Jimin cerró sus ojos asintiendo y conectando con su lobo por primera vez. En la negrura de su mente había un adormilado lobo de color rubio ceniza, este se tambaleaba tratando de mantenerse en pie ante las constantes pastillas que recibía a diario desde su más clara presentación a los 12 años.
Jimin admiró el pelaje claro del lobo, un pelaje que lucía apagado y seco a la distancia, los ojos del animal estaban apagados en vida y con destellos opacos en ellos, las orejas agachadas mostrando un dolor constante y todo aquello le hizo saber que su pobre lobo estaba enfermo.
Cuando el animal elevó la vista tan solo se le quedó viendo fijo, trasmitiendo un mensaje que no era realmente el que quería trasmitir en un principio pero siendo aún más claro y a la vez confuso para Jimin.
"Me estoy muriendo por tu culpa"
-Perdón. -Jimin lo murmuró aún de ojos cerrados y sintiendo su cuerpo temblar. La respuesta animal vino en forma de expulsar su aroma ligeramente libre por primera vez.
Esa esencia clara, pero suave y a la vez amarga y melosa, la claridez que expuso el mostrar el aroma de Jimin. El té más puro llenando las fosas nasales y los pulmones del Omega y el Alfa llegando hasta sus lobos.
La mezcla perfecta de un té de menta con anís reinado en la espesura del bosque.
-Beta. -Llamó JungKook, haciendo que Jimin abriera sus ojos de golpe y en ellos se mostrara un terror brutal.
-No, no es verdad. -Habló dando un paso atrás, soltándose de cualquier contacto con la pareja. -¡Yo soy un Omega! -Exclamó asustado, sintiendo de nuevo ese dolor en su pecho. Un dolor que preso de la ansiedad y los nervios le hizo huir, correr alejándose de sus problemas. Porque él pensaba que si nunca hubiera salido de su hogar, si hubiera seguido los consejos continuos de su madre de que jamás se acercara a gente, todo aquello no habría pasado.
-¡Jimin, espera! -Exclamó JungKook tratando de seguirlo mas un empujón a su espalda ancha le hizo detenerse.
-¡¿Por qué se lo has dicho así?! -Gritó molesto TaeHyung, lágrimas comenzando a amontonarse en sus ojos. -¡Lo has asustado!
-Tae, no seas dramático. -Replicó con voz ruda. -Tan solo no he podido evitarlo. -Expuso molesto, he ahí las diferencias y enfrentamientos básicos de un Omega y un Alfa que necesitan a su Beta como punto de unión.
-¿Dramático? -Preguntó arrugando sus cejas dolido. -Mi Beta acaba de salir corriendo de mi lado.
-¡Y del mío también joder, piensa en mí! -Replicó perdiendo la razón y gritando.
-¡¿Qué piense en ti?! -Inquirió riendo de forma irónica. -Dime, ¿cómo se siente que te dejen solo tu Beta y tu Omega? -Tras su cuestión, que no esperaba respuesta, dio media vuelta adentrándose más hacia el bosque.
-¡Tae! -Gritó pensando que se detendría. -¡TaeHyung! -Exclamó más alto cuando lo perdió de vista.
Lágrimas comenzaron a ver silenciosas por su rostro, su lobo sollozaba encogido en su pecho y todo porque su Beta y su Omega habían huido de él. Porque si Beta se negaba a ellos de forma dolorosa al rechazarlo y había herido a su Omega y este seguramente se habría perdido en las endiduras del bosque.
El sueño de cualquier humano es ser amado. Si bien el amor propio es principal, el sentimiento único de sentir que alguien más ama tus virtudes y defectos es algo realmente necesario para los seres humanos. Somos seres sociales, vivimos en convivencia y queremos basarnos en el respeto para ello. Y al igual que conoces a alguien y al instante dices "jamás podrá caerme bien esta persona" existe el sentimiento contrario y la insaciable necesidad de querer ser amado por alguien que muchas veces no te devuelve el mismo sentimiento.
TaeHyung lo había comprobado varias veces en su vida. Hacía amigos en la escuela o instituto, estos le rechazaban por su forma alocada y ciertamente infantil. Él lo lloraba al principio, después aceptó que no le gustaría a todo el mundo y que no debería estar mal por ello. Se había enseñado a que sí alguien no le quería a su lado debía dejarlo marchar.
Sin embargo, que Jimin, su Beta, hubiera huido por segunda vez de él era un dolor jamás experimentado y no podía ignorarlo o sopesarlo. Su lobo no dejaba de llorar y él como humano tampoco. Y lo cierto es que ya no sabía si lo hacía por el rechazo de Jimin, por haber gritado y discutido con JungKook, por estar perdido de noche en un bosque o porque su pierna dolía horrores y sangraba en demasía.
Después estaba JungKook, el chico que estaba acostumbrado a recibir amor por doquier por su gran familia y su espíritu de hacer amigos donde sea. Si es cierto que tenía afín con ciertas personas y con otras solo tenía una relación relajada, no se llevaba mal con nadie. Así que, mientras recibía un regaño de su monitor de campamento, llorando en silencio en los brazos de su amigo YoonGi y deseaba encontrar a su Omega TaeHyung; los pensamientos de que Jimin era la primera persona que le rechazaba lo mataba por dentro.
Y por último estaba Jimin, el chico que estaba creyendo más que nunca en las palabras de su madre cuando le decía que la gente era cruel y mala y trataría de hacerle daño. Esos pensamientos racionales de su humano luchando contra su lobo medio despierto y que se negaba a dormir a pesar de las pastillas tomadas como nunca lo había hecho. Su lobo le exigía, a gritos y grandes llantos, que buscara a sus destinados y les pudiera disculpas.
-¿Por qué no comes? -Preguntó su madre de mala gana en la mesa de la cocina donde cenaban. Jimin levantó la vista agotado en todos los sentidos.
-¿No te encuentras bien? -Preguntó su padre en cambio, Jimin negó con su cabeza y SeongHwa le retiró su plato de arroz para ofrecerle el suyo propio de carne. -Come esto, necesitas proteínas.
-No te comas eso. -Dijo la mujer quitando el plato a su esposo y tirando el contenido de arroz a la basura. -Toma. -Le tendió un nuevo plato con más carne a su Alfa.
En el silencio de su casa solo se escuchaban los grillos fuera y el ligero viento del verano en la noche. O así fue hasta que la puerta lateral de la cocina fue golpeada con fuerza.
-Señores Kim. -Ante las palabras de su padre Jimin elevó la vista hacia la puerta aún si no podía ver nada más que a SeongHwa.
-Señor Park, disculpa la hora y las molestias. -Inició el que reconoció como SeokJin. -Pero uno de nuestros campistas se ha perdido en el bosque y...
Hay estaba ese halo que Jimin siempre querría y admiraba de su padre, aún si parecías un témpano de hielo, era incapaz de dejar pasar ciertas cosas.
-Os ayudaré. -Interrumpió a SeokJin. -Déjame coger mi chaqueta. -Miró a su hijo el cual se puso al instante en pie. -Jimin, vamos a ayudarles. -El rubio asintió y se puso en marcha junto a su padre al instante para seguir a los Kim hacia la parte trasera de la casa. -Señor Kim. -Habló refieriéndose ahora a NamJoon. -En su estado es mejor que se quede en casa y cuide del resto de muchachos, estarán asustados.
-Sí, muchas gracias señor Park. -NamJoon ofreció una reverencia hasta lo que su vientre le permitía y se despidió de SeokJin con un beso en los labios. Un beso tan sencillo y corto, pero cargado de un amor que Jimin no había visto jamás en sus padres.
-¿Cómo se ha perdido el muchacho? ¿No les prohibís estar ahí? -Cuestionó molesto SeongHwa, SeokJin suspiró derrotado mientras asentía.
-Entró junto a su novio que sí es de la zona y conoce el bosque. -Explicó, una sensación amarga en la boca del estómago de Jimin se instaló de forma repentina. -Discutieron y el Omega se separó de él; ahora no lo encontramos.
Y la sensación incómoda cobró sentido cuando Jimin miró al frente, al filo de los árboles, y se encontró con JungKook esperándolos mientras trataba de contener sus sollozos.
🍃🍵🌼
Nota: he podido escribir dos capítulos, vamos amores!!! 👏🏼👏🏼 Espero los reyes os hayan traído muchos regalos
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Nuestro Trabajo es estar contigo ~ VKookMin ~ JungKook, Jimin y TaeHyung
FanfictionJeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado. Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado. Park Jimin es un chic...