Capítulo 8

2.3K 302 32
                                    

- ¡Hyakkimaru! - Mio se acerca corriendo al ver el estado de este - ¿Qué sucedió? -

- Eso no lo matará. Solo fue muy pronto para que luchara -

- Mio-nee, no te preocupes por él. Ve a dormir - Dice Takedo.

- Está bien, estoy acostumbrada - Ella agarra un trapo húmedo y se lo pasa por el cuerpo a Hyakkimaru.

Cuando se remangó un poco la ropa pude ver, al igual que Dororo, el moretón que traía, pero ella lo escondió. Yo suspiré y agarré su mano.

- Está bien, lo haré yo... ve a dormir -

- Pero... -

- Mio... prepcuparás a los demás, anda ve, yo me haré cargo -

Ella me mira un momento antes de dejar el trapo y levantarse, yo agarré la cubeta acercándola a mi y remojando el trapo antes de mirar el torso de Hyakkimaru.

- Onēchan ¿Estás bien? - Reaccioné y bajé la mirada un poco mientras sonreía nerviosa y pasaba el trapo por Hyakkimaru.

- Ah, si, si... no te preocupes, Dororo -

- Pero... estás roja... -

- El calor, ahora silencio que despertarás a Hyakkimaru - Traté de zafarme de la situación y por suerte lo conseguí.

Escuché una pequeña risa y miré fulminante al sacerdote pero resoplé y traté de concentrarme únicamente en limpiar un poco a Hyakkimaru, nada más.

No mires de más, idiota.

Noté cuando Dororo se fue en un momento pero yo aún así continué con el limpiado.

***

***

Vi, desde la ventana, cuando Hyakkimaru se cayó al tratar de levantarse con su katana y estaba por correr a ayudarlo pero Mio fue más rápida.

- ¡Hyakkimaru! Debes estar quieto -

Me coloqué pegada a la pared mientras escuchaba y veía de reojo. Mio corre a agarrar un trapo y se acerca a él.

- No debes ir. Entendiendo que estés frustrado ¿Pero y si mueres? Yo también me presionó mucho así que lo entiendo. Soy tan tonta, sabía que no era facul hacer dinero -

Me sorprendí al ver que estaba por llorar y eso me preocupó un poco también.

- No, no. Prometí que no lloraría por un samurái de nuevo. Tú también, si te esfuerzas demasiado y mueres, pierdes -

Hyakkimaru se sienta y ella lo ayuda a recostarse contra la pared.

- Como sea, escuché que encontraste tu voz. Es increíble. Intenta decir algo... - Niega y se tapa los oídos - ¿Tu propia voz es ruidosa para ti? No puede ser... -

Mio se ríe levemente mientras que Hyakkimaru sigue tapando sus oídos.

- Te acostumbrarás. Doroeo dijo que eras como una bestia en una cueva - Niega de nuevo - ¿Qué tal una canción? Te gustan las canciones ¿No? -

Ella comienza a cantar de nuevo y noté que Hyakkimaru se destapa los oídos para escucharla mejor.

- Canto cuando me siento triste. En lugar de llorar - Vuelve a cantar.

Me quedé un momento allí, miré al frente mientras escuchaba como cantaba tan lindo para Hyakkimaru quien parecía agradarle.

Escuché que hablaba de nuevo pero al mirar vi como él sostenía su rostro entre sus manos.

- ¿Qué... es esto? - Miré al frente mientras me agarraba el pecho molesta por la sensación de opresión en este.

Molestaba porque no sabía que era esta sensación, como si estuviera molesta por algo pero ni yo misma supiera de qué o porqué.

- Tonterías - Me aparté de la pared y me fui.

***

***

- ¡Aniki! -

Me desperté de golpe por el grito de Dororo, al verla estaba en la puerta del lugar. Miré a todos lados pero me levanté rápido al no ver a Hyakkimaru.

- ¡Dororo! Vamos - Dije pasando por su lado.

- ¡S..Si! -

Ambas salimos corriendo para buscar a Hyakkimaru, sabía perfectamente dónde estaría.

Ese idiota. ¡¿Por qué va solo y aún herido?!

- Estamos cerca - Avisé.

Escuché la pelea de Hyakkimaru con aquel demonio y al llegar allí estaban ambos.

- ¡Aniki! -

Saqué mi katana y fui hasta ellos, vi que el demonio agarró la pierna de Hyakkimaru, yo salté y clavé mi espada en su cabeza para librarlo y entonces él salta y lo corta.

Suspiré aliviada y ambos salimos del hueco cuando el demonio había muerto, Dororo se acerca rápido pero vimos que la pierna de Hyakkimaru volvió a crecer.

- Bien, ya tuviste tu revancha, mejor nos vamos -

Comencé a caminar, Dororo me sigue junto a Hyakkimaru y los tres regresamos.

- Cielos ¿Cómo pudiste irte sin decirnos? Onēchan y Nee-chan estaban preocupadas -

- Y..Yo no - Dije sonrojada y sin pensar.

- ¿Eh? ¡Claro que sí! ¡Saliste corriendo! -

- Calla enana, no es verdad -

- ¡No me digas enana y si es verdad! -

- Que no -

- ¡Que si! -

- Que no -

- ¡Que si! -

- Que... - Me detuve en seco al igual que Hyakkimaru al ver humo en el templo.

- ¡El templo... ! - Dororo comienza a correr.

- ¡Dororo... ! -

Salimos corriendo tras ella y nos acercamos al templo, por favor... no...

NO TE DEJARÉ || Hyakkimaru x tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora