Jeon JungKook es un chico adorado, impaciente, competitivo y ciertamente chulesco, pero un Alfa adorado y apreciado.
Kim TaeHyung es un chico brillante, divertido, alegre y demasiado tierno, pero un Omega brillante y apreciado.
Park Jimin es un chic...
El trío destinado caminaba por el pequeño centro comercial más cercano a la casa de los Park. Estaban en una tienda de souvenirs con demasiadas cosas coloridas y extravagantes que hacían a TaeHyung gritar cada pocos segundos ante un nuevo descubrimiento adorable, a Jimin querer llevarse todo a casa y a JungKook hacer nuevas de disgusto y chingar los ojos por cerrando brillo y purpurina.
-Yo escogería este. -Dijo decidido TaeHyung, abrazando un peluche de tamaño medio con unos grandes ojos Kawaii y purpurina simulando mejillas sonrojadas.
-Si le regalo eso a Gyu me mata. -Rio Jimin negando rutundamente ante la idea. TaeHyung lo vio curioso y haciendo un turno puchero.
-¿Por qué? -Preguntó el pelinegro.
-Gyu odio los tomates. -El Omega asintió y dejó el peluche en su lugar. -¿Y una Fresita? -Preguntó entonces de nuevo emocionado viendo la misma estética pero en un peluche de la fruta nombrada.
-Ese me encanta Tae, gracias. -Se puso de puntillas para besar castamente sus labios. -Le diré que mi Omega me ha ayudado a escogerlo. -JungKook volvió de nuevo a su lado con una tarjeta de cumpleaños llena de brillantina y corazones.
-Se lo puedes escribir aquí. -Ofreció el Alfa entregándole la tarjeta, Jimin asintió y entonces lo besó de igual modo a él.
Tras pagar el peluche y la tarjeta el trío salió con la intención de volver a casa, mas Jimin vio una vieja cabina de fotografías instantánea.
-¿Nos hacemos una foto? -Sus novios se detuvieron y vieron hacia la misma dirección. -Son cuatro por 2€, una pasa cada uno y la restante para mandársela a Gyu. -Sus ojitos almendrados brillaron con emoción. -Él siempre quiso saber si de verdad erais tan bonitos como yo decía que sois.
-Me parece perfecto cariño. -Asintió JungKook tomando su mano para encaminarse hacia el formatón. TaeHyung llegó junto a ellos dando ligeros saltos.
Una vez dentro, JungKook estando sentado y teniendo a casa uno de sus novios sentados en uno de sus muslos, introdujeron el dinero y sonrieron a la cámara esperando que fuera disparada. Tal vez era la reciente unión espiritual post celo, tal vez estar en un lugar a oscuras, la felicidad o simplemente estar enamorados. Pero aún si pensaron que las fotos saldrían arruinadas por estar besando besándose entre los tres, lo cierto es que salieron aún más naturales y bonitas de lo que jamás pensaron.
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Aquello era una burbuja idílica de amor, despertar entre brazos y piernas enredadas, labios en cuellos o mejilla, ligeros besos en los belfos y susurros roncos de "buenos días mi amor"; era la gloria para aquellos tres chicos que habían sufrido separados su encuentro en la adolescencia.
Las cosas estaban tomando el rumbo correcto para todos. JungKook había recibido la aceptación para cambiarse de universidad a Daegu, TaeHyung estaba comenzando a pensar como arreglar su vieja casa en el campo y el señor Park junto a Jimin estaban tratando con compradores para su rancho y así poder comprar el contiguo al de los Kim.
