé y me di vuelta entre abriendo los ojos viendo como Hyakkimaru se alejaba.

- Terco... deja dormir... - Dije adormilada.

- Se está yendo ¡Oye, aniki! - Dororo agarra sus cosas y se va corriendo.

Yo consideré firmemente en dejarlos irse y dormir pero entonces escuché a Dororo.

- ¡Onēsan! -

- Agh... - Me quejé levantándome y saliendo de la cueva para perseguirlos.

Caminamos bastante y Hyakkimaru no se cansaba de caminar. Pero yo estaba decidiéndome en si golpearlo con una ropa o no para que me de tiempo de dormir.

- ¿Por qué no recuperarte partes del cuerpo después de vencer a ese espeluznante zorro? -

- Buscaré y mataré hasta recuperar todo -

- Suena mal, no seas espeluznante - Dije.

- Te has estado presionando demasiado desde que dejamos la tierra de Daigo - Dororo se coloca enfrente - No has descansado, venciendo a los monstruos por doquier. No dudarás mucho tiempo así... -

Hyakkimaru pasa empujándola. Yo resoplé y la ayudé a levantarse y le seguimos el paso a Hyakkimaru.

***

***

- Este es el lugar perfecto para pasar la noche. Descansa aquí, Onēsan y yo vamos a... -

Me tiré en el suelo sin poner los colchones de heno para acostarme y fingí roncar.

- Am... Yo, voy a recoger leña y bayas. Ah, esto podría ser el escondite de un chico malo, así que tengan cuidado ¡Pero no mates a nadie! Solo derrótalos, onēsan cuídalo -

Me acomodé en el suelo a pesar de estar más o menos incómoda pero eso no me importó, lo único que quería era dormir. Escuché que Dororo se iba y Hyakkimaru caminaba por el lugar acomodando las cosas.

Estaba por dormirme cuando fue repentino el sentir que me agarraba y cargaba, me sobresalté pero estaba muy cansada para decir algo así que solo dejé que hiciera lo que se supone estaba haciendo y al darme cuenta me dejó en esos colchones de heno.

Suspiré acomodándome mientras lo escuchaba acostarse a un lado, pero no escuché ni sentí nada cuando ya me había dormido.

***

***

- ¡Onēsan! ¡Aniki! -

- Mira tú... - Dije quejosa y adormilada mientras aún quería dormir.

- ¡Aniki, mírala! - Se hizo silencio - ¿Es un ayakashi? -

- No -

- Humana entonces - Dororo suspira aliviada.

- No lo sé -

- ¿Eh? -

- Mi nombre es Okaka - Habla una mujer.

- ¿Okaka? -

- Y esta es mi casa -

Dororo parece sorprendida y se disculpa por la intromisión, yo seguí en el suelo mientras los escuchaba moverse y encender el fuego.

- ¿Vives aquí sola? -

- Sí. Los peregrinos que vienen a la cascada me dan comida, así que me las arreglo -