"-¡Anthony Stark, deja a Peter en paz!
-Señor Stark, su novia está molesta."
"-¡Por una mierda, Steve, dile a Clint que deje de llevarse mis flechas!
-¿Cuántas veces tengo que decírtelo? ¡Lenguaje!
"-Voy a decir que ese golpe no me dolió.
-Vas a se...
Sé que hay personas que aún no ven Spiderman No Way Home, así que prefiero prevenirles por si aún no han visto la peli
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Entraste a tu turno de noche en la cafetería después de que el de MJ terminara. Ned ya se encontraba ahí desde hace una hora, las esperaba a las dos todos los días, e iban a casa juntos ya que decidieron mudarse los tres a un apartamento. Ya tenías el uniforme puesto y como ya era época de invierno te habías colocado una blusa de mangas largas, y empezaste a limpiar el mostrador y colocar nuevos vasos en el dispensador.
—No puedo creer que vayamos los tres al MIT —dijo Ned, terminando las donas que había pedido.
—Yo tampoco me lo creo, —dijiste mientras le servías más café— ni siquiera sé cómo terminé la escuela.
—Siempre sacabas buenas notas, —llegó MJ del baño— lo bueno es que retienes bastante con solo leer una vez.
Ibas a comentar algo más hasta que sonó la campanita de la puerta avisando que alguien había entrado.
—Ahorita regreso, chicos —les dijiste.
Te acercaste a la caja registradora para recibir el pedido del chico que había entrado, se notaba nervioso, le temblaban un poco las manos mientras sujeta un pedazo de papel, te miraba a ti y a tus amigos.
—¿Te encuentras bien? —le preguntaste confundida, abrió un poco la boca para hablar pero nada salió de ella así que la volvió a cerrar, como dudando de lo que quería decir.
Afirmó con un movimiento de cabeza, como sorprendido por haber escuchado tu voz, no le creías.
—¿Vas a pedir algo?
Y después de un rato respondió. —Sí, sí. ¿Me darías un café, porfavor?
—¿Deseas algo más? —lo miraste mientras colocabas el precio del café en la máquina, te miró a los ojos como anonadado.
—No, solo eso. Gracias.
—Entonces, serían cinco dólares.
Después de cobrar, fuiste a preparar el café.
—Nos vamos a mudar juntos cuando vayamos a la universidad, ¿verdad? —preguntó Ned escribiendo algo en su laptop.
—Es increíble que nos vayamos a Massachusets —dijiste poniendole la tapa al vaso con café.
—Trataremos de conseguir un trabajo de medio tiempo allá —comentó MJ sacando un libro de su mochila.
—Tenemos que ir viendo algunas opciones —esta vez habló Ned.
—Chicos, nos va a ir bien. Mientras estemos juntos todo va a salir bien. —Les sonreíste y fuiste donde el chico.
Conectaste tu mirada con la del castaño, los ojos del muchacho trasmitian algo que no podías descifrar.
Le entregaste el café y sin querer sus manos se tocaron y antes de que pudiera irse, le hablaste —Espera aquí un momento, aún no te vayas.
Fuiste a una de las repisas y agarraste un rollo de canela para colocarlo en una cajita y la aseguraste con un listón rojo, y regresaste.
—El postre va a mi cuenta, —le sonreíste con las mejillas sonrosadas, entregandole la cajita— ya son días festivos, así que... feliz navidad.
—Muchas gracias —dijo él— Feliz navidad para ti también.
—Gracias, —el chico ya se estaba retirando— cuidate. —Le dijiste por último antes de regresar donde tus amigos.
No te diste cuenta pero él se había detenido por un momento antes de irse para apreciarte mejor aunque sea por unos segundos más, aún sentía aquella sensación de felicidad cuando estaba contigo, aunque el reencuentro no salió como esperaba.
—¿Saben? —te paraste frente a Ned y MJ— Conocí a un chico, se llama Harry.
No iba a romper su promesa de acercarse a ustedes otra vez. Iba a ir a esa cafetería hasta que tuviera la suficiente valentía para empezar de cero contigo, para que volvieras a sentir lo mismo que él.
