Jeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado.
Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado.
Park Jimin es un chic...
La tarde del día siguiente llegó, con un Jimin sudado y agotado de haber estado limpiando las caballerizas toda la mañana y esa parte de la tarde. Su padre le había llevado un plazo de arroz y le había sustituido mientras él comía. La congestión en su cabeza era menos molesta, pero seguía siendo imposible respirar por su nariz.
Sin embargo su mayor preocupación no era sentirse aún alfo débil y cansado. Era justamente la razón por la que estaba cansado lo que le hacía quedarse viendo a la nada, casualmente boñigas de caballo, mientras su mente divagaba.
¿Qué debía hacer? ¿Qué se suponía que estaba pensando realmente? No debería si quiera plantarse la idea de ir a su encuentro con ellos. Es decir, era tan sencillo como que él era un Omega.
Y los Omegas no salen con Omegas.
Y los Omegas que se repartan no salen con Alfas que ya tienen un Omega.
Aquella pareja era destinada, él un intruso, que probablemente había tenido una revolución insana de hormonas por estar cerca en contacto y abrazado a dos personas que no eran sus padres y...
Podría ser su celo.
Sí bien es cierto que no sufre de su celo porque toma pastillas para evitarlo como inhibidores de aroma y supresores... Su cuerpo podría sentir algún cambio hormonal sin querer. Había veces que le pasaba, días de repente con fiebre o malestar de estómago. Llegó una vez en la que estuvo vomitando durante varios meses seguidos y los médicos le dijeron que seguramente esos supresores no fueran los indicados para él y le recomendaron otros. Puede que estuviera pasando lo mismo otra vez por haberse acostumbrado a esos en particular después de tanto tiempo.
Sí, esa debía ser la razón y debía dejársela en claro a esos chicos; por mucho que le doliera la pequeña idea que sufrió de qué tal vez no volvería a verlos jamás.
-Padre. -Lo llamó, este peinaba el largo cabello de su cabello favorito. -No me encuentro muy bien. -Jimin se aferró a la idea de que no mentía.
-¿No estás mejor del resfriado? -Se encogió de hombros.
-Eso o mi celo que está pronto a llegar. -SeongHwa examinó a su hijo de pies a cabeza antes de acercarse a él y tomarle la temperatura cono hizo el día anterior al pegar su frente a la de su hijo.
-Ve a tu cuarto y acuéstate. -Dijo finalmente al separarse, Jimin hizo una reverencia como agradecimiento antes de obedecer.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin miró de nuevo y una última vez hacia su cuarto antes de deslizarse por la enredadera de la pared de la parte trasera de su casa y bajas al patio trasero. Había cerrado la puerta de su cuarto con llave y había decidido ir a hablar con la pareja destinada para dejar en claro algunos puntos sin sentido de todo aquello.
Agazapado y con cuidado de no hacer ruido marchó hacia la entrada del bosque tras su hogar, por suerte si padre seguía en las caballerizas y si madre estaba en la cocina y esta se encontraba en la parte lateral de la casa.
