Jeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado.
Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado.
Park Jimin es un chic...
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La situación que el trío destinado no era algo que se quisiera vivir jamás, al menos, con una vez había sido suficiente. El señor Park seguía ingresado en el hospital al final del pasillo de la segunda planta por su herida en el brazo; SeokJin y NamJoon eran los que en principio se habían ofrecido para hacerse cargo de él mas el oficial HonJoong había terminado siendo el que más tiempo pasaba con SeongHwa.
Su estado físico no era grave. Una herida profunda que había cortado algunos de sus tendones y dañado sus músculos y que con reposo, cicatrización y posterior rehabilitación sanarían. Pero emocionalmente era un ser de altibajos incontrolables. Era feliz, porque su lobo estaba despertando después de años de letargo tras la muerte de su gemelo y al haber encontrado a su Omega destinado el cual le cuidaba con paciencia y cariño jamás sentido; pero triste y desolado al saber la realidad de su pequeño Jimin.
Jimin, Park Jimin estaba ingresado en la cuarta planta en cuidados intensivos. Podía recibir visitas y podríamos jurar que TaeHyung y JungKook vivían allí con él esos tres días que llevaba internado. Pero es que el Beta no despertaba. Jimin tenía contusiones por todo su cuerpo por haber estado encencerrado en el maletero y tratando d abrirlo a la fuerza de los golpes, hematomas más profundos en todo su rostro por los constantes golpes contra el suelo de sus caídas, desmayos o que su propia madre le había propinado, una gran brecha cosita en su sien izquierda y un corte, por suerte, poco profundo en su garganta.
Y, como ya habían podido notar cuando cayó en la inconciencia, su lobo estaba despierto pero el humano no.
-Hola. -La puerta del cuarto de Jimin se abrió dejando ingresar nuevos invitados, BeomGyu junto a su Alfa y su Omega. -¿Hay alguna novedad? -JungKook y TaeHyung negaron abatidos, el Omega tumbado en la camilla junto a Jimin y JungKook a su espalda dando caricias a su cabello negro. -Hyung, vamos. -Habló llegando al lado libre de Jimin para sostener una de sus manos con las suyas, las marcas de las cuerdas en sus muñecas muy señaladas. -Después de todo no puedes rendirte ahora, Kookie y TaeTae necesitan que despiertes.
TaeHyung miró desde su posición, sobre el pecho de Jimin, como el joven Beta cerraba sus ojos con fuerza durante unos minutos hasta que sus facciones se relajaron. Los novios de este lo veían con orgullo y JungKook mordía con fuerza su labio inferior. BeomGyu rio repentino.
-No creo que JungKook Hyung cante tan mal ni que TaeHyung Hyung te moleste tanto con sus besitos. -El corazón de ambos nombrados se contrajo ante lo escuchado. En esos tres días JungKook se había dedicado a cantarle a Jimin deseando que si el Beta estaba soñando sus sueños fueran bonitos y TaeHyung tenía ataques repentinos en los que llenaba por completo, desde su cara magullada hasta su vientre, de besos castos y dulces. BeomGyu se estaba comunicando, como Beta, con el alma lobuna y el alma humada de Jimin en su interior. -Claro que podría decírselo, pero sería mejor que tú despertaras y se lo dijeras.
